La Empresa Portuaria Quetzal (EPQ) se enfrenta al desafío de realizar mejoras en su infraestructura para poder responder adecuadamente para evitar las demoras a las que se han enfrentado los navíos en la carga y descarga de mercadería.
Desde hace varios meses se reporta congestionamiento marítimo, el cual está representando pérdidas a los empresarios y comerciantes. Además, repercute en el precio al consumidor, en especial en productos alimenticios y de construcción.
Un panel de expertos con conocimiento del tema habló con La Hora sobre el sobrecosto que se genera por quedarse anclado en la zona de fondeo y que mencionó se contabiliza por día.
Es decir, que si el flete marítimo debe permanecer más tiempo sin poder atracar para el despacho de la mercadería, hay una tarifa por la demora que ronda entre los US$15 mil a US$20 mil por día.
Los tiempos de espera están alcanzando los 30 días, indican. Esto significa que el empresario está pagando un adicional de US$450 mil por 30 días de espera que deben hacer los navíos a causa del congestionamiento en el puerto.
La cifra es equivalente a unos Q3 millones 469 mil 500 (con el tipo de cambio de Q 7.71 por un dólar estadounidense, según el Banguat).
Con ello, la cadena de suministro sufre un excedente que termina en el precio que paga cada consumidor por el producto. Esto debido a que los barcos que transportan carga a granel, donde se incluyen granos varios, harinas de maíz, trigo, etc., así como fertilizantes, hierro, entre otros, que son los que están teniendo dificultades para atracar ante la falta de espacio en el muelle de la EPQ.
En ese sentido, indican que se trata de un problema que ha ido creciendo desde el momento en que no se le dio atención a la portuaria para ampliar el muelle y disponer de más atracaderos que puedan acomodar barcos de mayor tamaño.
Otro factor que también se menciona es la necesidad de aprobar la iniciativa 6410 “Ley de Dragados” que propone reformas al Decreto 57-92, Ley de Contrataciones del Estado, en lo relacionado con el tratamiento general de dragados marítimos, contemplados en el Decreto 9-2015.
La propuesta busca mejorar la capacidad portuaria marítima nacional. El dragado es un proceso que se realiza para remover material del lecho marino para que los navíos de mayor altura (calado) puedan maniobrar y atracar en el muelle.
No obstante, la iniciativa fue presentada al Congreso de la República en junio 2024 y solo ha podido avanzar a primera lectura el pasado 24 de septiembre.
Otro de los aspectos que el panel de expertos destacó radica en que en la cantidad de grúas que funcionan, pues aseveran que eso limita el tiempo de descarga de los barcos al contarse con una sola.
BARCOS GRANELEROS SON LOS AFECTADOS
Según, la EPQ al 8 de noviembre, dentro del Plan de Reducción de Fondeo (PRF) se ha logrado reducir la cantidad de buques en fondeo a 11 en espera, para ser atracados en el muelle Comercial de EPQ y 2 en espera para ser atracados en otras terminales especializadas.
El presidente de EPQ, José Antonio Lemus, refirió que a la portuaria llegan dos tipos de barcos de mercancías; los que llevan contenedores y los que llevan otro tipo de carga como carbón, hierro, etc., que son clasificados como graneleros.
Los barcos que transportan contenedores tienen un atracadero específico, estos no han sufrido las demoras. En tanto, los que han tenido complicaciones son los graneleros, que según explica, son charter.
Estos son de mayor medida de que superan la capacidad del muelle. Ante ello, Lemus explica que cuando se tiene el arribo de buques de más de 190 metros de eslora se ven en la necesidad de combinarlos con buques de menores dimensiones a fin de continuar con 4 buques en operación.
El entrevistado confirma que han tenido demoras de más de 30 días, lo que coincide con lo mencionado por el panel de expertos, aunque se hacen esfuerzos para reducir el tiempo.
Según detalla, los 11 barcos en espera no solo se dirigen a Puerto Quetzal, también a Puerto de San José o algún otro atracadero de la EPQ.
No obstante, pese al esfuerzo de reducir el número de barcos en espera, Lemus comenta que las lluvias obligan a parar operaciones con el barco que está siendo atendido.
En esos casos, con cada suspensión de operaciones, los buques pueden llegar a tardar hasta 20 días en ser atendidos.
EPQ LICITA MEJORAS EN INFRAESTRUCTURA
En ese sentido, la EPQ lanzó dos concursos de licitación; para la ampliación de muelle comercial, y para el estudio de mejoramiento de infraestructura en patios de contenedores.
El 30 de septiembre se lanzó el concurso para licitar la ampliación de muelle comercial y se fijó para el 10 de enero 2025 la fecha para la recepción de ofertas.
En cuanto al estudio para mejorar los patios de contenedores, el concurso inició el 31 de octubre y las ofertas se recibirán el 20 de diciembre, estableciendo hasta el 3 de enero de 2025, para realizar el análisis y calificación de las ofertas.
EPQ refiere que el patio P1 actualmente cuenta con un sistema de tomacorrientes para contenedores refrigerados, por lo cual se busca ampliar la cantidad de tomacorrientes.
En el caso del patio P2 actualmente cuenta con una estructura de pavimento en un cincuenta por ciento. El objetivo es pavimentar el espacio restante (8,200 metros cuadrados) e implementar un sistema de abastecimiento de energía eléctrica para contenedores refrigerados en todo el patio.
En cuanto al patio P3 actualmente cuenta con una estructura de pavimento. Lo que pretende la EPQ es contar con un análisis para evaluar una posible ampliación del mismo para contenedores secos.
INCREMENTO DEL VOLUMEN DE CARGA
En cuanto a la ampliación del muelle, la EPQ explica que se requiere la modificación y reestructuración de la infraestructura portuaria por el incremento del volumen de carga, por lo que se requiere profundización e incremento en su longitud hacia el norte.
Para poder darle atención a atención de buques de un mayor calado se necesita la ampliación de dársena y muelle comercial.
No obstante, esta acción deriva la eliminación de los edificios actuales y reubicación de los mismos que reúnan las condiciones estructurales y de ambientes que garanticen la funcionalidad del desempeño de las funciones de personal asignado a cada una de las áreas requeridas por las diferentes gerencias involucradas.
La EPQ explica que esos edificios ocupan un área de 136,754 metros cuadrados y deberán reubicarse al Norte de la actual dársena.
Lo anterior debido a que el espacio que actualmente ocupan los edificios se verá afectado por los trabajos de excavación, profundización y protección costera de la nueva geometría de maniobras que se realizará a futuro como parte del proyecto de ampliación.
Los edificios que tendrán que moverse son:
- Edificio de Almacén
- Edificio de Talleres y Gerencia Mantenimiento
- Bodega de Maquinaria Pesada
- Parqueos techados Maquinaría Construcción y Vehículos
- Área de Combustibles
- Área para Sistema de Abastecimiento Hidráulico
- Oficinas y Bodegas Mantenimiento Obra Mar y Buceo.
INVERSIÓN PRIVADA
Lemus explica que se hace la invitación para que aquellos que llevan sus barcos a EPQ inviertan en la ampliación del muelle.
“La solución real de toda esta demora que ha habido es tener más puestos de atraque, más muelles. Desde que se construyó el puerto debieron de terminar la construcción de acuerdo al plan maestro de otros cinco atracaderos para que sean 9 en total”, explicó.
“Eso no se hizo y con la necesidad que tiene el mismo inversionista, los dueños de carga, le estamos ofreciendo un negocio que consiste en que si ellos invierten su dinero y construyen el muelle de acuerdo a las especificaciones, se les dará el derecho de uso de ese muelle con prioridad y de ahí saldrá el pago de la inversión que hagan”, detalló recalcando que tendrán un ahorro al no haber demoras.
Los tiempos que establece la ley de contrataciones son muy extensos, asegura el presidente de EPQ resaltando que el proceso les llevaría aproximadamente 10 años si lo hicieran sin inversión privada.
Lemus refiere que con la inversión privada se podría concretar la ampliación del muelle en dos años.
Como se trata de una invitación a invertir, aún se desconoce con cuántos atracaderos adicionales se podría contar.
En cálculos aproximados para construir 400 metros de largo se podrían requerir entre US$ 200 a 250 millones. Es decir que con ello, se podría ampliar el muelle para dos atracaderos más, que es el mínimo al que aspira EPQ.
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