Luego que el presidente Alejandro Giammattei asegurara que proyectan cerrar el año 2021 con el 95% de ejecución presupuestaria, y que sería “histórica”, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) explicó que esta meta es totalmente engañosa, mientras que la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) detalló que es irresponsable una ejecución presupuestaria sin calidad del gasto.
Ayer, durante la “Cuarta Gira Presidencial” con alcaldes en Zacapa, Giammattei afirmó que tienen como meta lograr la ejecución presupuestaria histórica, para este 2021. “La ejecución presupuestaria más alta en la historia del país. Vamos a cerrar por arriba del 95 por ciento”, declaró el mandatario.
En ese contexto, La Hora consultó al economista del Icefi y Asies si la proyección de Giammattei es realista, a lo que explicaron que esta aseveración es irresponsable.
ICEFI: CON BASE AL PRESUPUESTO LEGAL DE Q107.7 MILLARDOS, LA PROYECCIÓN ES TOTALMENTE FALSA
El experto en política fiscal del Icefi, Ricardo Barrientos, indicó que el dato que compartió Giammattei es engañoso porque el Ministerio de Finanzas Públicas en este 2021 tiene un problema gravísimo de opacidad fiscal, porque las autoridades manejan un Presupuesto “legal” y uno “operativo”, lo cual no puede ser así. “El artículo 237 de la Constitución establece la unidad del Presupuesto como obligatoria”, agregó.
Por ende, cuando el Presidente y el Ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, hablan de dos Presupuestos: uno “legal” y otro “operativo”, podrían estar violando el referido artículo constitucional, enfatizó el consultor de Icefi.
Barrientos añadió que el Presupuesto “legal” al que se refieren las autoridades tiene un techo de Q107.7 millardos y el Presupuesto “operativo” es de Q94 millardos. “El presupuesto ‘operativo’ no es legal, sino ilegal”, subrayó.
Por tal razón, el entrevistado detalló, que el gobierno tiene una falta de transparencia fiscal, ya que existe la duda de cómo se va calcular la ejecución presupuestaria (gasto ejecutado como porcentaje del Presupuesto). “¿Sobre a qué lo estamos calculando, respecto al Presupuesto legal o al Presupuesto ilegal operativo?, ahí está el problema y la falta de transparencia”, puntualizó.
En ese contexto, Barrientos explicó que probablemente el dato que le dieron a Giammattei es el porcentaje del gasto respecto al Presupuesto operativo y no respecto al Presupuesto legal. “Estarían calculando respecto al techo de Q94 millardos, no al de Q107.7 millardos”, resaltó.
Por ello, en aras de la transparencia el gobierno debía reducir el techo presupuestario de 2021 y fijar el Presupuesto en Q94 millardos, como ellos han dicho que es la realidad operativa, dijo.
“El problema es cuando uno ingresa al Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) y se consulta la contabilidad estatal, se ve que las cifras oficiales contables son de Q107.7 millardos, entonces, lamentablemente lo que está diciendo el Presidente es totalmente falso”, enfatizó Barrientos.
“En rigor legal el porcentaje de ejecución será mucho menor que eso -95%-, porque las autoridades no redujeron el techo presupuestario a la realidad. Es la palabra del Presidente contra la ley y la Constitución, ¿quién gana?”, concluyó el experto del Icefi.
ASIES: ¿EN QUÉ SE VAN A EJECUTAR? Y ¿LA CALIDAD DEL GASTO?
El investigador de Asies, Luis Linares resaltó la importancia de la calidad del gasto. “Es cierto que en la última parte del año se acelera la ejecución, que muchas veces es gasto que se considera como precipitado y hasta imprudente, es gastar a lo loco”, dijo.
Linares detalló, que muchas veces no se prioriza la calidad del gasto porque la asignación presupuestaria muchas veces se basa en lo ejecutado. “Eso se vuelve en una carrera contra el tiempo para gastar lo más posible, lo cual es irresponsable porque no necesariamente se hace de una forma adecuada y ordenada”, declaró.
El analista de Asies indicó, que el problema no es lo que se ejecuta sino en qué se ejecuta, la calidad del gasto como se le llama, “tanto en términos de costo, por ejemplo, que las obras no sean sobrevaloradas, lo cual implica corrupción, y que además no se gasta en prioridades”, añadió.
“Probablemente puede que lleguen a la meta -95%-, pero el problema es ¿en qué gastó? no es responsable decir: llego a la meta a cómo de lugar y me gasto el dinero en lo que sea para decir gasté. La meta no es gastar, sino dar servicios de calidad”, finalizó Linares.