Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt
Diariamente, en la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), arriban dos o tres vuelos con guatemaltecos retornados desde Estados Unidos. Aunque algunos vuelven a sus comunidades de origen en el interior del país, otros deciden quedarse en la Ciudad Capital para “probar suerte”, aunque los desafíos laborales que enfrentan siguen impulsando que muchos intenten migrar nuevamente, deben superar una deportación que los obliga a volver a su país de origen “sin nada”.
El guatemalteco Willy S. Sosa, vivió 24 años en Estados Unidos y en el 2019 fue retornado a Guatemala, dejando su patrimonio y su familia en el país en donde formó una vida y en donde además, adquirió la mayor parte de su experiencia laboral.
Sin embargo, pese que al volver de forma abrupta a Guatemala, ha encontrado desafíos tanto en el ambiente laboral como personal. Ahora busca encontrar una oportunidad laboral y se capacita en Te Conecta, una organización que capacita de forma gratuita a los retornados para que puedan optar a puestos en distintas áreas, según la experiencia adquirida en Estados Unidos.
La Hora Voz del Migrante, visitó las instalaciones de la ONG y además de conocer las propuestas que tiene la organización para lograr la colocación laboral de los migrantes retornados, Willy compartió su historia y detalló cómo ha sido su vida después de despertar del “Sueño Americano”.
De acuerdo con Willy, volver a Guatemala, además de significar un cambio de rutina y de ingresos, convertirse en lo que él describió como una “carga económica” para la familia, no ha sido fácil y es por ello que conseguir una plaza laboral se ha convertido en una de sus prioridades para el connacional desde que regresó a Guatemala.
“En Guatemala uno se convierte en una boca más que hay que alimentar y he tenido que ver cómo salir adelante y ahora estar en Te Conecta con personas que han vivido lo mismo que yo, está llenando el vacío del respaldo familiar del que muchas veces carecemos”, dijo.
ASÍ ERA SU VIDA EN ESTADOS UNIDOS
Willy relató que en Estados Unidos, tuvo la oportunidad de residir en Nueva York, posteriormente se mudó a Washington en donde vivió por varios años por motivos laborales. Pero fue en Virginia que pudo optar a una licencia de conducir, en donde según dijo, por 18 años mantuvo un record positivo al volante.
Según Willy, al tener un trabajo estable decidió formar una familia y adquirir una casa en Maryland, a donde se mudó para formalizar un hogar, en donde el trabajo de soldadura le permitió comprar una vivienda y ser el sostén de la familia hasta que empezaron los cambios que no estaban dentro de los planes del guatemalteco.
“Todo iba bien, pero a partir de los atentados del 9-11 muchas empresas cerraron y tuve que volver a Nueva York y conseguí trabajo, pero tuve que mudarme de nuevo con mi familia, hasta que me deportaron”, dijo el connacional.
HA TOCADO PUERTAS SIN TENER RESPUESTA
A decir del entrevistado, al iniciar el proceso Te Conecta, se ha abierto una nueva esperanza de poder adquirir una oportunidad laboral. Ya que, según describió, después de un año, en el que ha tocado puertas por su cuenta, ha comprobado que la situación laboral para los guatemaltecos es difícil.
“A mí me gustaría trabajar de lo que sé hacer, pero en Guatemala solamente tendría oportunidad de trabajar por cuello o pagar por una plaza. Es bien difícil afuera, pero espero que a través de este proceso pueda hacerlo”, destacó.
De acuerdo con Willy, pese a que en Guatemala, hay muchas ferias de empleo, aplicar a las plazas se convierte en una inversión por cada currículum que debe dejar, sin que a la fecha haya tenido suerte para calificar en alguna vacante a la que haya optado.
“Hay ferias por todos lados, en un día yo podría gastar Q50 en solo en papelería, hablemos de fotocopias e impresiones, porque cada currículum tiene 12 hojas que tienen que dejarse junto a la solicitud, he aplicado en empresas de comida rápida o manufacturas y nunca me han llamado. Lo único que he hecho es gastar mis Q10 en cada expediente y nunca me van a llamar, ya he ido a varias ferias de empleo y no llegan a ningún lado”, puntualizó.
“Todo iba bien, pero a partir de los atentados del 9-11 muchas empresas cerraron y tuve que volver a Nueva York y conseguí trabajo, pero tuve que mudarme de nuevo con mi familia, hasta que me deportaron”
Willy S. Sosa
SU EXPERIENCIA
Según Willy en Estados Unidos, además de adquirir experiencia laboral, tuvo posibilidad de prepararse académicamente, estudiar inglés y especializarse en el área laboral, lo que le permitió tener todos los beneficios de alguien con estatus legal en EE. UU.; sin embargo, ahora está consciente de que si no puede tener un trabajo en su área, a lo mejor pueda aprender algo nuevo y especializarse en otra.
“En Estados Unidos uno a veces tiene que tener hasta dos trabajos y así aprendí a especializarme en la cocina también y creo que esto también podría darme la oportunidad de tener un empleo en el área de cocina o servicio al cliente, conductor o incluso traductor”, puntualizó.
Luego de terminar con la entrevista, Willy volvió a la computadora, en donde practica mecanografía a través de instrucciones de un programa digital en donde compartía conversación con otros dos guatemaltecos que se han incorporado al programa de Te Conecta.
UN NUEVO PROYECTO PARA LOS GUATEMALTECOS RETORNADOS
José Ordoñez, director del programa Te Conecta, explicó que actualmente impulsan un programa en conjunto con el Intecap y Fundación Avina, a través del cual, buscan certificar la experiencia en el área culinaria de guatemaltecos retornados que quieran aplicar al programa gratuito que ofrece la organización.
“Nuestra meta para este año es lograr ubicar laboralmente a más de 200 personas, en plazas de trabajo formales y lograr capacitar y orientar laboralmente a más de 2 mil personas”, dijo Ordoñez.
Además, indicó que a finales de febrero inicia la capacitación para retornados que cuentan con experiencia en el área de cocina y en marzo lo harán con los retornados que conocen el área de construcción y tabla yeso. Asimismo, agregó que las personas retornadas cuentan con la experiencia y capacidades necesarias para poder desempeñarse tanto en la cocina como en otras áreas.
“Muchos de ellos incluso reciben cursos de capacitación con empresas muy grandes, tanto en el área de construcción, cocina. Ahora con este proyecto estamos buscando personas que hayan vivido en Estados Unidos y hayan trabajado en el área culinaria y que además deseen certificar sus competencias para que acerquen a nosotros”, puntualizó.
Durante el 2019, el programa piloto de certificación de competencias impulsado por Fundación Avina, certificó al menos a 60 migrantes retornados en las áreas de cocina y construcción en donde migrantes retornados del interior y de la Ciudad Capital, certificaron su experiencia laboral adquirida en Estados Unidos.
