Por Margarita Girón
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Aunque para muchos estadounidenses la llegada del fin de año es sinónimo de celebración y festividades, para los migrantes que buscan continuar generando ingresos, la situación no es la misma, pues además de las bajas temperaturas, se ven afectados por la disminución en las horas de trabajo, afecciones de salud y gastos adicionales que muchas veces afectan su economía.
Recientemente, la agencia de noticias Associated Press (AP), informó sobre una intensa tormenta invernal en el centro-norte de Estados Unidos que interrumpió el tráfico aéreo y provocó que las autoridades alertaran a la ciudadanía a tomar medidas de precaución ante las densas nevadas y gélidas temperaturas, algunas incluso bajo cero.
Mientras los chapines, acostumbrados al clima guatemalteco, que, si bien es cierto, también desciende durante los últimos meses del año y persiste durante enero, febrero o incluso marzo, deben soportar las bajas temperaturas en Estados Unidos, lo que se traduce en un reto para continuar generar ingresos y el envío de remesas a sus seres queridos; así lo exponen connacionales consultados por La Hora Voz del Migrante, residentes en Connecticut, Nueva York, Maryland y Nueva Jersey.
Botas, dos pares de calcetines, una chaqueta gruesa, gorro, guantes y si es posible usar ropa térmica, son algunas de las indumentarios que los connacionales pueden adquirir para soportar las bajas temperaturas.
TRABAJO DISMINUYE POR EL FRÍO
El líder migrante Leonel Arenas, quien es originario de La Gomera, Escuintla, un municipio ubicado en la Costa Sur del país y caracterizado por ser de clima cálido, manifestó que contrario a Guatemala, las cuatro estaciones son más marcadas en Estados Unidos y aunque el calor que se vive es extremo, el frío en particular afecta más a la comunidad migrante que reside en los estados más fríos del país norteamericano.
“Hay personas que se dedican a trabajar en el campo y durante esta época el trabajo disminuye considerablemente porque las cosechas bajan y no hay producción y esto ocasiona que las empresas no contraten más empleados para trabajar en el campo”, dijo Arenas.
El guatemalteco refirió que también los migrantes que trabajan en el área de construcción resultan afectados, pues quienes logran mantener el empleo, deben hacerlo en el exterior de las edificaciones, soportando las bajas temperaturas que afectan a Estados Unidos cada fin de año.
A decir de don Leonel, cuando él llegó a Estados Unidos; hace más de 15 años, el invierno estaba finalizando y las temperaturas eran bastante bajas, esto significó para él un cambio drástico, pues en La Gomera, lo que predomina es el calor.
“Me tocó que batallar los primeros años, pero ahora, cada año me preparo para recibir el invierno, en muchos centros de salud colocan gratis la vacuna contra la influenza y eso nos protege un poco de contraer enfermedades respiratorias por las bajas temperaturas”, puntualizó el entrevistado.
De acuerdo con el connacional, aunque no trabaje en el exterior, al momento de trasladarse hacia su centro de labores o hacia su casa, estar expuesto a las bajas temperaturas es un factor de riesgo al que deben exponerse con tal de continuar trabajando y no afectar su salario.
LO IMPORTANTE ES NO DEJAR DE TRABAJAR
Don Mario Chavarría, desde Nueva York, comentó que durante los más de veinte años que lleva viviendo en Estados Unidos, ha podido observar cómo durante esta época del año las temperaturas descienden considerablemente, situación que afecta a los miles de guatemaltecos que residen en los estados en los que predominan mayormente por las bajas temperaturas.
Según relató don Mario, en algunas ciudades de Chicago, Illinois y Nueva York, los propietarios de casas y comercios contratan personal, tanto hombres como mujeres para limpiar la nieve de las calles y carreteras.
De acuerdo con el guatemalteco, estar expuesto a las bajas temperaturas con tal de ganar dinero por unas horas de trabajo, tiene efectos negativos en los chapines que desempeñan esta labor.
“En lo que más sufren los chapines es con las enfermedades de las vías respiratorias y bronquiales, otros sufren complicaciones del corazón, pero por la misma necesidad es que se arriesgan a trabajar sin medir las consecuencias y lo hacen porque en este tiempo paga bien por hora y lo importante es no dejar de trabajar”, añadió Chavarría.
El guatemalteco también comentó que la mayoría de migrantes, ante la falta de empleos en la construcción o trabajos en campo, opta por trabajar retirando nieve mientras dura el invierno.
PARA MIGRANTES, EL INVIERNO TRAE ENFERMEDADES Y GASTOS EXTRAS
Mercedes Say es originaria de Totonicapán, actualmente reside en Maryland y aunque su comunidad de origen se caracteriza por tener un clima frío, según describió, la época más fría en Estados Unidos puede duplicar la sensación que tenía cuando estaba en Totonicapán.
Say, quien labora prestando sus servicios en el área de limpieza y al igual que muchos migrantes guatemaltecos que se desenvuelven en las áreas de construcción, jardinería y cocina, describió que la época fría y especialmente cuando se dan nevadas, es la que más afecta a los migrantes, pero también se convierte en una oportunidad para seguir generando ingresos, pues muchos optan por trabajar limpiando la nieve.
“Alguien tiene que hacer el trabajo de limpiar las aceras, calles y casas y es a esas temperaturas bajo cero que nuestros hermanos tienen que trabajar, la mayoría son hombres, pero también hay mujeres que trabajan quitando nieve porque no consiguen un trabajo fijo donde poder estar entonces en algún momento todos lo hacemos o lo hicimos”, detalló Say.
Para la entrevistada, el tema de la salud es importante pues los migrantes que se encuentran de forma irregular en Estados Unidos no cuentan con Seguro Social y el acceso a un médico privado no está dentro de las posibilidades económicas de muchos de ellos.
“Este clima produce serios problemas respiratorios y enfermedades pulmonares y aquí como buenos chapines andamos viendo cómo nos curamos con los medicamentos que podamos conseguir a bajo costo con algunos latinos, pero definitivamente, uno de los principales factores que nos afectan en cuanto a la temporada de invierno es el no tener acceso a atención médica”, remarcó la entrevistada.
Según Say, algunos guatemaltecos trabajan hasta 14 horas al día, enfrentándose a desafíos que van desde el idioma, hasta las condiciones climáticas que también significa incurrir en gastos extras, pues adquirir un par de zapatos de buena calidad que aíslen el frío, puede costar hasta US$200 dólares (unos Q.1mil 500 quetzales), además de comer sus alimentos fríos, al no contar con lugar en donde calentar la comida si es que la llevan desde casa.
“A veces podemos llevar comida, pero debemos comerla fría porque no hay un lugar donde poder calentarla y hay que comérsela así porque no queda de otra”, enfatizó la guatemalteca.
Say detalló que cuando cae una tormenta de nieve que en promedio dura tres días, puede generar hasta una semana de trabajo para quienes laboran limpiando, pero el resto del mes se quedan sin trabajo y sin ingresos, situación que afecta la economía de los chapines que deben pagar renta, teléfono y otros servicios básicos en Estados Unidos.
“El trabajo disminuye y ellos deben prepararse, porque, aunque quieran trabajar el clima no lo permite y toca ahorra durante el verano para no pasar penas en invierno”, destacó Say.
Waldemar Son es originario de Chimaltenango y actualmente trabaja en el área de la construcción en Nueva Jersey. Según detalló, desde el mes de octubre, las tareas para quienes trabajan en su área empiezan a disminuir, pues en comparación con la época de verano en donde usualmente se trabajan 6 días a las semanas, a partir del inicio del invierno las jornadas disminuyen a 5 días y luego a 3 cuando la temporada de invierno alcanza las temperaturas más bajas.
A diferencia de su hermano, quien sí se ve afectado por esta falta de trabajo, Waldemar logró posicionarse en una empresa con un número considerable de empleados y percibe un salario fijo por sus servicios.
“Yo trabajo de lunes a sábado, pero sí he vivido temporadas bajas y lo que muchos hacen es buscar otras oportunidades temporales para poder ganar dinero. Mi hermano en tiempo de frío tiene que quedarse en casa, pero también sale a buscar otros empleos. Algunos lo hacen quitando nieve cuando empieza a caer, solo van y preguntan en las casas y dicen a los propietarios si quieren que se limpie el frente de sus casas y esa ya es una forma para obtener fondos”, dijo Son.
Aunque Waldemar no trabaja en el área exterior, para protegerse del frío debe usar doble vestuario para aislar “un poco” el frío que afecta la temporada y aunque a decir el entrevistado, el primer año el invierno se convierte en una novedad, pues conocen la nieve y otros factores climáticos que no se ven en Guatemala, cuando ya están instalados, la emoción se va y lo importante es protegerse del frío y no enfermarse para poder seguir trabajando.
Waldemar recordó con nostalgia el clima de Guatemala, al que calificó como algo agradable y mencionó que, en enero de este año, se encontraba trabajando en Nueva Jersey, cuando la temperatura estaba bajo cero y fue complicado laborar debido al intenso frío que afectó a Estados Unidos.
TEMPERATURAS ROMPERÁN RÉCORD
Mientras medios estadounidenses han anunciado que la temporada de invierno este rompería más de 300 récords en todo el país, según el pronóstico del Servicio de Meteorología Nacional en donde las bajas temperaturas afectarían mayormente a la costa este y las dos terceras partes del país norteamericano, los guatemaltecos continúan aprovechando las oportunidades para ganar dinero y enviar remesas a Guatemala para sus familiares que esperan celebrar las fiestas de fin de año en un clima no tan adverso, según indicaron los entrevistados.
RECUADRO
De los casi 3 millones de guatemaltecos que viven en Estados Unidos, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), casi un millón, habitan en la Costa este de los Estados Unidos.
Uno de los frentes fríos que afectó la zona en noviembre, alcanzó una intensidad cuyo último antecedente se remonta a hace más de un siglo (1911), según Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).