Agexport realizó una investigación sobre la actualidad y nuevas tendencias para la modalidad de restaurantes. Foto: La Hora/Christian Gutiérrez

POR MARGARITA GIRÓN
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A través de la Unidad de Inteligencia de Mercados de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, se realizó una investigación sobre la actualidad y nuevas tendencias para la modalidad de restaurantes y sus implicaciones para quienes les abastecen, tras la crisis generada por el COVID-19.

De acuerdo con el analista de la Unidad de Inteligencia de Mercados de Agexport, Jorge García, la industria de restaurantes ha sido una de las más afectadas por el COVID-19, llegando incluso a una caída del 100 por ciento de comensales sentados en restaurantes.

CONSUMO FUERA DE CASA SE VUELVE NO ESENCIAL

A decir de García, el factor más decisivo será el impacto económico en los consumidores, ya que, en los momentos de crisis las personas quieren llevar alimentos a casa, y el consumo afuera de ella se vuelve no esencial.

“Según una encuesta de Boston Consulting Group el 81% de los estadounidenses están gastando menos debido a la crisis del COVID-19. Incluso en China, que están saliendo de la pandemia, un tercio mencionan que planean gastar menos en restaurantes”, cita García.

Agrega que, los consumidores esperan una recesión en los próximos meses, lo que los lleva a replantear sus prioridades de consumo futuras forzando a la industria atravesar una fase de reinvención en los servicios que se proveen.

“Es algo que jamás había ocurrido, ni en las mayores crisis. Pero, en medio de la adversidad, y en la búsqueda por sobrevivir, han surgido nuevas ideas en la industria, o se han adoptado viejas ideas para nuevos segmentos del mercado”, destaca García en su análisis.

Además, señala que, la industria se caracteriza por la innovación y la resiliencia, lo que les ha ayudado a adaptarse a la compleja nueva realidad. Asimismo, indica que han tenido que readecuar su propuesta de valor en base a las nuevas preocupaciones de los comensales, los cuales buscan reducir el contacto humano, valoran la limpieza y están reestructurando sus prioridades de consumo por la crisis económica.

En esa línea, destaca que el cambio más significativo que han tomado los restaurantes ha sido la forma de servir. La prohibición de apertura de restaurantes ha provocado que los comensales migren a otras modalidades como delivery, drive thru, o preparar en casa sus alimentos.

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“Esto tiene grandes implicaciones en el futuro de los restaurantes. El distanciamiento social y el menor consumo fuera del hogar afectarán a la industria por los meses que dure la pandemia, e incluso es posible que más allá”, enfatiza García.

Añade que, el distanciamiento social se quedará por un tiempo indefinido, al menos hasta que se logre inmunizar a la población. Esto implicará que, aun cuando los restaurantes puedan abrir, tendrán menos comensales (porque necesitan más espacio entre mesas) y tendrán que reducir el uso de áreas compartidas como bares de ensalada, fuentes de soda o incluso saleros.

También detalla que, los empresarios deberán adaptar el diseño de sus locales enfocándose en el distanciamiento social.

“Todas las medidas anteriores se están observando actualmente en China, que ya está disminuyendo las medidas de cuarentena. Todo esto afectará la rentabilidad de los restaurantes cuya propuesta de valor está enfocada en el consumo en mesa, principalmente aquellos cuyos alimentos son difíciles de transferir a otras modalidades de servicio”, puntualizó.

SOLUCIONES

García describe que, la vía de escape por la que han optado los restaurantes ha sido servir alimentos fuera de la mesa. A través de distintas modalidades de servicio (delivery, drive thru, pick-up, etc), las empresas han buscado la forma de seguir vendiendo. Aun así, las ventas son solo una fracción de lo que vendían en la mayoría de los restaurantes, pero han sido canales clave para mantener un flujo de efectivo entrante a los restaurantes. Esto lleva a pensar que los demás deberán invertir en adaptar su servicio a estas dos modalidades.

EXPORTADORES

En el caso de los exportadores, el estudio señala que, es aconsejable diversificar la cartera y enfocar esfuerzos en quienes podrían ser más resilientes, así como conocer a qué sectores vende. Además, con el auge de la atención a la limpieza muchos clientes demandarán mayor trazabilidad de sus alimentos a través de certificados que aseguren la inocuidad de los alimentos.

UNA NUEVA MODALIDAD

Sergio Valdez y su socio emprendieron un negocio de alimentos aproximadamente 20 días antes de que iniciara la crisis. Por más de un mes acatando las restricciones, permanecieron cerrados; sin embargo, la necesidad de pagar la renta del local y recuperar la inversión realizada, los llevó a implementar la metodología de combos de comida típica entregados a domicilio.

“Pues allí vamos, estamos vendiendo poco, pero estamos llegando ya a personas que no nos conocían. Estamos constantes”, mencionó Valdez.

Además, comentó que han logrado llegar a un acuerdo con el arrendatario del local, quien consciente de la situación, llegó a un arreglo con los emprendedores, bajando un porcentaje de la renta, mientas pasa la crisis y ellos se adaptan a la nueva dinámica del negocio.

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