POR CLAUDIA PALACIOS
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La Fiscalía hizo la solicitud de apertura a juicio luego de presentar pruebas que, según su consideración, asocian al acusado con el lugar y la fecha del crimen, entre ellas un arma 9 mm, obtenida luego del allanamiento de su morada y registrada a su nombre. Según exámenes científicos, dicha arma fue utilizada para la comisión del asesinato.
Según la reconstrucción de los hechos por parte de la fiscalía, el lunes siete de abril del presente año, a las ocho de la noche, Humberto Domínguez salió del restaurante donde laboraba, ubicado en la zona 10 de la capital.
Posteriormente, en algún momento de la noche, el Chef se encontró con su asesino, quien lo vendó y movilizó en un vehículo tipo Montero hasta el camino de terracería que lleva a la aldea Rustrián, en Villa Canales.
Luego el asesino lo hizo descender del vehículo, donde terminó con su vida, disparándole en la cabeza. El cuerpo fue encontrado en ese mismo lugar por la policía a las cinco y media de la mañana del día siguiente con los ojos vendados y una herida en el cráneo del lado derecho.
La fiscalía también presentó como prueba una serie de fotogramas donde se puede observar la entrada del vehículo a la escena del crimen y la posterior hora de salida de una persona sola, a quien aún no se puede identificar.
LA DEFENSA
Para la defensa de Santos Monterroso, las pruebas en su contra no son suficientes, ya que no se cuenta con ningún testigo presencial que pueda corroborar los hechos que detalla la fiscalía y además alega que su cliente había declarado que entregó el arma a otra persona, de la cual no se detalló el nombre; sin embargo, la jueza aceptó la solicitud del Ministerio Público y fechó la audiencia de presentación de pruebas para el próximo viernes.
El asesinato de Humberto Domínguez causó conmoción en el círculo gastronómico guatemalteco, debido al reconocido trabajo del chef, tanto a nivel nacional como internacional.
Domínguez se formó en Estados Unidos en la escuela culinaria de Miami, recibió numerosos premios por su aporte a la gastronomía guatemalteca, participaba en programas culinarios de la televisión nacional, fue presidente de la Asociación Guatemalteca de Arte Culinario (Aguac) entre el año 2000 y 2002, fue nombrado embajador gastronómico por el Instituto Guatemalteco de Turismo en 2012 y trabajó como chef personal de los artistas Juan Gabriel, Ricky Martin, Chayanne y Ángela Carrasco.