Ayer se conmemoró el Día de las Mujeres Rurales, una oportunidad para reconocer la contribución de este sector en la economía y la protección al ambiente. Actualmente existen programas e iniciativas donde las mujeres de áreas rurales son protagonistas, aportando mejoras a su comunidad no solo en el crecimiento económico, sino en el manejo de la flora.
“La participación de las mujeres es importante dado que aportan conocimientos y habilidades específicas para la conservación y cuidado de los bosques. Esto también se relaciona con los cambios de seguridad alimentaria, salud y economía”, declaró Irene Gómez, encargada de equidad y género del Instituto Nacional de Bosques (INAB).
EL APORTE ECONÓMICO Y DESARROLLO DE LAS COMUNIDADES
Las mujeres en las áreas rurales han contribuido a erradicar el hambre en sus comunidades, haciendo uso sostenible de las áreas forestales. El Instituto Nacional de Bosques (INAB) ha creado programas de incentivos forestales PINPEP y PROBOSQUE, los cuales brindan beneficios ambientales, sociales y económicos al país con ayuda de las mujeres comunitarias.
La entidad detalló que de los más de Q375 millones inyectados a la economía rural de este año, Q97, 573,902.18 corresponden a 7,964 proyectos de mujeres. Estos proyectos han permitido que 43,371.26 hectáreas de bosque estén bajo manejo y protección de las mujeres, principalmente en áreas rurales.
Estas acciones por parte de las mujeres comunitarias trascienden a la contribución de políticas de seguridad alimentaria, así como la reducción de los índices de pobreza y pobreza extrema.
En el 2021, se han generado 4,090,100 jornales laborales gracias a los incentivos forestales, lo cual equivale a 15,149 empleos en el área rural. De esta cantidad, cabe mencionar que 21,175 proyectos se ubican en municipios con pobreza y pobreza extrema.
ACTORAS IMPORTANTES EN LA RECUPERACIÓN DEL AMBIENTE
Rony Granados, gerente del INAB comentó que la participación de las mujeres rurales ha sido fundamental para la recuperación, protección y manejo sostenible de los bosques en Guatemala.
Uno de los proyectos de esta índole fue el Bosque Energético del Colectivo de Mujeres Organizadas de San Miguel Sigüilá, Quetzaltenango, galardonado con el Premio Forestal Nacional en 2017. La iniciativa consistió en la restauración de áreas boscosas con árboles nativos de crecimiento rápido, como el aliso, para la provisión de leña de los hogares de esa región.
En el proyecto del colectivo participaron 288 mujeres, de las cuales 125 fueron beneficiarias del programa de incentivos forestales PINPEP.
Otra iniciativa protagonizada por las mujeres rurales es Explorando el Valle, un proyecto que busca la conservación del bosque nuboso en Quetzaltenango. Las acciones de este proyecto se vinculan con actividades turísticas y productivas, como artesanías y viveros, las cuales permiten integrar la experiencia y conocimiento de las mujeres y la juventud.