El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, habla con los medios de comunicación durante una declaración conjunta con el presidente colombiano Iván Duque en el palacio presidencial en Bogotá, Colombia. Foto: La Hora/AP

Durante su visita a Quito, Ecuador el secretario de Estado, Antony Blinken remarcó tres desafíos importantes y críticos para la región: la corrupción, la seguridad civil y enfocar las democracias en abordar los retos económicos y sociales que enfrentan los pueblos.

El funcionario estadounidense remarcó la importancia de responder al llamado para abordar estos tres factores en el hemisferio y resaltó que hay mucho por aprender de los vecinos.

“Sabemos que Estados Unidos no siempre ha practicado lo que predicó en nuestro hemisferio, que hay momentos en nuestra historia en los que apoyó a los gobiernos de las Américas que no reflejaban la elección o la voluntad de su pueblo y no respetaban sus derechos humanos”, agregó.

 

MOVIMIENTOS CIVILES MUESTRAN REPULSIÓN A LA CORRUPCIÓN

El primer desafío, a decir de Blinken, es la corrupción una realidad cotidiana para las personas en todo el mundo, incluso en las Américas.

Por ello, mencionó que se estima que la corrupción cuesta hasta el 5% del PIB mundial, ahoga el crecimiento, desalienta la inversión, profundiza las desigualdades, pero tal vez su mayor costo sea la confianza de los ciudadanos en el gobierno.

“De hecho, si nos fijamos en la gran mayoría de los levantamientos civiles… en todo el mundo en los últimos años: el Maidan en Ucrania, la plaza Tahrir en Egipto; de Rumania a Túnez, de Sudán a Guatemala, encontrará en su núcleo una repulsión total por la corrupción”, mencionó.

LA CORRUPCIÓN AFECTA A LAS PERSONAS EN TODOS LOS ASPECTOS DE SU VIDA

La corrupción, además, señaló que afecta a las personas en todos los aspectos de su vida diaria y agota los recursos del estado que podrían gastarse y dedicarse a una escuela, a un hospital, a algo que realmente mejore la vida de los ciudadanos.

 

“Entonces, Estados Unidos se está enfocando en cómo podemos combatir de manera más efectiva la corrupción que el presidente Biden ha designado por primera vez como un interés central de seguridad nacional de Estados Unidos. Estamos tomando medidas enérgicas contra el financiamiento ilícito, incautando y congelando los activos robados, lo que dificulta que quienes roban se escondan detrás del anonimato”, remarcó.

Por eso, dijo que están fortaleciendo las herramientas que tienen para hacer que los individuos y grupos corruptos rindan cuentas, desde sanciones específicas contra la corrupción hasta acciones de ejecución penal y civil, y denegando visas a funcionarios corruptos y sus familias y eso considera ayudará a elevar el costo de la corrupción mucho más allá de sus fronteras.

“Pero debido a que la corrupción no tiene fronteras, y debido a que los actores corruptos son muy hábiles para explotar los eslabones más débiles de nuestro sistema global interconectado, ningún país puede combatir eficazmente la corrupción solo, o incluso con la ayuda de otros gobiernos. Necesitamos socios fuertes en la lucha contra la corrupción en todas partes y en todos los campos”, anotó Blinken.

Pero esto considera que implica que analicen detenidamente qué funciona mejor en la lucha contra la corrupción.

 

LA SEGURIDAD CIVIL, EL SEGUNDO DESAFÍO

Mientras, el segundo desafío aseveró que es la seguridad civil durante y que Estados Unidos ha realizado inversiones masivas para reducir la violencia en el hemisferio mediante la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales y que esto es por una buena razón: América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo.

Blinken anotó en que se enfocan demasiado en abordar los síntomas del crimen organizado, como los homicidios y el narcotráfico, y muy poco en las causas profundas y que por eso trabajan para corregir ese desequilibrio.

“Apoyamos los esfuerzos comunitarios de prevención de la violencia, que empoderan a los actores locales que se encuentran atrapados entre organizaciones criminales violentas y fuerzas de seguridad abusivas, y les brindan las herramientas para reparar el tejido social de sus comunidades. Y seguimos invirtiendo en fortalecer el Estado de Derecho, capacitando a fiscales y jueces que son cruciales para investigar y enjuiciar estos casos”, afirmó.

 

LA MAYORÍA COMPARTE LA FE EN LA DEMOCRACIA

El Secretario de Estado añadió que el tercer desafío es centrar sus democracias en abordar los desafíos económicos y sociales que enfrentan los pueblos.

“A menudo hemos puesto más energía en fortalecer los derechos civiles y políticos, tan vitales e importantes como son – elecciones libres y justas, el Estado de Derecho, libertad de expresión y reunión – y menos para fortalecer los derechos económicos y sociales de las personas, como reforzar las normas laborales, ampliar el acceso a una educación y salud adecuadas, brindar oportunidades más inclusivas”, mencionó.

Según Blinken, a pesar de todas sus frustraciones con la democracia, la mayoría de la gente en el hemisferio comparte esa fe y alrededor del 63% de las personas en América Latina todavía cree que es el mejor sistema de gobierno, en comparación con el 13% que se siente así con un modelo autoritario.

“Algunos ven las protestas y los movimientos de masas que critican a los gobiernos democráticos en las Américas o en otros lugares y lo ven como una señal de que la democracia está en declive. Lo veo como una señal de la fuerza de la democracia. Veo gente que cree lo suficiente en su sistema como para intentar arreglarlo”, enfatizó.

Blinken se encuentra de gira en la región y sus declaraciones las ofreció en Ecuador, lugar que visitó previo a trasladarse a Colombia.

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