POR ACISCLO URÍZAR
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Para Pascual, la firma del Tratado de Libre Comercio entre Guatemala y Estados Unidos fue el punto de partida para que se viniera una “oleada” de modificaciones y creación de nuevas leyes para beneficio de las trasnacionales.
A criterio del entrevistado, esta ley tiene como objetivo abrir la puerta para una cadena de nuevas leyes que van a privatizar las semillas criollas. El objetivo es patentar el resultado de la manipulación genética de dos o más tipos de productos agrícolas o semillas de nuestro país, agregó.
“En Colombia crearon una ley que patentaba el maíz, entre otras semillas y privatizaba el uso de semillas, afortunadamente se logró dar marcha atrás a través de un paro agrario a nivel nacional”, puntualizó el representante del CUC.
Gerardo Paiz, de Madre Selva, califica esta normativa como una seria amenaza para la alimentación, considerando que nuestro país en su mayoría basa su economía en la agricultura y una ley que privatice la producción que les proporciona el sustento a las personas del campo, significa botar la independencia de los agricultores guatemaltecos, pues con esta ley dependerán de otros para poder producir la tierra.
Según Paiz, de darse la privatización de la semilla, el impacto inmediato en la población será el rechazo rotundo a esta ley, además, que podría incrementarse la conflictividad sobre el acceso a la comida, lo cual afectará seriamente la calidad de vida de los guatemaltecos. Guatemala no debe permitir ese tipo de leyes que atentan contra la seguridad alimentaria de sus habitantes, advirtió Paiz.
Para culminar, Daniel Pascual, hace un llamado al Presidente de la República, pues como máximo representante del Estado de Guatemala, debe velar por las necesidades de todos los habitantes y es su obligación oponerse a leyes que afecten los intereses de los guatemaltecos, por tanto insta al mandatario a vetar esta ley, porque cede la autoridad sobre las semillas a empresas extranjeras y eso significa ceder la soberanía de la nación.
