Uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19 ha sido el turismo. Desde pequeños emprendedores hasta grandes corporaciones vieron afectados sus ingresos debido a la falta de turistas tanto nacionales como extranjeros que, derivado de las restricciones para la mitigación del virus, dejaron de visitar lugares turísticos. Según cifras del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), durante el primer semestre del 2021, ingresaron al país un total de 257,874 visitantes, de los cuales el 94% fueron turistas y el 6% excursionistas.
Con relación al mismo período del 2020, hubo una baja significativa del -52%. Esta baja se debe a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, el turismo interno ha abierto la puerta para quienes ofrecen algún tipo de servicio turístico en el país.
TURISMO SOSTENIBLE EN LA “NUEVA NORMALIDAD”
De acuerdo con el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), la sostenibilidad es parte esencial de la “nueva normalidad”, lo cual ha proporcionado una nueva visión para el turismo. Dentro de los aspectos que se incluyen en la sostenibilidad, destaca la conservación de la biodiversidad, en donde destacan que un medioambiente sostenible hace más competitivo al sector turístico.
De esa cuenta, se destaca que, “el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”.
Según el Inguat, el turismo sostenible busca dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
Así como, asegurar actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes, beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.
Cada segmento turístico representa demandas diferentes para quienes ofrecen servicios en el país. En este sentido, la oferta turística ha implementado distintas estrategias para atraer visitantes que ahora, además de hacer turismo buscan “estar seguros”, en términos de bioseguridad.
A medida que las restricciones por Covid-19 han variado, la posibilidad de visitar lugares como excursionistas ha sido una de las opciones que muchas familias han adoptado. Parques que permitan actividades recreativas, deportivas, que sean “pet friendly” y que cumplan con el distanciamiento requerido por las autoridades, destacan entre los destinos que ahora son considerados como una opción para hacer turismo de cercanía.
En la ciudad capital, específicamente en la zona 16, se ubica el Parque Ecológico Jacarandas de Cayalá. El lugar cuenta con una extensión aproximada de una caballería y su administrador, Enrique Vásquez, comentó que a raíz de esta “nueva realidad”, el parque se ha convertido en una opción para las personas que buscan un lugar rodeado de naturaleza, con espacio abierto y amigable con las mascotas.
MÁS VISITANTES QUE BUSCAN COMPARTIR SIN SALIR DE LA CIUDAD
Para don Enrique, los cambios con relación a las personas que visitan el parque han sido notorios en los últimos meses. Según mencionó, en los últimos meses, el control de ingresos al parque ha incrementado, lo cual atribuye a que las personas buscan espacios cercanos en donde no tengan que invertir tiempo y combustible extra.
“Sobre todo los fines de semana, vemos personas que llegan a pasear a su perro al parque o a clases de obediencia. También llegan personas para realizar actividades familiares, hay quienes solo llegan a caminar y familias que llegan a comer, manejar bicicleta y pasar un día en familia”, remarcó.
Añadió que los excursionistas buscan espacios cercanos en donde pueda “aprovecharse” el día, sin el estrés que puede generar movilizarse fuera de la capital.
¿QUÉ OFRECE JACARANDAS DE CAYALÁ A SUS VISITANTES?
De acuerdo con Vásquez, el parque cuenta con 20 áreas techadas para actividades familiares, las cuales están disponibles según el aforo establecido por las autoridades en el Sistema de Alertas Sanitarias.
Así como espacios para convivencias familiares al aire libre, senderismo, áreas deportivas y un área para practicar tiro al blanco.
Según comentó don Enrique, las personas que deseen pueden solicitar una churrasquera o bien comprar alimentos en el lugar como chicharrones y carnitas o incluso tamales. Así como repartidores de comida rápida que llegan con facilidad al área.
“Nosotros estamos enfocados en ofrecer a las personas un lugar en donde encuentren espacios abiertos, que puedan caminar, correr, trotar, manejar bicicleta, llevar a sus mascotas y convivir en familia sin complicaciones”, remarcó.
Además, mencionó que, al ser un área abierta, las personas pueden estar seguras y así poder pasar un día de convivencia en contacto con la naturaleza.
UNA GRAN FAMILIA
Vásquez comentó que con el paso del tiempo ha conocido a familias que ahora son visitantes habituales del parque.
“Muchas de las personas que llegan al parque ya me conocen, ya sé los días que quieren llegar, a algunos los espero los lunes, poco a poco vamos conociéndonos y nos vamos convirtiendo en una gran familia y también recibimos siempre visitantes nuevos que se van con ganas de volver”, enfatizó.
UN RESPIRO DE LA TECNOLOGÍA
Según comentó don Enrique, las familias encuentran en el parque un respiro para poder desconectarse de computadoras, así como dispositivos móviles y disfrutar de la naturaleza sin tener que recorrer muchos kilómetros.
“Algunos padres me dicen que necesitan espacios como ese para poder desconectarse del Zoom y de todas esas plataformas que han causado ansiedad y otras sensaciones en las personas y esta es una opción sana que les permite eso”, añadió.
SOBRE EL PARQUE
Don Enrique comentó que el parque se encuentra abierto de lunes a domingo, el costo de la entrada es de Q15.00 por persona y Q15.00 de parqueo.