Pobladores de la aldea de San Francisco, en San Miguel Chicaj, Baja Verapaz, realizaron la construcción de un puente colgante para el paso de vehículos livianos, el cual fue financiando mediante recursos propios y mano de obra local.
De acuerdo con el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), dicho puente, construido en una ruta municipal, carece de cualquier tipo de supervisión de medidas de seguridad.
La cartera explica que el proyecto tuvo que ser supervisado por la municipalidad de San Miguel Chicaj, a la que se le requirieron los permisos de construcción, por lo que debía asumir el mantenimiento y los riesgos de su posible mala construcción.
Según reportan medios locales de comunicación, el puente, al ser construido por los pobladores, no tuvo apoyo de la municipalidad ni del gobierno, y fue atribuido al presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), Óscar García.
El proyecto, de acuerdo con declaraciones de García, tuvo una inversión que superó los Q900 mil, costeados mediante remesas enviadas por familiares en Estado Unidos, así como con diferentes aportes de los pobladores.
»Aquí no recibimos ningún apoyo de algún político. Esto es puro comunitario, sudor de nosotros y de la gente que está en los Estados Unidos», expresa el García en los videos compartidos de la inauguración del puente.
ALCALDÍA SEÑALA FALTA DE ESTUDIOS TÉCNICOS
De acuerdo con el alcalde de San Miguel Chicaj, Fernando Calate, el proyecto fue realizado únicamente por parte de los pobladores, mediante una iniciativa del Cocode, afirmando que para no hubo una solicitud formal para ejecutarlo.
Calate afirma que pese a ello, felicita a los pobladores por la construcción, no obstante, al no poseer estudios técnicos o ambientales para su realización, puede caer en demandas legales ante posibles fallos estructurales.
Derivado de ello, el jefe municipal indicó que las consecuencias, en caso de fallas o denuncias, deberán recaer en los responsables del proyecto.
