POR MARGARITA GIRÓN
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Tras conocerse que el Gobierno consideró la no renovación del convenio de cooperación Guatemala-Cuba en materia de prestación de servicios de salud que permite a brigadistas cubanos trabajar en el país, el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade, a través de un comunicado, recomendó a las autoridades, no interrumpir dicho acuerdo, considerando, particularmente, que 200 médicos cubanos están en la primera línea de atención a pacientes de COVID-19.
Rodas también expresó su rechazo a las pretensiones del diputado Felipe Alejos para que el Gobierno de la República suspenda el convenio de cooperación Guatemala-Cuba en materia de salud, por considerarla contrarias a los intereses nacionales y porque lesiona el derecho a la salud de los guatemaltecos más vulnerables, justamente, en momentos en que, por la emergencia de la pandemia del COVID-19, el sistema de salud pública requiere de manera urgente incrementar sus capacidades de atención en salud.
Además, recomienda al presidente Alejandro Giammattei, realizar las gestiones necesarias a efecto de que sea prorrogado el convenio de cooperación entre los gobiernos de Guatemala y Cuba, particularmente en materia de salud.
SOBRE LOS ESPECIALISTAS
Según detalla el pronunciamiento, la asistencia humanitaria internacional, tiene asidero en convenciones suscritas por los Estados, Guatemala en ellos, en el marco de las Naciones Unidas, y se rige por los principios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e independencia operacional.
Agregan que, se trata de una forma de ayuda entre pueblos y gobiernos que concurren en auxilio, para coadyuvar en la superación de necesidades básicas o situaciones de emergencia: hambrunas, pandemias y desastres de gran escala. Incluye una amplia gama de medidas y programas de atención a necesidades ingentes de las poblaciones vulnerables.
Una de las formas de este tipo de cooperación es a través de acuerdos bilaterales, como es el caso del Convenio Básico de Cooperación para el Desarrollo, suscrito por Guatemala y Cuba el 18 de septiembre de 1998, que contempla la presencia de Brigadas Médicas Cubanas, integradas por especialistas para prestar servicios en las áreas rurales; la “Operación Milagro” (intervenciones de cirugía ocular), y la formación médica de estudiantes guatemaltecos en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba.
Además, detallan que, la cooperación de Cuba ha permitido brindar servicios de salud a población que no tiene acceso a nuestro sistema público, ni cuenta con la capacidad económica de pagarse servicios privados de atención. Se trata de pobladores rurales, que viven muy alejados de los centros urbanos, la mayoría en comunidades con alta densidad de población indígena, en condiciones de pobreza y pobreza extrema. La Brigada Médica Cubana tiene presencia en 16 de los 22 departamentos del país.
De acuerdo con la PDH, informes oficiales evidencian que, las Brigadas Médicas Cubanas han brindado servicios gratuitos de consulta a 2 millones de personas, ha devuelto la salud visual a casi 220 mil pacientes y ha realizado alrededor de 500 mil cirugías.
“Con la cooperación de los especialistas se han instalado y están en marcha cuatro centros oftalmológicos: en San Cristóbal, Alta Verapaz; en las cabeceras de Jalapa y San Marcos, y en Villa Nueva, donde, conjuntamente con la Municipalidad, recién fue remodelado el centro y bautizado con el nombre del insigne José Joaquín Palma”, se lee en el pronunciamiento.
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GOBIERNO ACLARÓ POSTURA
Esta mañana, la ministra de Salud Amelia Flores, dijo que, en su respuesta a los medios hace unos días, cuando fue consultada por el tema, no quiso decir que la cartera no cuente con los recursos para los especialistas cubanos, ya que presupuestariamente de forma anual, las unidades ejecutoras han incluido ese aspecto.
“La posición del Gobierno no es expulsar a la brigada cubana, en ningún momento se mencionó esa aberración, yo mencioné que estamos en el Ministerio revisando presupuesto, eso no equivale a la sanción de los médicos cubanos”, dijo.
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