El pasado sábado varias personas se presentaron a la Plaza de la Constitución para manifestar, solicitando la renuncia del presidente Alejandro Giammattei. Foto: José Orozco/LH

Durante las últimas semanas se ha observado una serie de manifestaciones en la plaza central que se han enfocado en expresar su rechazo contra el presidente Alejandro Giammattei y su gabinete de gobierno, ante la forma de manejar la crisis sanitaria frente a la pandemia o la falta de vacunas o la forma en la que se llevó a cabo la adquisición de los inmunizadores rusos, además de mostrar su malestar por el supuesto manoseo en instituciones del Estado.

Aunque ayer, la afluencia de manifestantes fue mayor a la de convocatorias anteriores, aún no se observa gran cantidad de personas que acudan a las protestas sociales.

Para analistas consultados por La Hora hasta el momento solo se ha observado indignación y apatía en la población y poca presencia en La Plaza, los factores que provocan esto, según opinaron, están relacionados al miedo de represión, al contagio por Covid-19 y la falta de una base sólida de liderazgo social.


RENZO ROSAL, HAY MIEDO A LA REPRESION Y AL CONTAGIO

El analista político, Renzo Rosal indicó que, lamentablemente, mientras las oposiciones y los planteamientos sean a través de columnas de opinión o en redes sociales y ese descontento no se expresé colectivamente en las plazas, los gobernantes, en el caso del presidente, Alejandro Giammattei y sus Ministros continuarán en una zona de confort, “creen que esto es de una minoría y así lo explican en sus discursos, especialmente Giammattei, siente que es una minoría del país que está contra él”.

Rosal explicó al menos cuatro factores que han reducido las manifestaciones sociales, uno de ellos es el temor, visto desde dos perspectivas. “El primero de ellos el sanitario, que tiene que ver con el contagio en lugares con asistencias masivas y el segundo es la represión, yo creo que aquí hay un hecho concreto haciendo relación a las manifestaciones que se registraron en noviembre del año pasado. El cual creó esa percepción en términos de que las fuerzas de seguridad están dispuestas actuar de forma violenta en contra de la ciudadanía”.

El experto en temas políticos añadió que hay cansancio en la población, “El hecho de que está relacionado fundamentalmente con el nivel alto de rechazo contra la actuación de Gobierno y las manifestaciones terminan siendo una expresión simbólica”.

Renzo Rosal, analista y politólogo independiente, opinó sobre el tema. FOTO LA HORA

La pandemia, sin duda, dijo Rosal es otro factor, “evidentemente ha hecho que la gente esté ahora metida en sus propios problemas de salud, económicos, laborales y de empleo. Por lo tanto, el tema de salir a la calle es necesario, pero no es una prioridad; la prioridad de hoy es resguardar la vida y los ingresos”, explicó.

El analista político Renzo Rosal agregó, hace falta que se sumen movimientos sociales que hagan grandes convocatorias como las ocurridas en 2015.

“La espontaneidad de las manifestaciones, es una desventaja, especialmente se necesita movimientos sociales que son necesarios para liderar un proceso, hoy por hoy no lo observamos. Solo vemos una AEU venida a menos, Landivarianos en representación de universidades privadas.

Entonces al carecer de liderazgo social no hay quien convoque. Los grandes movimientos en Guatemala como campesinos han estado silenciosos en los últimos meses y los sindicatos públicos están comprados, por ejemplo, el de educación, encabezado por Joviel -Acevedo- y compañía”.


EDGAR ORTIZ, LA POBLACIÓN TODAVÍA NO CANALIZA MALESTAR

Para Edgar Ortiz, Director del Área Jurídica en Fundación Libertad y Desarrollo expresó que a las manifestaciones actuales les ha hecho falta canalizar todo el malestar que ha provocado el manejo de la pandemia por parte de las autoridades de Gobierno, lideradas por Giammattei.

“Guatemala Ha sido una sociedad poco participativa, 2015 fue una excepción a la regla. Quizás se debió a que los niveles de indignación fueron mucho más grandes que los que podemos ver ahora, yo creo que de momento la gente todavía no ha logrado canalizar ese malestar en un movimiento social y que todo se queda en un foco de frustración y no se ha logrado mostrar ese descontento en sentimiento más propositivo”, explicó Ortiz.

El analista indicó que hace falta, además, que las ideas de varios sectores converjan, “Quizás por eso es que lo único que tengamos es indignación y apatía, los sectores campesinos estudiantiles y sindicales No tienen convergencia en las consignas, el liderazgo campesino no tiene buena recepción en las zonas urbanas generalmente”.


“Por otra parte del liderazgo universitario, si bien se ha renovado aún no ha recuperado ese protagonismo que tenía y los sindicatos están desprestigiados por eso cuesta encontrar organización social que tenga base”, indicó Ortiz.

Según el experto añadió que esto está generando la opción para el Presidente de gobernar de manera más sencilla, sin presiones, “para un gobierno es más fácil gobernar así y genera una zona de relajamiento porque no siente una presión fuerte de la sociedad civil”.

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