Luego de una citación en el Congreso de la República, la ministra de Salud Amelia Flores fue consultada por periodistas sobre temas relacionados a la pandemia y las vacunas; se le preguntó a la titular de Salud si en Guatemala ya había sido introducida alguna nueva variante del virus Sars-CoV2, a lo cual respondió sin mayor detalle que se detectó la presencia de la variante brasileña P.1.
“Ya se han detectado nuevas cepas”, pronunció la jefa del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), “hoy estamos firmando la alerta epidemiológica”. La doctora Flores omitió los detalles y mencionó que más tarde se compartirá un comunicado profundizando la situación. Del mismo modo se le preguntó cuántas personas podrían estar infectadas con la variante de Manaos, pero se negó a contestar.
E. ASTURIAS: PARA VARIANTE P.1. ALGUNAS VACUNAS PUEDEN SER MENOS EFECTIVAS
El 26 de junio el extitular de la Comisión Presidencial de Atención a la pandemia COVID-19, Edwin Asturias, expresó su preocupación sobre la aparición de variantes Gamma y Beta (la de Sudáfrica). “Preocupa el aparecimiento de variantes Gamma y Beta en las que algunas vacunas son menos efectivas”, publicó en Twitter.
La variante detectada por primera vez en Brasil en noviembre del 2020, fue nombrada por la Organización Mundial de la Salud como variante Gamma (P.1). El 11 de enero de este año la mutación de Manaos, Brasil fue clasificada por la OMS como una variante preocupante (VOC por sus siglas en inglés).
Esta variante según los estudios de la OMS contiene una mayor transmisibilidad que la variante Alfa, misma que en Guatemala ha sido la principal causante de infecciones por coronavirus, 26% según el doctor Edwin Asturias. “La variante Alfa fue culpable de 26% de infecciones COVID-19 en marzo-abril (3a ola) en Guatemala, y posiblemente más ahora”, declaró el galeno el 26 de junio.
¿QUÉ IMPLICA LA CLASIFICACIÓN VOC?
Según el seguimiento de variantes de la OMS las variantes de preocupación, VOC, están asociadas a uno o más de los siguientes cambios en un grado que resulte significativo para la salud pública mundial:
-Aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19
-Aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad
-Disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.
*Con información de Sara Solórzano