Por Grecia Ortíz
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La Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), manifestó su preocupación ante las caravanas de personas originarias de Honduras, al tiempo que hicieron llamado a personas de buena voluntad a la caridad, solidaridad para quienes van en camino, a fin de que se evite todo tipo de maltrato, violencia y discriminación.
Además, mencionaron que estos movimientos migratorios mixtos en caravana interpelan como iglesia a responder humanitariamente desde su Red Eclesial de Casas de Migrante y Oficinas de Atención y Protección y siempre con las medidas y prevenciones que el caso amerita atendiendo las disposiciones gubernamentales dictadas.
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“Es necesario manifestar que estos movimientos no son novedosos, incluso en tiempos de confinamiento y a pesar de restricciones de movilidad interna y cierre de fronteras constatamos que pequeñas caravanas invisibilizadas y silenciosas de personas originarias de Centroamérica. El caribe y transcontinentales”, afirmaron.
A la vez constatan que el contexto precario, desalentador y de desprotección en Guatemala, ante los desplazamientos y movimientos mixtos, se exacerbó ante la llegada de la pandemia, lo cual les preocupa por la falta de un abordaje integral por parte del Estado y que incluya respuestas humanitarias y no solo de un enfoque de contención, judicialización y de seguridad nacional.
“Como iglesia, hemos activado particulares intervenciones, asistencias y acciones de monitoreo, desde nuestros espacios de protección en la ruta”, aseguraron.