POR CLAUDIA PALACIOS
Según Hilda Morales, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, la mayoría de víctimas son mujeres menores de edad y además, las agresiones en un 90 por ciento provienen de hombres familiares de las víctimas.
De acuerdo con Morales el seguimiento de estos casos es difícil ya que muchas veces en los centros de salud donde se atiende a las víctimas, no se guardan los datos personales, dificultando la investigación del delito.
Para Fundación Sobrevivientes, las agresiones sexuales y violaciones han mostrado un incremento en los últimos años, pero de la misma manera han incrementado las denuncias por parte de las víctimas, sobre todo en la Capital, donde existe mejor atención al problema que en interior del país.
Según esta organización, que se encarga de atender a mujeres y menores víctimas de la violencia, los altos índices de agresiones sexuales se deben en parte a que se dan condenas cortas y dentro de éstas no se obliga a los agresores a recibir asistencia psicológica, y el sistema Penitenciario, tampoco cuenta con este servicio, por lo cual generalmente estas personas reinciden.