Pobladores de aldeas localizadas en Panzós, Alta Verapaz, y otros municipios llevan años pidiendo la construcción de un puente sobre el río Pueblo Viejo, en la aldea del mismo nombre, que en época lluviosa crece de tal manera que hace casi imposible el tránsito de vehículos.
Para paliar la situación, la comunidad construyó un badén que es utilizado para cruzar el caudal; sin embargo, el tiempo y las lluvias están provocado que este casi colapse. Los habitantes de unas 200 aldeas tienen que pasar obligadamente el badén porque no hay otra alternativa, lo que ya ha ocasionado tragedias.
En octubre pasado una niña cayó de una moto cuando viajaba con dos adultos y ya no apareció. A pesar de esa experiencia, las personas continúan usando el paso. «El badén ya está muy viejo y muy dañado», comentó Benjamín Cabrera, un empresario que se dedica a la fabricación de puentes tipo Warren y que dice estar en disposición de colaborar para la instalación de uno en el lugar.
Cabrera dijo que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ya dictaminó que el puente es una zona de «alto riesgo», por lo cual la Municipalidad de Panzós firmó un acuerdo con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Guatemala, mediante el cual, la comuna construirá las bases y la institución armada trasladará e instalará el puente.
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El empresario comenta que él le vendió el puente a otra empresa, en una transacción completamente privada, y esta lo vendió al Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Para construir las bases, se han unido la municipalidad, comunidades y empresarios, estos últimos que hay aportado Q5 millones para la construcción de bases y estribos, resaltó Cabrera, por lo cual lo único que estaría pendiente es el traslado de infraestructura.
La aldea está a tres kilómetros de la ruta principal 7E, carretera asfaltada que conecta de San Julián, Alta Verapaz, con El Estor, Izabal; no obstante, la falta del puente mantiene condenados al subdesarrollo y la pobreza a sus habitantes. Según Cabrera, en las 200 aldeas «fácilmente hay un millón de personas».
«Es una zona olvidada. No hay infraestructura de la Policía Nacional Civil, no hay Ministerio de Comunicaciones, ni hospital, no hay servicios básicos. ¡No hay nada!», manifiesta el empresario.
La urgencia de contar con el puente queda en evidencia día a día, puesto que se hacen largas filas de vehículos en ambos lados del río para cruza el badén, tanto camiones, picops con personas (porque no hay transporte público de pasajeros), motocicletas y personas a pie.
La Hora constató en unos videos cómo los vehículos se cruzan en medio del río y cómo las personas lo hacen en lanchas, se auxilian de lazos o cargan las motocicletas para pasar al otro lado, ante el peligro inminente de ser arrastrados por la corriente.
«Es un área abandonada, solo el Cuerpo de Ingenieros se anima a ver aquí. No hay escuela, no hay maestros, porque cómo van a entrar si ni la gente —que vive en el lugar—puede hacerlo», señala Cabrera.
POBREZA DE SIEMPRE
En la región casi nadie habla español, sino q’eqchi’, y es gente «exageradamente pobre», afirma el empresario en la conversación telefónica. Además, es el área más golpeada por la desnutrición, añade. «En —la aldea— Sapur Zarco se están muriendo los niños en las calles, o en sus casa de madera, que no tienen ningún servicio», señala.
Alta Verapaz es el departamento más pobre de Guatemala. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2023), el índice de pobreza es de 90.3 por ciento, y el de pobreza extrema llega al 58.5%. Es decir, que 9 de cada 10 personas son pobres y 6 de cada 10 extremadamente pobres.
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Los números son más dramáticos para Panzós que, junto con Lanquín, tiene el primer lugar nacional en cuanto a los municipios más pobres. En total, según la ENCOVI 2023, el 99.4% de su población vive en pobreza.
En cuanto a la desnutrición aguda, en 2024, Alta Verapaz fue el departamento que más casos reportó en menores de 5 años. En total, 3 mil 451, de 28 mil 515 que hubo a nivel nacional, es decir, el 12%. La tasa de desnutrición en ese segmento poblacional es el más elevado del país, 354 por cada 10 mil habitantes.
Asimismo, el año pasado hubo 86 decesos por este mal en menores de 5 años, de los cuales 29 fallecieron en este departamentos y ocho solo en Panzós.
Cabrera dijo que la instalación no tarda más de 90 días, pero desistirían después del 30 de abril. La Hora consultó con la oficina de Prensa del Ejército de Guatemala, cuándo podrían trasladar el puente y cuándo estaría ya listo para ser utilizado. Si ofrecen una respuesta se incluirá en este espacio.
«Con el puente se pueden salvar vidas», destacó el empresario, como ha sucedido con la instalación de otros tres puentes en poblaciones incomunicadas, dos en Alta Verapaz y uno más en la unión entre Chuarrancho, Guatemala, y Sanarate, El Progreso.
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