Por Margarita Girón
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Al migrar a los Estados Unidos, muchos guatemaltecos llevan consigo los sueños que tenían antes de salir del país, y ante la imposibilidad de cumplirlos en Guatemala, han sobresalido por su determinación al establecer sus emprendimientos en ese país.
Para algunos, la posibilidad de trabajar por un patrimonio se convierte en prioridad, mientras que, para quienes viajan con la idea de iniciar una nueva vida, establecer un negocio en Estados Unidos, les ha dado más oportunidades de éxito que las que hubiesen tenido en Guatemala con el mismo giro de negocio.
La Hora Voz del Migrante conversó con cuatro guatemaltecos que han encontrado a través de la gastronomía, una opción de generar ingresos. Además, los emprendedores han trabajado en llevar a los connacionales que residen en estados como Los Ángeles, Washington D.C., Las Vegas y Oklahoma, la sazón que caracteriza a gastronomía y en especial, los antojitos guatemaltecos.
SABORES NOSTÁLGICOS SON UN ATRACTIVO
Karla Alonzo, una guatemalteca originaria de Suchitepéquez, y quien reside en Washington D.C., comentó que, junto a su pareja; quien es de origen mexicano y también migró a los Estados Unidos, decidieron establecer Nim Alí, Guatemalan shukos y antojitos.
A decir de Karla, los factores que hacen que un negocio de comida nostálgica, sea exitoso en Estados Unidos, se debe en primer lugar a que principalmente los guatemaltecos extrañan el sabor de la comida de su país, además del poder adquisitivo que tienen los clientes, ya que pueden pagar un poco más del costo que tendría el mismo producto en Guatemala.
“La gente puede pagar un poco más acá, porque obviamente estamos ganando en dólares, pero también gastamos en dólares, el único beneficio acá es que el pago por nuestro trabajo es mejor que el que probablemente recibiríamos en Guatemala”.
Karla Alonzo
De acuerdo con la entrevistada, la diferencia entre poner un negocio de comida típica en Guatemala y en Estados Unidos, es que en Guatemala no tiene el valor agregado de la nostalgia, sino se vuelve un producto cotidiano que tiene mucha oferta y la competencia es grande y la clave para que pudiese ser exitoso en Guatemala, es toque que lo haga diferente a todo lo que ofrecen los demás.
Para Karla, el principal apoyo lo ha recibido por parte de sus clientes, que son en mayoría latinos, no solo guatemaltecos, sino de otros países de Centroamérica que, en la búsqueda de ampliar su paladar, se han convertido en clientes de Nim Alí, en donde se ofrecen los tradicionales shucos y papas fritas, así como antojitos como tamales de chipilín, tostadas de chao min, guacamol, garnachas y bebidas tradicionales de Guatemala.
“La gente se da cuenta que es muy difícil que un latino sobresalga acá en Estados Unidos y creo que por eso nos apoyamos como comunidad, aunque no es fácil, porque si juntar la plata para poner un negocio de este tipo en Guatemala es difícil, acá es más complicado aún, porque todo es más estricto y más caro, pero gracias al apoyo de los mismos latinos y la sazón que le ponemos a la comida nos ha ido bien”, dijo Alonzo.
MAYOR MERCADO Y VALOR AGREGADO EN EE. UU.
Christian Guzmán, detalló que la idea de emprender con “El Shuko Original, Puro Utz”, surgió en 2015, cuando a través de los constantes viajes que realizaba junto a su hermano a Guatemala, uno de los antojitos que preferían degustar eran los populares shucos y que al mismo tiempo era algo que extrañaban de Guatemala y que también podría gustar al comensal americano.
Según describió Christian, buscaron cómo innovar y llevar un poco de la gastronomía guatemalteca a Estados Unidos y conocer el negocio de los “food trucks”, dio a su proyecto, los elementos necesarios para ponerlo en marcha.
“Empezamos vendiendo los shucos más tradicionales en Las Vegas y la gente nos recibió bien, pero los chapines no somos muchos en la ciudad, entonces decidimos hacer un viaje a Los Ángeles, en donde se encuentra la mayoría de chapines”.
Christian Guzmán
De acuerdo con Guzmán, tener la ventaja de poder movilizarse en diferentes estados, ha sido la clave del éxito del negocio, además de contar con ingredientes con el toque chapín; como el pan, que es preparado especialmente por un panadero guatemalteco, quien le da el verdadero toque guatemalteco a los panes que son la base de los shucos.
“El food truck que usamos en Las Vegas es el que usamos para viajar, junto a otros vehículos para trasladar todos los ingredientes y en especial el pan, que no se consigue en cualquier lugar”, detalló Christian.
“Cuando nosotros llegamos, no solo les vendemos el shuco, llegamos y ponemos mesas, música guatemalteca y es como un lugar para convivir entre guatemaltecos y allí se han conocido muchos que han migrado de las mismas comunidades y esto ha servido para puedan reconectarse con su gente, lo que se convierte en un valor agregado para el negocio”, puntualizó.
Además, agregó que dentro de los factores que han influido para que el negocio sea exitoso, también está el alcance que han tenido en redes sociales, en donde les conocen por los proyectos sociales que han impulsado, pues según detalló Christian, un porcentaje de las ventas ha sido parte de las donaciones incluidas en las causas impulsadas por los chapines en Guatemala.
Para Christian, emprender un tipo de negocio similar en Guatemala no hubiese sido posible, porque en el país existen cientos de ventas de shucos a un precio accesible, de acuerdo con la economía del país, mientras que, en Estados Unidos, fusionar los sabores y emprender un negocio de ese tipo no permitiría mantener los costos que tiene un food truck, versus una carreta clásica en el país.
EL NEGOCIO ES MÁS RENTABLE EN EE. UU.
Shucos Los Meros, es otro emprendimiento que migrantes chapines han puesto en marcha en Estados Unidos, Jordy Cruz y su primo William Cifuentes, ambos originarios de la Ciudad Capital, iniciaron trabajando en un restaurante guatemalteco en donde se desempeñaron en distintos puestos, hasta que un día, al limpiar uno de los food trucks, la idea de tener uno propio llegó y no desaprovecharon la oportunidad.
“Nos surgió la idea de asociarnos porque en California hay muchos restaurantes guatemaltecos, pero hasta hace uno años, muy pocos ofrecían shucos y mixtas en su menú y así decidimos empezar el negocio y nos ha ido muy bien”.
Jordy Cruz
Desde las 17, hasta las 23 horas, “la troca” de Shucos Los Meros, atiende a quienes salen de sus trabajos en busca de una comida rápida y con sabor guatemalteco. Según Cruz, durante el día los primos trabajan en dar promoción a su empresa y en eventos privados en donde son contratados y así aprovechar la jornada.
Además, a decir del entrevistado, el secreto de los shucos y mixtas que preparan, está en que ellos mismos preparan los embutidos de forma artesanal, tal y como son preparados en Guatemala.
Cruz manifestó que siempre han tenido la inquietud de emprender un negocio similar en Guatemala; sin embargo, la forma de trabajar es diferente, desde la logística, el local y el público al que está enfocado el emprendimiento, por lo que considerarían hacerlo a través de una franquicia, dirigida a un público que pueda pagar más por sus productos, aunque esto sería un reto, pues los guatemaltecos se han acostumbrado a los negocios que ofrecen shucos a menor precio.
“En Guatemala la costumbre es comer shucos al estilo artesanal y casero, en cambio acá -EE. UU- la gente paga más, porque para ellos comerse un shuco es un lujo, le damos un toque diferente porque nuestros clientes tienen mayor poder adquisitivo”, indicó Cruz.
Además, de los shucos y mixtas, Cruz detalló que han incluido en el menú el pollo frito al estilo chapín, sabor que no se encuentra en los restaurantes en Estados Unidos con una receta propia.
INTENTÓ EN GUATEMALA, PERO TUVO QUE VOLVER A ESTADOS UNIDOS
Después de migrar la primera vez, José Castellón, un chapín originario de Quetzaltenango y que actualmente es propietario de Xela Tacos Eliab, en Oklahoma, relató que hace unos años volvió a Guatemala y decidió emprender un negocio para poder salir adelante en su tierra, para ello adquirió la receta de los tacos, solicitó los permisos correspondientes, compró su propia carreta e inició el negocio; sin embargo, debido a que el espacio en donde se le asignó para la venta en Quetzaltenango, se ubicaba cerca del basurero, el emprendimiento no fue lo que esperaba y tuvo que desistir de la idea, tomando nuevamente el camino hacia Estados Unidos.
“Compré una de esas carretas de tacos y la receta, pero el espacio que me asignaron para poder vender no era el apropiado porque estaba casi enfrente del basurero y al final no nos fue bien y decidí mejor no continuar con eso. El tiempo fue pasando y por la misma necesidad y falta de oportunidades, tuve que volver a migrar”
José Castellón
A decir de José, aunque en Estados Unidos, existan diversos negocios que ofrecen sazón chapina, cada uno tiene un toque distinto que hace que se conviertan en los favoritos de los clientes, que no solo son guatemaltecos, sino en muchos casos, son americanos que han adoptado el sabor guatemalteco y sus platillos.
“Xela Tacos, lo que tiene es que ponemos la sazón de nuestro país, es la carne, el repollo, la salsa casera, cebolla, además de las papas”, señaló Castellón.
Además, de los tacos, José ofrece como extra a los platillos, frijoles, arroz y los típicos chicharrines con mayonesa y salsa dulce que se venden en Guatemala.
De acuerdo con José, ha recibido ofertas para instalar otros camiones en Texas, Virginia, y otras ciudades, pero de momento piensan permanecer en la 1116 N Meridian Ave, Oklahoma City, en donde sus clientes, no pierden la oportunidad de degustar los platillos de José y sus Xela Tacos.
El chapín, aunque esté lejos de su tierra, ha demostrado con trabajo y esfuerzo muchos de los proyectos que no han podido realizar en Guatemala, han sido posibles, gracias a otros connacionales que con nostalgia o latinos que, en busca de otros sabores, han encontrado en la gastronomía guatemalteca, un toque diferente y han dado la oportunidad a los emprendedores guatemaltecos para salir adelante.