En Guatemala, el concepto de “Ghost Kitchen” o cocinas fantasmas podría no ser aún un modelo conocido, pero sí se ha potencializado, sobre todo a raíz de la pandemia del Covid-19. Y es que las cocinas fantasmas no son nada más que restaurantes virtuales dedicados exclusivamente a la comida a domicilio.
“A todo Burrito” y “Pikos” en Guatemala ha innovado con este concepto, llevando a sus clientes variedad de productos que además de un sabor original, desde el empaque, hasta el tiempo de entrega, se esmera por dejar en sus clientes un producto elaborado por manos guatemaltecas que día a día, como miles de emprendedores, luchan por salir adelante.
EMPRENDER Y MANTENERSE
Maco Sosa y Paola Pullin son dos jóvenes emprendedores que, pese a haber empezado con una carreta, ahora proveen de empleo a más de 20 personas y consideran aumentar en un futuro cercano las oportunidades para más personas, quienes han encontrado en la empresa de los jóvenes emprendedores, la posibilidad de tener un trabajo estable y crecimiento.
En este contexto, Paola comentó que A Todo Burrito significa para ella un sueño a través del cual han logrado innovar con algo que no era popular en su momento.
“Ha sido un sueño que hemos tenido y hemos trabajado para hacerlo realidad, desde que lo conceptualizamos, hasta que ahora es una realidad”, dijo.
Para Maco, el concepto de “Todo Real Nada Fake” se materializa al comer uno de los productos originales que salen de su “cocina fantasma”.
“Dos palabras clave que puedo compartir de las dos marcas es el protagonismo y porque se lo dimos a dos productos que no tenían tanto y se lo merecían. Además, buscamos siempre mejorar el mercado”, comentó Sosa.
UNA VISIÓN QUE SE MATERIALIZÓ
En una entrevista para La Hora, Sosa comentó que el proyecto inició hace dos años y aunque fue un reto que coincidió con la pandemia, han logrado establecer un método efectivo para salir adelante y promover este concepto.
“Es importante aferrarse a una visión, nosotros empezamos con una carreta, la llevábamos a la calle y probamos a hacer las gorditas. Nos parábamos en la Atanasio Tzul, cerca de la empresa de unos familiares porque allí nos dejaban guardarla e incluso tuvimos problemas con los vendedores del lugar, pero les explicamos que era un producto diferente y validamos la aceptación de nuestro producto”, dijo Paola.
Según comentó, fue a través de plataformas como Uber Eats y otras empresas similares que lograron funcionar, antes, durante y después de las restricciones por la pandemia.
“Tuvimos que empezar a hacer nuevas estrategias y ver cómo podíamos generar más ventas por lo que estaba sucediendo a nivel mundial”, dijo.
Además, comentó que por más de año y medio estuvieron investigando sobre el concepto de las cocinas fantasma que estaban empezando a surgir en otras partes del mundo. Además de viajar a Colombia en donde conocieron de cerca la tendencia.
A decir de Sosa, iniciaron con el concepto de A todo Burrito, que contenía los elementos que ya tenía el proyecto de “Las Gorditas”, con el que iniciaron.
“Teníamos el arroz, los frijoles y decidimos incursionar en los burritos que era un producto que en Guatemala hacía falta. Hay cadenas que ya tienen este producto en su menú, pero buscábamos hacer algo diferente”, expuso.
Paola agregó que, aunque inició como un experimento, se dieron cuenta que el mercado era bueno, porque antes de la pandemia las personas no pedían tanto comida a domicilio como ahora.
“La pandemia nos ayudó con el Boom de A Todo Burrito y como nos dimos cuenta que era un éxito, nos centramos en eso y ahora lanzamos una segunda marca que se llama Pikos”, dijo.
¿A TODO BURRITO Y PIKOS?
Maco comentó que el emprendimiento inició ofreciendo cuatro sabores y la marca ha ido ampliando el menú, pues además de burritos ahora venden “burrotes”, quesadillas, así como salsas y otros productos que han vuelto el menú, más robusto.
Un valor agregado que tanto Maco como Paola destacaron son sus salsas, combinables tanto con los burritos, como con los Pikos, que son Sandwiches TOP de Pollo combinables con sabores y complementos.
“Tenemos cuatro salsas en cada marca que han sido bien elaboradas, pensadas y probadas, hasta que se consiga el sabor que sea el diferenciador. En el mercado no hemos probado salsas como las nuestras”, aseguró Sosa.
Según comentaron los emprendedores, actualmente tienen 2 puntos en la Ciudad Capital, desde donde se preparan los alimentos que son entregados en las áreas de cobertura y próximamente buscan ampliar sus cocinas hacia otros lugares para tener mayor alcance.
DESAFÍOS QUE HAN TENIDO QUE ENFRENTAR
De acuerdo con Paola, uno de los desafíos que han tenido que enfrentar es posicionarse cuando las personas aún no los conocían, que va de la mano con competir con grandes cadenas.
“Nosotros existimos virtualmente y es difícil lograr que la gente lo conozca a uno y es un reto que tenemos”, enfatizó.
Además, señalaron que uno de los factores que se han traducido actualmente en un desafío es la escasez de insumos que hay a nivel nacional.
“Es una crisis que también en los alimentos está presente, los precios también han cambiado y son cosas con las que tenemos que vivir y buscar formas innovadoras y solucionarlas para que eso no afecte la rentabilidad del negocio”, añadió.
Paola añadió que ante la falta de algunos insumos han optado por otras materias primas que no alteren la calidad de los productos. “Hemos logrado tener esa flexibilidad que permite tener hasta 5 proveedores de un mismo producto, cuando antes tal vez solo teníamos 2”, dijo.
De acuerdo con Maco, los retos que también han enfrentado ha sido la capacidad de almacenaje y gracias al aumento de las ventas, los espacios han sido insuficientes, lo cual implica un reto, pero es consciente que deben aprovechar el mercado y el crecimiento, por lo que trabajan en ello.
Sobre los retos, Paola agregó que es importante mantener la visión y las metas que como pequeños empresarios los ha guiado. “Hay que luchar por los objetivos, aunque haya altibajos durante las semanas o meses. Mantener esa motivación es clave para cualquier emprendedor porque no es fácil mantenerse motivados si a uno no le está yendo muy bien”, dijo.
Sobre esto, Sosa agregó que emprender también implica sacrificios, como el no tener fines de semana libres, “en el negocio de la comida, el fin de semana es cuando más se vende y estamos conscientes de que es un trabajo duro, pero no perdemos de vista el resultado final”, expuso.
ACIERTOS Y BUENAS DECISIONES
De acuerdo con el emprendedor, cuando se está empezando es necesario evaluar qué inversiones es posible hacer y cuáles no, una de ellas fue buscar que el empaque fuera profesional, porque a decir de Sosa, buscan posicionar su marca en los consumidores.
También cuentan con insumos propios de la marca y el eslogan “todo real, nada fake”, disponibles en la página web de A Todo Burrito.
¿CÓMO CONTACTARLOS?
Para conocer las variedades de productos que ofrece A Todo Burrito y Pikos, puede acceder a través de las páginas web y redes sociales de ambos emprendimientos.