POR MARIELA CASTAÑÓN
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Enrique Leal, subsecretario de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, de la SBS, aclaró que aunque es el Ministerio Público (MP), el que confirmará la hipótesis del hecho, los avances en las investigaciones hacen suponer que el joven fue golpeado por sus compañeros de habitación.

“En un inicio la Secretaría consideró la posibilidad de que fuera un suicidio, sin embargo, las investigaciones y las circunstancias que se dieron, de acuerdo con algunas situaciones de orden forense, arrojan que el adolescente pudo ser lastimado en el área de internamiento de su habitación por los mismos compañeros de la pandilla, podría manejarse la posibilidad de que haya sido un ajuste de cuentas”, refirió el funcionario.

El entrevistado agregó que Martínez Hernández tenía golpes en el cuerpo y la cara, lo que hace creer en la teoría de que el adolescente no se quitó la vida.

“Basado en el hecho de que el adolescente estaba sometido a un proceso y el temor de los miembros de su misma organización criminal, pudieron haber ordenado el posible asesinato, salvo que el MP establezca otra hipótesis, esa es la que nosotros presumimos”, refirió Leal.

¿ALERTA TEMPRANA?
El profesional fue consultado sobre la ausencia de una alerta temprana para prevenir el hecho violento dentro del correccional, pero el funcionario argumentó antes que el muchacho no denunció amenazas en su contra.

“Contrario a lo que algunas personas han mencionado en los medios de comunicación, en ningún momento el adolescente hizo saber sobre que temiera por su vida, si hubiera sido así, nuestros protocolos de movilizarlo a otra habitación hubieran sido inmediatos, no consta en ninguna forma que él haya requerido o señalado que era objeto de malos tratos de parte de sus compañeros”, afirmó Leal.

SEPULTADO
En tanto, Martínez Hernández fue sepultado en el cementerio La Verbena en la zona 7, donde asistieron familiares y amigos, quienes prefirieron no pronunciarse al respecto.

El joven fue localizado el pasado sábado ahorcado. Estaba recluido en el anexo del Centro Correccional Las Gaviotas, sindicado de facilitar información –a miembros de la Mara Salvatrucha– sobre las hermanas Nancy Paola, de 14 y Karla Daniela, de 17, de apellidos Oscal Pérez, quienes fueron asesinadas cuando se dirigían al Instituto Normal para Señoritas Centro América (INCA).

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