Por María España
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Este viernes 8 de enero, después de casi 1 año del asesinato de Chelsiry Paola Hernández Escalante de 12 años, el Juzgado Segundo Pluripersonal de Delitos de Femicidio de Guatemala decretó clausura provisional del proceso penal contra Edgar Leonel Marroquín Guerrera, principal sospechoso del crimen.
Por la tarde, el Juzgado resolvió dar clausura al caso a fin de otorgarle al Ministerio Público (MP) tres meses para continuar con las investigaciones. En el caso participan como querellantes la organización Mujeres Transformando el Mundo (MTM) y El Refugio de la Niñez.
Por medio de un comunicado expresaron que junto a los padres de Chelsiry apelarán una resolución y continuarán en «la lucha por la justicia».
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Por su parte, el MP informó que, ante el decreto del Juzgado, la Fiscalía contra el Delito de Femicidio «no comparte el criterio del juzgador» por lo que presentará un recurso de apelación para que una sala determine la viabilidad de la apertura del juicio contra Marroquín Barrera.
El 5 de febrero de 2020, la Policía Nacional Civil (PNC) encontró el cuerpo calcinado de Chelsiry en la aldea Chichimecas, Villa Canales. Un día antes fue activada una alerta Alba-Keneth por su desaparición cuando se dirigía a estudiar al Instituto de Educación Básica por Cooperativa (Inbaco) de Ciudad Quetzal en San Juan Sacatepéquez.
Días después, Marroquín Barrera, quien era tío de Chelsiry, se presentó ante las autoridades competentes para responsabilizarse de la muerte de la niña.
