POR CLAUDIA PALACIOS
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De acuerdo con la confesión de Venegas Castañeda, durante ocho días planeó realizar un secuestro con el objetivo de pedir un rescate para pagar sus deudas, que aseguró ascienden a 50 mil quetzales.
Como su esposa laboraba en el centro educativo como conserje, se facilitó el acercamiento a los menores de edad que ahí estudian. Dijo que conocía a la familia de la víctima desde años atrás y secuestró a la niña sin la intención de hacerle daño, explicó.
El sindicado habría amordazado a la niña y la habría amarrado para que no escapara. Según explicó Venegas Castañeda, su plan era amedrentar a la familia y cobrar el dinero. Pero la muerte de la niña ocurrió, incluso, antes de que pudiera hacer la primera llamada.
En el relato del sindicado, la menor logró liberarse de sus amarras e intentó escapar, situación que habría dado inicio a un forcejeo violento, luego la tomó con sus manos por el cuello ocasionándole la muerte.
Venegas Castañeda aceptó que después del incidente siguió con su plan de extorsionar a la familia y les exigió Q100 mil para devolverles a la menor, quien para ese entonces ya se encontraba sin vida.
De acuerdo con Venegas Castañeda, su esposa, Debia Pensamiento, también capturada hoy por la mañana, no tenía conocimiento de los hechos y aclaró que ella nunca lo habría dejado cometer los crímenes. La mujer, quien tiene un embarazo de ocho meses fue llevada al hospital por complicaciones de salud.
El sindicado pidió disculpas públicas a la familia de la niña y dijo que se responsabilizaría ante la justicia por sus actos. “40 años son pocos para el daño que le hice a la familia” expresó.