POR CLAUDIA PALACIOS
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“Le dije que quería 50 mil quetzales, no le vamos a dar mucho tiempo porque ya le dimos mucho. Somos hombres de palabra y si colabora no le va a pasar nada ni a su hijo, ni a usted, ni a su familia”. De esta manera amenazaban los secuestradores al padre de un menor plagiado por la banda que operaba en los municipios de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla y Mazatenango.

Según la descripción de los hechos en el informe de la Fiscalía, el menor se movilizaba en su motocicleta cuando fue detenido por miembros de la banda, quienes mediante amenazas de muerte lo introdujeron en un vehículo y ahí lo despojaron de sus pertenencias, llevándolo a una guarida en el municipio de Tiquisate, Escuintla, utilizada en ocasiones anteriores para el mismo propósito. Posteriormente lo introdujeron a una habitación vacía donde lo ataron de pies y manos a una silla. Después, llamaron al padre de la víctima y le amedrentaron diciendo que si no entregaba 200 mil quetzales como rescate, le enviarían un brazo de su hijo.

Los secuestradores se comunicaron en numerosas ocasiones con el padre del menor y le instaron a no confiar en la Policía: “y no vaya a hablar con la Policía, porque los policías son ladrones y son secuestradores también”.

En el audio de las llamadas telefónicas se puede escuchar cómo el padre suplica repetidas veces que le sea permitido hablar con su hijo para asegurarse de que está bien, pero la petición le es negada hasta que tenga el dinero.

Cuando Omar Tobar finalmente pudo hablar con su hijo, este insistió en que no se comunicara con la Policía: “papá, estoy bien, solo quiero que consiga el dinero y por favor no vaya a involucrar a la Policía, si no me van a matar”, a lo que su padre contestó angustiado: “estoy haciendo todo lo posible por conseguir el dinero, yo estoy consiguiendo el dinero, yo voy a pedir limosna papaíto, voy a pedir limosna”.

Para la liberación de su hijo, la familia tuvo que pagar la cantidad de 17 mil quetzales, monto que aportó el tío de la víctima, ya que su padre no contaba con los recursos. El dinero fue colocado en una bolsa negra que posteriormente fue dejada en el kilómetro 91.7 de la carretera que va de Siquinalá a Mazatenango.

Los nueve implicados fueron identificados como Wendy Fabiola Estrada Salazar, Jezrel Coroy Quintana, Nelson Geovanni Flores Miranda, Juan Carlos Ramírez Salazar, Antonio Tohón Gutiérrez, Juan Carlos Rojas Quintana, Marcos Milton Avendaño Peña, Irvin Haroldo Marroquín Pozuelos y Luis Enrique Velázquez.

Los integrantes de la banda fueron capturados mediante un operativo policial mientras planeaban el futuro secuestro de un colegial. La banda también está implicada en el secuestro de un concejal de Santa Lucía Cotzumalguapa, Juan Fernando Estrada, quien fue asesinado a pesar de que la familia pagó el monto que se pedía. Asimismo los secuestros de otros tres hombres y dos mujeres, siempre en el área de la Costa Sur.

Por la liberación de los secuestrados la banda exigía sumas que oscilaban entre los 50 mil y 1 millón de quetzales. Si los imputados son encontrados culpables, podrían purgar una pena de 25 a 50 años, según lo establecido en el Código Penal.

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