El 30 de agosto profesionales de la salud compartieron una propuesta para contener la pandemia, la cual fue sustentada por las proyecciones epidemiológicas para septiembre, octubre y noviembre. El grupo planteó que, de no formular medidas drásticas de contención, el país podría acumular 13,525 fallecimientos entre septiembre y noviembre. Transcurrido septiembre se registraron 1,190 decesos asociados al COVID-19 en el mes.
Mientras que en el período anterior, es decir, del 1 al 31 de agosto se reportaron 1,483 muertes derivadas de complicaciones asociadas al coronavirus.
EL PANORAMA PREDICHO
La propuesta presentada al Congreso de la República y al Organismo Ejecutivo constaba de tres escenarios: bajo, medio y alto impacto de la pandemia en Guatemala.
Según lo estimado por el gremio, el menor impacto del COVID-19 solo podía lograrse con una restricción total de la movilidad. Bajo este panorama se estimó que Guatemala sumaría 121,998 contagios, al menos 4,195 requerirían hospitalización y otros 1,094 cuidados intensivos; además, se acumularían 3,721 decesos en el periodo.
Un segundo escenario de medio impacto implicaba toques de queda parciales. Bajo esta disposición se estimó que entre septiembre y noviembre del 2021 se acumularían 264,638 contagios, 8,112 personas requerirían tratamiento hospitalario, 1,879 necesitarían atención intensiva y fallecerían 8,071 personas.
Por último, el panorama menos favorable detallaba que, de no ejecutarse ninguna medida de contención significativa, Guatemala podría registrar hasta 443,447 contagios y 13,525 decesos asociados al Sars-CoV2; sin mencionar que 12,242 personas requerirían atención hospitalaria y 2,652 vigilancia intensiva.
¿DÓNDE ESTAMOS Y HACIA DÓNDE VAMOS?
El Tablero COVID-19 consigna que entre el 1 y 29 de septiembre se han acumulado 84,767 casos positivos y una incidencia de 502 contagios por cada 100,000 habitantes. Ese mes sumó 1,190 fallecimientos asociados al coronavirus y registró una letalidad del 1.4%.
Cabe destacar que septiembre fue solo el primer mes del trimestre proyectado por los profesionales, por lo cual se puede estimar que septiembre acumuló un tercio aproximado de las muertes calculadas para el panorama bajo, aunque no existe garantía de cuántos decesos más ocurrirán en los próximos meses.
Las medidas de contención actualmente son reguladas por el semáforo de alertas COVID-19, un registro quincenal de cada municipio en la república. La última actualización consignaba datos del 3 al 16 de septiembre y, para ese entonces, se registraron 300 municipios en alerta roja, 31 en naranja y 9 en amarilla.
La alerta anaranjada implica, entre otros factores:
– Reducción del aforo del transporte colectivo al 50%
– 50% de aforo en estacionamientos de centros comerciales
– Cierre de centros educativos, bares y fiestas
La alerta roja impera:
– Reducción del aforo del transporte colectivo al 50%
– 40% de aforo en los estacionamientos de centros comerciales
– Cierre de centros educativos, parques, bares, discotecas y eventos de aglomeración masiva
Sin embargo, en piezas anteriores se ha expuesto que tanto en el área metropolitana como en el interior del país las personas continúan infringiendo la normativa, celebrando en eventos masivos, sin respetar el distanciamiento social y las demás medidas sanitarias. Incluso se ha evidenciado a través de la denuncia ciudadana el alto aforo en el transporte público, centros comerciales y otros espacios.
83% DE LAS PERSONAS FALLECIDAS NO TENÍAN LA VACUNA
Un estudio publicado ayer por el Laboratorio de Datos expuso que entre junio y agosto las personas fallecidas no estaban vacunadas. Según lo expuesto, en ese trimestre fallecieron 3,362 personas por causas asociadas al COVID-19, de estas solo 57 poseían el esquema completo de inmunización (2%).
Adicionalmente, un 15% de los fallecimientos (508) fueron en personas con al menos una dosis del inmunizador, pero el 83% fueron personas no vacunadas.