
En una coyuntura marcada por las negociaciones para las elecciones de segundo grado que se llevarán a cabo el próximo año en el país y en el marco del período preelectoral, de cara a los comicios de 2027, en el Congreso se ha hecho evidente un fenómeno que algunos diputados califican como «el nuevo transfuguismo».
Se trata de una especie de «migración», que miembros de las bancadas más grandes han emprendido, al tomar distancia del partido por el cual fueron electos y participar en actividades de otras organizaciones políticas.
Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Cabal y Vamos por una Guatemala Diferente (Vamos) son los partidos en los que se ha visto el mayor movimiento de ese tipo, y todo apunta a que la bancada más afectada sería la dirigida por Allan Rodríguez.
Un asesor de diputado de Vamos encabeza los esfuerzos de un nuevo partido
DESBANDADA EN VAMOS
Aunque en los registros oficiales del Congreso, Vamos sigue figurando como el bloque mayoritario, con 35 integrantes, es también el más fracturado.
El asunto se conocía desde el año pasado, cuando se establecieron varias facciones en ese bloque, pero en las semanas recientes varios legisladores anunciaron su distancia de las decisiones de su jefatura. De hecho, a algunos se les ha visto en asambleas de otras organizaciones políticas, donde, incluso, se les asignaron puestos de coordinación.
De quienes hay evidencia de esta «distancia», ya sea porque lo informaron públicamente o ya participan en actividades de otros partidos, son:
- Boris España, representante de Chiquimula
- Shirley Rivera, representante de Guatemala
- Carolina Orellana, representante de Zacapa
- Sofía Hernández, representante de Huehuetenango
- Erick Martínez, hijo de Sofía Hernández y representante de Huehuetenango
- Jaime Lucero, representante de Jalapa
- Mynor de la Rosa, representante por Lista Nacional
- César Rodas, representante de El Progreso
- Herman Echeverría, representante de Alta Verapaz
- Thelma Ramírez, representante de Izabal
- Ronald Portillo, representante por Lista Nacional
- Sergio Arana, representante de Escuintla
A ellos se sumaría un grupo que mantiene afinidad con el oficialismo, pero que, hasta ahora, se mantiene en silencio respecto de desmarcarse de la dirigencia de Vamos. En todo caso, aún quienes han hablado de su distancia del partido, siguen en el bloque y así conservan beneficios como la presidencia de comisiones.

UNE SE FORTALECE
En el caso del bloque UNE, dirigido por Inés Castillo, recientemente recuperó a cuatro diputados que habían sido expulsados, tras una pugna interna que duró entre 2024 y parte de este 2025. Actualmente, el grupo legislativo tiene 22 integrantes, según los registros oficiales.
Sin embargo, cuenta con un número adicional de diputados que, si bien están en otras bancadas, se han unido al partido en los meses recientes y han participado en asambleas locales, usando prendas con el símbolo de la agrupación.
El mismo Castillo reconoció el pasado 3 de diciembre que a ellos se les considera «parte de la bancada», pero por haber sido electos por otras organizaciones «no pueden ser legalmente miembros del partido». A pesar de ello, indicó, «participan con nosotros en la toma de decisiones y en las reuniones de bancada».
Ellos son los diputados que se han sumado a la UNE, pero siguen en otros bloques:
- Julio Portillo, representante de Zacapa, por Cabal
- Jaime Lucero, representante de Jalapa, por Vamos
- Sofía Hernández, representante de Huehuetenango, por Vamos
- Erick Martínez, representante de Huehuetenango, por Vamos
- Carlos López Maldonado, representante de Quiché, por Cabal
- Marcos Tebelán, representante de Quiché, por Cabal

INTERCAMBIO EN CABAL
Tal como se aprecia en los datos anteriores, la bancada Cabal ha perdido a varios de sus miembros, quienes han migrado a la UNE, pero, igual que Vamos, no reporta expulsiones. En el registro oficial aparece con 18 integrantes.
Además de Portillo, Tebelán y López Maldonado, se han desmarcado de ese grupo Nery Rodas y Bequer Chocooj.
Sin embargo, el bloque compensaría tales bajas con la incorporación de los siguientes parlamentarios, según se evidenció en la asamblea celebrada por el partido el pasado 9 de noviembre:
- Esduín Javier Javier (Tres Kiebres), representante de Chiquimula, por Cambio (que dijo que no le gustó ser diputado)
- Carolina Orellana, representante de Zacapa, por Vamos
- Nery Mazariegos, representante de Quetzaltenango, por Viva
- Raúl Solórzano, representante de Quiché, independiente (expulsado de la UNE)
- Herman Echeverría, representante de Alta Verapaz, por Vamos
Luis Aguirre, jefe de la bancada Cabal, confirmó esas «y otras incorporaciones»; asimismo, hizo ver que «en vísperas de lo que se viene el próximo año», están «formando las bases del partido, a nivel de diputados en cada uno de los distritos».
El congresista indicó que la meta para 2026 es constituirse en «el bloque más grande, para enfrentar las elecciones que se vienen, con la mayor fuerza posible». En ese marco habló sobre la «apertura» que se buscaría para la designación de nuevas autoridades en el Ministerio Público (MP), Tribunal Supremo Electoral (TSE) y Corte de Constitucionalidad (CC).

VEN INTERESES ELECTORALES
Fernando Bon, de la Alianza para un Congreso Eficiente, opinó que uno de los intereses de los bloques para el próximo año sería sumar votos para tener mayor injerencia en los citados procesos, pero también advirtió otro tipo de motivación en los legisladores, que estaría más vinculada a sus posibilidades de reelección.
«Según lo que se va viendo en redes sociales y en noticias, incluso, en conferencias de algunos diputados que salen a desmarcarse (de su bancada), es que estamos viviendo un panorama ya más que todo electoral», dijo el analista. También hizo ver que «se están dando estos movimientos en vistas de la próxima campaña, más allá de que esté sucediendo algo en lo interno del Congreso».
«Yo creo que hay intereses particulares de los diputados, que se han cumplido y que se están cumpliendo; al final de cuentas, la composición de bancadas es ya más que todo un mero trámite», añadió el profesional.

En una línea similar se pronunció el politólogo Renzo Rosal, y expresó que la mayoría «o casi todos» los congresistas buscan ser reelectos, «y, en ese sentido, están buscando los mejores espacios y las mejores oportunidades que les permitan cumplir con ese objetivo».
«Es ahí que se abren otras posibilidades o alianzas; entonces, los diputados se van cambiando de partido, aunque oficialmente siguen militando en los partidos por cuáles fueron electos», dijo el entrevistado. Además, coincidió con Bon en que «esta tendencia es bastante anticipada», en comparación con lo ocurrido en legislaturas anteriores.
En contraste a lo que ocurre con VAMOS, Cabal y la UNE, Raíces, dirigido por Samuel Pérez continúa su proceso disidente y avanza en la conformación como partido político, alejado del oficialismo, aunque en algunas ocasiones sus votos llegan a coincidir.







