El proceso de vacunación en el interior es complicado por diversos factores por lo que a diario, personal de salud debe superar varios retos. Foto: La Hora.

“Lo voy a pensar, tal vez otro día”, “eso mata gente”, “dicen que a los meses se muere uno de ponerse la vacuna, yo esperando estoy”, “no creo que sirva”, son algunas de las afirmaciones o dudas que expresan pobladores del caserío Las Ánimas y Laguna San José, Cuilapa Santa Rosa a trabajadores del Ministerio de Salud sobre las vacunas contra el Covid-19.

Los empleados de Salud visitaron ambas comunidades para vacunar a mujeres embarazadas, adolescentes y aplicar segundas dosis de Moderna.

La Hora acompañó a ese lugar a una delegación del Departamento de Comunicación Social del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y trabajadores del Centro de Salud de Cuilapa.

Estos comentarios en contra de la vacuna, según los entrevistados, tienen su origen en redes sociales, otros señalan a un sacerdote que llega al lugar, quien les ha dicho que no se vacunen, lo cual ha incidido en el rechazo a la inmunización.

Ambos lugares se encuentran a un estimado de 1 hora 30 minutos de Cuilapa, Santa Rosa y para acceder es indispensable contar con un vehículo de doble tracción, porque la mayor parte del camino es de terracería en muy mal estado, además, se deben atravesar dos ríos y riachuelos.

En comunidades de Cuilapa, Santa Rosa la realidad respecto a la vacunación es otra, llena de obstáculos y complicaciones. Foto La Hora/Grecia Ortíz

CUANDO LOS CAMINOS NO EXISTEN

Al llegar a un punto, el grupo de trabajadores de Salud se dividió, seis se quedaron en Laguna de San José y otros cinco continuaron en el camino de terracería un trayecto de 40 minutos hacía Las Ánimas.

Como en el acceso al caserío Laguna San José, la ruta no es asfaltada y por momentos se pueden observar siembras de café o maíz entre las barrancas.

A este lugar, el más alejado, llegó La Hora y verificó los testimonios de las personas que, en su mayoría, se niegan a vacunarse contra la Covid-19.

 

 

Los trabajadores de Salud deben recorrer varios minutos en terrenos complejos para llegar a los detenidos previstos. Foto La Hora/MSPAS

BUSCABAN LA SEGUNDA DOSIS DE SPUTNIK V

En una casa ubicada en una de las áreas más planas de Las Animas, se observó a cinco personas, dos de ellas con carné de vacunación en mano esperando a que llegará el personal de Salud, su consulta: ¿llevaban segunda dosis de Sputnik V?

Sin embargo, la respuesta es que se les dificulta trasladar esas dosis y que no las podían llevar por el tipo de almacenamiento que estas necesitan; una cadena de frio difícil de mantener sin el equipo adecuado. Este fue uno de los puntos más criticados cuando se conoció la adquisición de este tipo de vacuna por parte del Gobierno considerando las barreras existentes en el interior del país.

Luego comienza el trabajo de casa en casa para encontrar a candidatos a la vacuna. Foto La Hora/MSPAS

“Es más delicada para la administración… tiene tiempo de descongelación y media vez se descongele sí o sí se tiene que administrar, se tienen horas para administrarla… esa vacunita solo en Cuilapa”, agregó Wilber López del Centro de Salud de Cuilapa, Santa Rosa, al referirse a las vacunas Sputnik V.

Además, destacó que en la Municipalidad de Cuilapa la estarían colocando, “igual toda la semana vamos a estar vacunando ahí, ahora ya se puede vacunar a los 28 días”.

El personal de Salud no lleva consigo dosis de Sputnik V por el cuidado que requieren. Foto La Hora/MSPAS

DOS PERSONAS SEGURAS DE LOS BENEFICIOS DE LA VACUNACIÓN; LLEVABAN A SU HIJO

Alberto Estrada y Miriam Yaneth de la Rosa explicaron que se vacunaron contra la Covid-19 en el casco urbano del municipio de Cuilapa, les administraron Sputnik V. Ellos a diferencia del resto de personas expresaron que saben de los beneficios de la vacuna y no creen en la desinformación que impera entre sus vecinos.

Para aplicarse las dosis de Sputnik V deben viajar hasta Cuilapa, en vehículo a una distancia considerable, a pie pueden descender por Los Esclavos y dirigirse hasta el municipio.

Eso los motivó a acercarse con los trabajadores de Salud para vacunar su hijo de 12 años, quien recibió una dosis de Pfizer en el lugar.

“A veces de las redes sociales la gente se cree y por eso es que dicen eso… las redes sociales con qué no aguantan, va de que ponen a veces información verdadera o falsa y por eso dicen que no… dicen que en tal lugar alguien tenía dos vacunas y les dio coronavirus y se puso gravísimo”, relató Alberto.

La movilización es aprovechada también para tallar a los niños de los lugares más recónditos. Foto La Hora/Grecia Ortiz

También lamentó que al vacunarse las personas creen que la mascarilla ya no es necesaria y salen sin ella, lo que las expone a contagiarse; tiene claro que la vacuna disminuye la posibilidad de enfermarse de gravedad.

“Se van sin mascarilla a Cuilapa y ni modo se contagia uno, luego vienen a contagiar a otros, aunque este vacunado”, mencionó.

 

HABLAN DE UNA PERSONA VACUNADA QUE “SE MURIÓ”

Luego otra persona que no se identificó aseguró que había escuchado “que un don a los dos días de vacunado se murió”, pero Alberto le corrige que pudo ser que ya estaba enfermo, en caso haya ocurrido, porque podría tratarse de un rumor.

Otra señora, que dijo llamarse María, externó su preocupación por los posibles efectos de la vacuna en la segunda dosis, de hecho, tenía temor de aplicarse la segunda dosis de Sputnik V y aseguró que estaba recién operada.

Los presentes indicaron que, aunque sabían que llegarían a vacunar, estaban indecisos y otros en definitiva no lo harían, así que Wilber López, encargado de administrar las dosis de Pfizer, les afirmó que visitarían sus casas para concientizarlos de la importancia de la inmunización.

El personal de Salud llevaba cinco frascos de la vacuna de Pfizer, cada uno alcanza para seis dosis y la primera dosis (usada para vacunar al hijo de Alberto y Miriam) la colocaron a las 10:10 de la mañana del martes 12 de octubre, la segunda la usaron para una mujer embarazada, Lucía, que dijo había ido a Cuilapa y que estaba en el cuarto mes de gestación, también mostró anuencia a vacunarse.

PUDO TENER COVID-19, PERO TENÍA MIEDO A VACUNARSE

Un poblador mencionó que trabaja en una finca en Los Esclavos y hace algunos días todos sus compañeros dejaron de percibir olores, no sentían sabor a la comida y tenían dolores de cabeza, ninguno de ellos se hizo pruebas de Covid-19, aunque lo que describió apuntaba a que sí pudo ser portador de la enfermedad.

A pesar de ello no pensaba que vacunarse fuera buena idea, pues había escuchado rumores y Wilber les explicaba la seguridad de la vacuna.

Posterior a eso, indicó que se acercaría a vacunarse con la Sputnik V, siguiendo el consejo de Alberto y Miriam.

“Todo mundo estamos expuestos a perder la vida si nos descuidamos… tenemos la bendición de Dios de tener buenas vacunas en Guatemala, son finas. Todo biológico va a dar una reacción, pero eso es bueno, porque está entrando a nuestro organismo a hacer defensa”, recalcó López al concientizar sobre los beneficios del inmunizador.

 

 

INFORMAN CON MEGAFONO A LAS FAMILIAS

Posteriormente el grupo camino en un sendero empedrado cuesta arriba, entre lodo y barrancos, en los que se podían encontrar nacimientos de agua, en estas áreas la mayoría los trabajadores del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) recibían respuestas como: “aquí no hay niños y mujeres embarazadas, pero tampoco queremos vacunarnos”.

Con megáfono en mano Héctor Gutiérrez, promotor Social de Salud, llamaba a los padres de familia para que vacunaran a menores de edad de entre 12 a 17 años, así como mujeres embarazadas.

En una de las casas, una mujer que habló con los trabajadores de la Salud dijo que se había vacunado, pero tenía miedo de lo que pasaría ahora: “dicen que a los meses se muere uno de ponerse la vacuna, yo esperando estoy”.

Su mamá en cambio mencionó que no quería vacunarse porque todo el tiempo ha estado enferma y tiene miedo de los efectos del fármaco, aunque López de nuevo les explicó los beneficios de colocársela y los invitaba a que, si se decidían hacerlo, viajarán a Cuilapa en donde cuentan con Sputnik V.

Con megáfono en mano e información buscan ganar terreno frente a las creencias negativas esparcidas sobre la vacuna. Foto La Hora/Grecia Ortiz

Una persona salió al encuentro del grupo, sin mascarilla y dijo que recién se había puesto la vacuna, no tuvo efectos secundarios, pero tenía duda sí con la segunda dosis podría experimentar más síntomas, iba hacia el pueblo y estaba esperando un bus.

Un poblador ayudó al personal de Salud a caminar en un estrecho sendero, asegurando que era la mejor ruta, aunque estaba un poco resbalosa por las lluvias de los últimos días.

Era un camino pequeño en el que un mal paso para cualquiera hubiera significado una grave caída y entre lo tupido de los árboles y cafetales, Gutiérrez seguía invitando a vacunarse con su megáfono.

MÁS DE UNA HORA DESPUÉS VACUNARON A OTROS DOS MENORES DE EDAD

Finalmente, en una vivienda había cuatro personas, un adulto mayor y otras tres mayores de edad de las que solo una respondió alzando su dedo pulgar que se había vacunado y que iría por su segunda dosis de Sputnik V.

Algunos niños sí son vacunados en estas jornadas de casa en casa. Foto La Hora/Grecia Ortiz

Se le consultó al personal de Salud las razones de que no llevarán dosis de Moderna, pero mencionaron que esto era porque la mayoría de las personas en Las Ánimas, las que sí estaban vacunadas, se les aplicó Sputnik y por eso las dosis de Moderna que llevaban se quedaron en la Laguna San José.

A las 11:30 de la mañana, en una casa que estaba en lo alto, López y el personal de Salud encontraron a otros dos menores de edad de 12 y 13 años respectivamente y lograron vacunarlas con Pfizer.

Salud también aprovechó a pesar a dos niños de 3 y 4 años que estaban en la vivienda.

CAMINANDO ENTRE PIEDRAS

Luego el grupo caminó de nuevo en una ruta de lodo, igual, sin zapatos adecuados, cualquier mal paso hubiera significado un golpe para quien pase, Gutiérrez que llevaba el megáfono en mano habló que ellos visitan ocho comunidades, entre las que se encontraban Las Ánimas, y que a veces les tocaba caminar agarrados de las piedras, pues el acceso es mucho más complicado y el rechazo a la vacuna es similar en estos lugares.

Mientras López, que administraba las dosis de Pfizer, aseguró que influye mucho que las personas creen en el “sello de la bestia” o que la vacuna es “para matarlos y que ustedes vienen a ponerles las vacunas para que uno se muera más luego”.

Ellos también han escuchado de lo que ocurrió en Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz y consideró en estos lugares las personas no los atacan, aunque a veces, si los maltratan, “tenemos mucho temor a lo nuevo”.

Luego de caminar otros 30 minutos, en una casa una madre respondió que tenía a su hijo de 13 años que había salido momentos antes, lo llamó para que se vacunara, pero creía que en realidad había salido para evitar la inyección.

Los salubristas llevan una cierta cantidad de dosis para inmunizar a diferentes grupos de la población. Foto La Hora/Grecia Ortiz

 

DIJO QUE PREFERÍA MORIRSE ANTES QUE PONERSE LA VACUNA

Ahí se ubicaba otra vivienda y una señora que tendía ropa respondió que era diabética y que hacía unos días se había sentido mal “con una tos que no se quitaba”, pero aseguró que prefería “morirse”, antes que ponerse la vacuna.

López de nuevo insistió en los beneficios de la vacuna y la respuesta que recibió “fue tal vez otro día”, “ahora no muchas gracias”.

Pasado del mediodía, el trabajador de Salud encontró la casa de Irma de Jesús Tecún, ella tenía a su hija de 12 años recién cumplidos y accedió a que se vacunara, presentó su certificado de nacimiento y así anotó a la quinta persona vacunada de un frasco de seis dosis.

El grupo salió de la aldea Las Ánimas, pero López no se rendía y seguía buscando casas para vacunar a alguien más, pero no encontró a nadie.

“Estos mitos que se tienen contra la vacuna, no nos permiten llegar a las coberturas de vacunación”, anotó.

La brigada del Centro de Salud de Cuilapa ha llegado a ofrecer la vacuna a comunidades como El Retiro, Reparadero, Plan del Amate, Laguna de San José y otros, “son lugares no muy transitados”, además otras comunidades que están a un lado de la calle como Matochos, Villa Laura, Los Esclavos, Los Chilitos, Amapa, La Concepción.

NO LOGRARON PONER NI UNA SOLA VACUNA EN LA LAGUNA DE SAN JOSÉ

A pesar de la adversidad, siguen luchando porque la vacuna llegue a la mayoría de la población del lugar. Foto La Hora/Grecia Ortiz

Ya de regreso en el punto de encuentro en la Laguna de San José, Brenda Ramírez auxiliar de enfermería, contó que no lograron poner ni una sola vacuna contra la Covid-19, de las 30 dosis de Pfizer y 14 de Moderna que llevaba en un termo.

“Yo me siento triste porque es un esfuerzo grande el que hace el personal de Salud, venir a estos lugares que están lejos y que la gente no responda, porque no quieren vacunarse, para mi es triste porque no quieren vacunarse”, aseguró.

Ramírez reconoció que no logró convencer a nadie, “tristemente no se pudo”.

También mencionó que fue un sacerdote quien le dijo a la gente que no se vacunarán, posteriormente hizo un llamado a que las personas se inmunicen y ella se mostró emocional, porque en los últimos meses ha estado al frente de la lucha contra la pandemia y ha visto morir a muchas personas.

SE ESCAPÓ CUANDO LO IBAN A VACUNAR

López aún hizo el esfuerzo de vacunar a un joven de 13 años, quería lograr una sexta inoculación, pero el menor de edad, al que minutos antes había convencido, se escapó entre las matas de café explicó su papá sin preocupación.

Salud entrevistó a una niño de 12 años, respondió que no le llamaba la atención vacunarse, aunque cree que está bien que quienes quieran lo hagan, “yo soy de las personas que no gracias… no me llama la atención”.

Eran las 14:20 minutos y el frasco que López abrió aún no se había acabado con la sexta dosis, un trabajador de Salud dijo que un poblador le recriminó por su trabajo y le mencionó que en lugar de andar poniendo vacunas mejor debería “tapiscar maíz o hacer algo mejor”.

El tablero de vacunación de Covid-19 del Ministerio de Salud, apunta a que en el Departamento de Santa Rosa, el municipio de Cuilapa registra 13,336 vacunados con la primera dosis que se traduce en un 36.5% y 6,754 con esquema completo o un 18.5%, hasta el 12 de octubre, de un total de población estimada 36,547 pobladores.

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