Según el Ministerio de Salud, en el país hay aproximadamente de 2, 420 camas para atención de pacientes Covid-19. Foto: La Hora/Archivo.

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Existen varios aspectos que, a decir del analista y director estratégico de DIESTRA, Rodolfo Mendoza, se pueden esperar en Guatemala por la reapertura de la economía, entre ellas, que los casos de COVID-19 van a aumentar, que el ritmo de contagios disminuyó y otros de los que habló analizando ejemplos de países que activaron sus economías. Además, resaltó la importancia que tiene el indicador de la capacidad hospitalaria para pacientes con coronavirus en cuanto a la cifra de camas disponibles.

Mendoza, señala que una de las situaciones que se puede esperar es que los casos van a aumentar, ya sea por inercia, rebote o por la segunda ola.

En España, mencionó que crecieron por dejar entrar a turistas en el verano mientras que en Israel por abrir las escuelas y en Costa Rica por regresar a la normalidad y que se le puede atribuir a la naturaleza del virus que tiene un acelerado factor de contagio y contra el cual no se tiene defensas en el organismo.

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“Mientras no haya vacuna tendremos nuevos brotes. Pero comprende esto: los casos hubieran aumentado en Guatemala, aunque nos hubiéramos mantenido con el Toque de Queda, pues el noroccidente y el oriente del país vienen a la alza. Así que no es una cuestión si aumentarían o no, sino de cuándo”, mencionó.

SE ESPERA QUE TASA DE FATALIDAD DISMINUYA

Otro de los aspectos que mencionó Mendoza en una de sus publicaciones de Facebook, es que el ritmo de crecimiento en julio no es el mismo que en marzo.

Eso dice que no se debe a que el virus se haya debilitado ni al clima, sino que hay más conciencia en la población sobre guardar distanciamiento.

“En marzo, en sólo doce días, el virus invisible tenía paralizado a los países más poderosos. Ahora en julio, ya han pasado más de dos semanas desde el repunte en Europa y los casos aún se mantienen a un ritmo muy moderado en comparación con meses atrás”, expresó.

El analista expresa que se espera que la tasa de fatalidad disminuya drásticamente y que para eso basta con comparar los brotes de Nueva York y de Florida, para darse cuenta que, en abril los neoyorquinos tenían una tasa de fatalidad del 10 por ciento en sus peores días, y en el brote de julio en Florida, con más contagios diarios que los primeros, sólo tienen una tasa del 1.4 por ciento.

Personas caminan en el parque High Line, Nueva York. El experto se refirió a cómo esa ciudad manejo el COVID-19. Foto: AP /Frank Franklin II

TELETRABAJO SE APLICA VOLUNTARIAMENTE

Esto, asevera que se debe a que estamos más preparados, con mejores protocolos, tratamientos y experiencia en el personal médico y que este descenso de la fatalidad ya comenzó a reflejarse también en Guatemala.

“Lo primero que se ha recuperado en los que han reactivado la economía es la asistencia a los comercios esenciales, como los supermercados, abarroterías y farmacias. Con las semanas se nota un retorno a los comercios de “retail” o al detalle, pero lo que no se ha recuperado es la asistencia a los lugares de trabajo”, apuntó.

Mendoza, señala que la movilidad a las actividades laborales se ha mantenido un 30 por ciento abajo de la normalidad, aún en los países que no experimentaron tantas pérdidas de empleos y que el teletrabajo se aplica voluntariamente en un porcentaje considerable en los que tienen la oportunidad.

Foto ilustrativa, durante la pandemia algunos han optado por el teletrabajo. FOTO LA HORA/AP/MAGGIE ZHANG.

ESTAMOS CERCA DE REBASAR LA CAPACIDAD HOSPITALARIA

El director estratégico de Diestra hace énfasis en que la ocupación hospitalaria resulta ser el indicador más importante y que la cantidad de casos reportados ha dejado de serlo y ahora los países miden el impacto del brote por el porcentaje de camas de hospital disponibles, en especial, las de intensivo.

“Las nuevas medidas gubernamentales se han apegado más a este indicador que al crecimiento de casos, conociendo que este es el impacto que deben mitigar. En Guatemala estamos cerca de rebasar nuestra capacidad hospitalaria, ante lo cual se pueden hacer dos cosas: aumentar las camas disponibles y reconstruir el sistema de atención primaria de salud”, escribió.

Asimismo, destaca que las curvas se están doblegando sin nuevos encierros y que Texas, Florida, Arizona y Georgia, los Estados americanos que se convirtieron en el icono de los nuevos brotes, y algunos han doblegado las recientes curvas de contagios y han comenzado a ver descensos.

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LA DEBILIDAD ESTÁ EN LA ATENCIÓN PRIMARIA

Lo anterior, dice que no significa que se imponga un encierro total al estilo de Wuhan, sino con medidas más focalizadas en contener el contagio. Esto indica que las autoridades en otros países han aprendido como gestionar mejor la pandemia a través de una nueva estrategia.

“La trazabilidad de contactos es lo que se está aplicando a gran escala para detectar tempranamente los contagios y atenderlos con medicamentos, evitando que se pongan graves y necesiten de un hospital. Es la manera de evitar que colapsen los hospitales y la estrategia esencial para bajar la tasa de fatalidad. Los casos que se detectan y tratan tempranamente tienen inmensas posibilidades de recuperarse”, afirmó.

Mendoza destaca que nuestra principal debilidad radica en la atención primaria, a diferencia de otros países como Uruguay, Costa Rica o Cuba, “debe reconstruirse por completo”.

“De lo mejor que nos podría dejar esta pandemia sería un robusto sistema de atención primaria de salud, tanto para mitigar los casos que se darán como para heredarla a nuestros hijos”, escribió Mendoza.

Una de las áreas habilitadas en el Hospital Temporal de Quetzaltenango para atender a pacientes COVID-19. Foto: Ministerio de Salud
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