
Con ropa oscura y lentes oscuros para así mantener bajo resguardo su identidad, según el Ministerio Público (MP) por temor a alguna represalia en su contra, la fiscal auxiliar que tuvo a su cargo el análisis del perfil que posteriormente por error se solicitó una orden de captura dentro del caso Alfa 7, se presentó a testificar en contra del exfiscal Stuardo Campo y otros dos exfiscales auxiliares.
Al inicio, la Fiscalía solicitó que la audiencia se realizara a puerta cerrada; sin embargo, la juez Magda Martínez rechazó la petición, pero solicitó a los medios de comunicación evitar tomar fotografías de la fiscal y únicamente documentar su declaración.
Por más de tres horas, la fiscal, de quien no quisieron emitir su nombre durante el juicio, rindió declaración, en donde hizo señalamientos contra los exfiscales procesados, a quienes acusó de posibles negligencias e incluso intereses en bienes incautados en el caso.
#AhoraLH | El Ministerio Público presentará su último testigo en el caso Alfa 7, donde se encuentra acusado el exfiscal Stuardo Campo, por lo que solicita a la jueza realizar la audiencia a puerta cerrada por la seguridad del testigo.
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— Diario La Hora (@lahoragt) April 30, 2025
INVESTIGACIÓN SIN CONCLUIR
La fiscal señaló que en 2019, esta tuvo que dejar la unidad contra Delitos contra Migrantes que antes estaba a cargo de la Fiscalía Contra la Trata de Personas, misma que después se convirtió en la Fiscalía contra Delitos Transnacionales, luego de recibir una orden del despacho superior del MP, para qué se trasladará a otra unidad.
Según su relato, esta solicitó una reconsideración a la decisión porque aún no había concluido el trabajo que requería la investigación del caso Alfa 7, pues tenía otros casos de relevancia a su cargo y necesitaba procesar información de escuchas telefónicas entre otros aspectos, pero su petición fue rechazada.
En su declaración afirmó que «dejó diligencias pendientes» de realizar que no se pudieron concluir debido al cambio, situación que hizo ver cuando entregó la mesa de trabajo a los ahora exauxiliares fiscales, a quienes, afirma, les entregó toda la documentación bancaria y financiera del caso. «Yo soy clara en decir que la investigación la deje inconclusa», señaló.
Entre las cosas que faltaban por terminar se encontraba la perfilación de los posibles implicados y el procesamiento de un disco que contenía escuchas telefónicas que la Unidad de Métodos Especiales (UME) no había entregado.
RESULTADOS RÁPIDOS
A criterio de la fiscal, le pareció que la agilización del caso fue muy rápida, pues ella había tardado dos años y medio en tener las investigaciones preliminares, mientras que los fiscales al mando de Campo, se tardaron alrededor de tres meses para operativizar el caso y solicitar las órdenes de captura de los implicados en el caso de coyotaje, que finalmente terminó con cuatro personas extraditadas a Estados Unidos.
«Me sorprendió, porque fue algo que me costó mucho trabajo», afirmó la fiscal. «No sé si hubo seguimiento o no, si se completaron los informes», agregó.
Finalmente, indicó que según el trabajo que ella estaba realizando, probablemente los resultados de la misma los hubiese tenido para «finales de año».
ABORDÓ AL JUEZ
Una vez se determinó en audiencia la existencia del error y que por lo mismo se capturó a una persona ajena al caso, el juez Luis Fernando Archila, en ese momento, a cargo de Mayor Riesgo D, certificó lo conducente contra el MP para que se dedujeran las responsabilidades.
Esto llegó a oídos de la fiscal lo cual la preocupó según su relato, por lo que un día en Torre de Tribunales abordó al juzgador para conocer los motivos por los cuales ordenó esa investigación contra el personal del MP, pues a su forma de ver las cosas, ellos habían hecho bien las cosas, pero el juez indicó que no le podía dar mayores detalles, pues su resolución se basó en las cosas que la fiscalía llegó a pedir ante su persona.
La fiscal se defiende asegura que no fue ella quien llegó ante Archila a solicitar la orden de captura equivocada y, por lo tanto, ella no tendría nada que ver con los señalamientos que hora tienen a Campo y a los otros dos exfiscales en juicio.
OTROS SEÑALAMIENTOS
Durante su declaración, la fiscal aprovecho para hacer otros señalamientos contra Campo y lo acuso de no poner atención a lo que sucedía en la fiscalía. Según su testimonio, este «no atendía a nadie y mantenía la puerta cerrada de su oficina»; sin embargo, le reprocha la atención que este tenía con los medios de comunicación.
«Usaba mi oficina para dar declaraciones», refirió. Así mismo, lo acusó de estar interesado en vehículos que eran incautados, según ella, para buscar la forma de que se le asignara uno para su uso en la fiscalía.
CAMPO ADVIRTIÓ DE POSIBLES ERRORES
Cuando Stuardo Campo fue enviado a juicio tras la decisión del juez noveno penal, Selman Portillo, el exfiscal había explicado que los errores en la petición de captura se habían dado por un trabajo inconcluso realizado por la fiscal Eugenia del Rocío Velásquez Ramos.
Información que este dio durante su defensa para evitar enfrentar debate oral y público, y señaló en que la oportunidad, que la fiscal tenía conocimiento de todo lo que sucedía con el caso y tenía la obligación de haber individualizado o identificado correctamente a las personas involucradas en el caso.
Sin embargo, a pesar de haber pedido a la Fiscalía de Asuntos Internos proceder contra esta, la fiscalía la había llamado como testigo en su contra.
Mientras tanto, el Tribunal Décimo De Sentencia Penal continuará con el juicio la próxima semana.
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