Las autoridades del Ministerio de Salud dieron a conocer que las instalaciones del Hospital de Amatitlán fueron declaradas inhabitables por un ingeniero estructural de la Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE), a consecuencia de la serie de sismos que afectaron al país entre el 8 y 9 de julio, especialmente a los departamentos de Guatemala, Escuintla y Sacatepéquez.
De esa cuenta, el Ministerio busca instalar lo más pronto posible varios módulos prefabricados que también han sido proveídos por la UCEE, unidad ejecutora del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), aunque al mismo tiempo, asegura que la atención no se ha detenido.
«No hemos cerrado el hospital y seguimos brindado servicios de salud. En el hospital hay personal que sigue atendiendo», aseguró la viceministra de Hospitales, María del Rosario Orozco, aunque la atención se ha coordinado con otros centros asistenciales.
Quienes llegan, dependiendo del padecimiento, son referidos al Hospital de Especialidades de Villa Nueva, a la Maternidad del Seguro Social o al Centro de Salud de Amatitlán.
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«No se ha vedado el derecho a la salud y la atención, nos hemos asegurado que los pacientes que se hayan referido se les haya brindado tratamiento médico o quirúrgico», aseguró la funcionaria.
INHABITABLE
Las autoridades de Salud aún tenían la expectativa de que algunas áreas del hospital fueran habilitadas, específicamente medicina de hombres, de mujeres, cirugía de hombres y la unidad de quemados; sin embargo, el 14 de julio un equipo del Ministerio y del Hospital que evaluó el recinto precisó que era necesario contar con un dictamen técnicamente sustentado, así como estudios técnicos que avalaran la reapertura.
De esa cuenta, el 17 de julio se solicitó el apoyo de la UCEE para que inspeccionara el lugar y emitiera un dictamen, tarea que estuvo a cargo del ingeniero Geraldo Pineda, especialista en Análisis Estructural del Departamento de Planificación de dicha unidad.
El informe, al cual tuvo acceso La Hora, detalla que «el complejo hospitalario presenta un deterioro estructural severo y generalizado», y que la antigüedad, sumado al deficiente mantenimiento, mala calidad de la construcción de ciertas remodelaciones y los sismos recientes «han comprometido la seguridad estructural del conjunto».

Añade que en el área más antigua —que data de 1862— se identificaron grietas diagonales profundas, desprendimiento de mampostería, techos deteriorados con peligro de desprendimiento y colapsos locales.
En al área de más reciente construcción, a pesar de que se construyó con un sistema estructural basado en marcos de concreto reforzado, registra daños «importantes». Por ejemplo, fisuras en las columnas y vigas, así como el colapso de varios sectores debido a la falta de «juntas sísmicas» (espacios dejados en medio de las construcciones para minimizar los daños de un sismo).
En tal sentido, el informe sentencia que «el hospital en su estado actual representa un riesgo para la vida de pacientes, personal médico y visitantes», ya que «su infraestructura no cumple con las condiciones mínimas de seguridad estructural ni salubridad» y que, «cualquier nuevo sismo podría generar colapsos parciales o totales en algunos módulos».
Asimismo, en su informe, el ingeniero Pineda hace varias recomendaciones, entre estas, que es necesaria la «ejecución de estudios especializados que permitan determinar la factibilidad de reforzar o demoler el conjunto», que deben ser, entre otros, ensayos de resistencia, estudios geotécnicos del suelo, así como de escaneo de acero y fisuras.
Estos determinarán qué áreas del hospital quedan como «irrecuperables, para demolición; reforzables, con intervención estructural profunda; o funcionalmente inviables».

Asimismo, recomienda demoler los tabiques dañados, retirar techos de asbesto y lámina corroída, aislar zonas con riesgo de desprendimiento y priorizar una declaratoria de emergencia estructural sanitaria, que permita actuar de forma rápida con recursos del Estado.
INSTALACIÓN DE MÓDULOS
Orozco refirió que para paliar la emergencia pensaron instalar un hospital temporal, pero no ha sido posible concretarlo porque no han localizado terrenos adecuados. Sin embargo, ya comenzaron con la instalación de módulos prefabricados en áreas que pertenecen al Hospital de Amatitlán que permitirán reabrir los servicios, aunque no en la cantidad que se hacía hasta antes de la emergencia.
Estos módulos son proveídos por la UCEE y originalmente se iban a utilizar para la atención médica de migrantes deportados, pero ante la emergencia sísmica ya se comenzaron a colocar en el área de parqueo del Hospital de Amatitlán. Se espera que en un mes los primeros dos módulos ya estén listos para atender.
«Ya se están instalando los módulos, se piensa habilitar la consulta externa, emergencia, parte de encamamiento y todos los servicios de apoyo, farmacia, laboratorio y rayos X», puntualizó Orozco.
Según información de la UCEE, estos módulos prefabricados son estructuras diseñadas para brindar «condiciones adecuadas y dignas en corto tiempo». Se instalan rápidamente, son removibles y permiten instalarse en cualquier rincón del país «sin importar lo lejano que una comunidad esté».
🚨 Respuesta en acción: habilitamos espacios para seguir atendiendo
🏗️ El #MSPAS, en coordinación con el @CIV_Guatemala y el Cuerpo de Ingenieros del @Ejercito_GT, trabaja en la instalación de módulos que permitirán restablecer servicios clave en el Hospital Nacional de… pic.twitter.com/7xj0ezl316
— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) July 25, 2025
En total, se instalarán tres módulos en dos ambientes, en un área de 130 metros cuadrados, cada uno medirá 12.2 metros de ancho y 8.5 de largo. Cuentan con aislante térmico para mayor confort, muros higiénicos que no propagan virus ni bacterias y son fáciles de sanitizar.
Además, cuentan con piso de acero galvanizado resistente al tráfico constante de personas y son estructuras resistentes a sismos y huracanes. La viceministra Orozco, incluso, dijo que contarán con aire acondicionado.
La funcionaria detalló que «en todos los informes» les han dicho que el Hospital de Amatitlán no es seguro. Incluso, después del informe del ingeniero de la UCEE hicieron otra gestión con otro especialista en el tema y luego de que evaluó el inmueble dijo que «no vale la pena hacerle alguna remodelación o cambio» porque el hospital quedó muy deteriorado».
Añadió que la gestión para la construcción de un nuevo hospital viene desde hace unos seis meses. Actualmente, se encuentran en la fase de estudios previos y con la verificación de la certeza jurídica del terreno.
Mientras tanto, la referencia de pacientes a otros centros asistenciales continuará, a pesar de que al principio hubo resistencia por parte de parte del personal médico del Hospital de Amatitlán, quienes se oponían a movilizarse hasta Villa Nueva.