Por Grecia Ortíz
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Un reporte publicado por The New York Times, señala que funcionarios de la Patrulla Fronteriza, consideraron implementar un “Rayo de calor” en migrantes, antes de las elecciones parciales de 2018, incluso cuando la convención republicana intenta suavizar la imagen del presidente Donald Trump quien se ha mantenido enérgico tema migratorio.
Según el artículo, el presidente Trump, ha dejado en claro que las políticas extremas de inmigración de sus primeros cuatro años serán fundamentales para su discurso de reelección.
La nota recuerda que días antes de las elecciones de mitad de período de 2018, mientras Trump buscaba motivar a los republicanos con oscuras advertencias sobre caravanas que se dirigían a la frontera de Estados Unidos, reunió a su secretario de Seguridad Nacional y al personal de la Casa Blanca para transmitir un mensaje: se necesitaba una «acción extrema» para detener a los migrantes.
TNYT, menciona que esa tarde en una reunión separada con los principales líderes del Departamento de Seguridad Nacional, funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza sugirieron desplegar un arma de microondas, un «rayo de calor» diseñado por los militares para hacer que la piel de las personas se sienta como si estuviera ardiendo.
El arma fue desarrollada por militares como una herramienta de dispersión de multitudes hace dos décadas, el Sistema de Negación Activa había sido abandonado en medio de dudas sobre su efectividad y moralidad.
La nota destaca que dos exfuncionarios que asistieron a la reunión de la tarde en el Departamento de Seguridad Nacional el 22 de octubre de 2018 dijeron que la sugerencia de que el dispositivo se instalara en la frontera sorprendió a los asistentes, incluso si hubiera satisfecho al presidente.
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En tanto Kirstjen Nielsen, entonces secretaria de Seguridad Nacional, le dijo a un asistente después de la reunión que no autorizaría el uso de un dispositivo de este tipo y que nunca debería volver a mencionarlo en su presencia, dijeron los funcionarios.
Pese a eso, la Convención Nacional Republicana del martes por la noche contó con una pequeña ceremonia de naturalización de la ciudadanía en la Casa Blanca con la clara intención de tratar de suavizar la imagen del Presidente “como un enemigo despiadado de los inmigrantes