Por Margarita Girón
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Medios locales de Honduras han informado sobre una nueva caravana migrante, que saldrá mañana desde San Pedro Sula, con rumbo hacia Estados Unidos. En ese sentido, el presidente Alejandro Giammattei, aseguró tener conocimiento sobre el tema y remarcó que los integrantes de la misma, serán detenidos en frontera y según palabras del mandatario, serán “basculeados” y se les tomará la temperatura, como parte de las medidas que implementa el Gobierno ante el brote mundial de coronavirus.
“La persona que venga con algún síntoma, no la vamos a dejar entrar e inmediatamente la vamos a expulsar”, dijo Giammattei.
Además, agregó que es parte de lo que permite el estado de Calamidad Pública declarado por el mandatario ante la expansión del COVID-19, que de momento no reporta casos en Guatemala.
SOBRE LAS CARAVANAS
Durante este año, al menos dos grupos de migrantes han intentado llegar a Estados Unidos a través de caravanas integradas por personas adultas, acompañadas de menores de edad. La primera caravana salió el 14 de enero de Honduras y días después fue disuelta por autoridades mexicanas, quienes detuvieron y deportaron a su país de origen a muchos de los migrantes que la integraban.
EE. UU. REFUERZA SEGURIDAD EN LA FRONTERA SUR
En tanto, según la agencia de noticias Associated Press, el gobierno de Estados Unidos se dispone a enviar a 160 policías e ingenieros militares a dos cruces fronterizos oficiales para “lidiar” con los solicitantes de asilo, aunque de momento las autoridades estadounidenses no se han pronunciado ante la posible salida de una nueva caravana migrante, la medida fue tomada en caso que un tribunal federal de apelaciones anule una de las políticas antiinmigrantes de la administración de Donald Trump.
De acuerdo al artículo, el despliegue es en respuesta a una multitud de solicitantes de asilo que se congregó en un cruce en El Paso el viernes pasado luego que la Corte de Apelaciones del 9no Circuito suspendió temporalmente el programa conocido como “Permanecer en México”, que obliga a quienes piden asilo a esperar en ese país mientras las cortes estadounidenses procesan sus casos.