Por Grecia Ortíz
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Aún en medio de la pandemia, en julio las remesas enviadas por migrantes a Guatemala, principalmente desde Estados Unidos, sumaron un total de US$1 mil 078 millones 722 mil 300, que comparado con otros años significaron una cifra histórica, pero detrás de esa cantidad, está el trabajo de millones de guatemaltecos que envían recursos económicos a sus familias en el país.
La Hora Voz del Migrante, conversó con dos connacionales quienes relataron cómo trabajan ahora con medidas de protección y también conscientes de que de su esfuerzo depende la estabilidad económica de sus familiares.
La guatemalteca Gleiry Fernández, explicó que trabajar en medio de la pandemia en EE. UU., ha sido difícil, en su caso porque tiene contacto directo con muchas personas, por ejemplo, ella maneja dinero en efectivo.
“En mi caso uso mascarilla, guantes, tengo mi botecito con alcohol pero es como que uno vive con un freak de estar limpiando a cada momento, es ese temor de que te puedes volver a contagiar”, afirmó.
A diario, comentó que trabaja nueve horas y todas ellas las pasa con la mascarilla puesta, solo se la retira mientras come, pero dice que a veces algunas personas se niegan a utilizar protección adecuada.
“Maltratan, se enojan, me dicen que es una mentira y nos dicen que de algo nos tenemos que morir; pero es un problema mayor que ahora en todos lados todos deben utilizar una mascarilla y no lo hacen”, dijo.
LAS MUJERES INDOCUMENTADAS SE ENFRENTAN A MUCHOS RETOS
Antes cuenta que trabajaba seis días a la semana y ahora el horario se lo recortaron a solo tres y eso implica que bajen sus ingresos.
Para Gleiry las mujeres deben superar muchos retos y más cuando no se tienen documentos, pues dice, es algo que ha notado en su empleo.
“He visto que es un poco más difícil, siento de mi parte como cierta… como que te miran de menos, entonces ha sido difícil, es un reto cada día el levantarte e ir a trabajar y tratar con gente la verdad es un reto muy grande para uno de mujer”, refirió.
En su caso, menciona que ahora es menos el apoyo que puede enviar en remesas a su hijo y mamá, porque se ha complicado la situación que se vive en Estados Unidos y en su caso reiteran que le recortaron su sueldo, “sigo enviando pero no la misma cantidad de antes”.
Antes de salir a trabajar, la guatemalteca prepara los alimentos que consumirá a diario.
“Salimos corriendo yo tomo el bus, me hago 25 minutos en bus, camino cinco minutos a la parada, luego llego a la parada 45 minutos antes que llegue el otro bus, ahí me estoy sentada esperando, llego a la tienda y desayuno”, dijo.
AYUDA CON REMESAS A SU HIJO EN GUATEMALA
Mientras Clara, originaria de Guatemala y quien tiene 31 años de vivir en Estados Unidos, explicó desde que inició la pandemia, ella empezó a implementar medidas de protección para evitar un posible contagio del nuevo coronavirus.
Ella trabaja en el área de mantenimiento y ahora, al igual que su esposo, también guatemalteco, así como otros miembros de su familia la apoyan en estas tareas.
Según la entrevistada, durante meses había estado limpiando varios edificios que ahora permanecen cerrados, así que su trabajo ha disminuido considerablemente comparando a lo que hacía a inicios de año.
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ENVÍA AYUDA CADA MES
Aunque la situación se ha tornado más compleja, señala que trata de trabajar lo más que pueda, pues además de su familia en EE. UU., en Guatemala aún vive su hijo y ahora que él no tiene empleo como piloto de autobuses lo ayuda con más remesas.
Cada mes, la connacional explica que le envía a su hijo dinero para que pueda comprar artículos de primera necesidad en el hogar y si ocurre alguna emergencia médica, también transfiere una remesa adicional.
Además de su trabajo, ella se encarga del hogar integrado por su esposo, un hijo y su nieta, cocina a diario ya sea hierbas o frijoles, según explica tratan de comer alimentos muy sencillos.
Ella entiende que sin los ingresos que gana por su trabajo su hijo no podría vivir ahora en Guatemala.
SOBREVIVE CON LOS RECURSOS QUE SU ESPOSO LE ENVÍA DE EE. UU.
Susie en cambio, vive en Guatemala, ella cuida de su hijo mientras su esposo trabaja en el área de construcción en Nueva Jersey, EE. UU.
En su caso, se encarga de administrar las remesas que recibe mensualmente y de emplearlas solo para gastos necesarios en el hogar.
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También explica que estos meses han sido complicados debido a la pandemia, pero ella sabe que su papel aquí junto a su hijo es importante y por eso se cuidan aunque por ser del área rural es menos complicado dice.
La población estimada de migrantes, según el Minex, en Estados Unidos asciende a más de dos millones de personas.
Las remesas, en lo que va de 2020, de acuerdo con el Banco de Guatemala, suman hasta julio US$5 mil 958 millones 971 mil 800, siendo este mes el que mayor cantidad ha aportado hasta ahora.