Por Grecia Ortíz
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Un estudio publicado por la revista PLOS Medicine de Estados Unidos, expone que, si las personas se lavaran las manos con regularidad, utilizaran mascarillas y mantuvieran el distanciamiento social, con otras personas, se podría detener en gran parte la pandemia generada por el nuevo coronavirus y que afecta a nivel mundial, sin una vacuna o tratamientos adicionales para hacerle frente.
El documento, que cita la cadena de noticias internacional CNN, fue publicado el martes recién pasado, señala que, si los gobiernos cierran temprano, pero nadie toma medidas adicionales de protección personal, esto retrasaría, pero no reduciría un pico en los casos.
De acuerdo con esa nota, una intervención de tres meses retrasaría el pico en un máximo de siete meses.
El estudio, instituyó un nuevo modelo para observar la propagación de la enfermedad y los esfuerzos de prevención que podrían ayudar a detenerla, mientras las tasas de contacto en el estudio se basaron en la interacción de las personas en los Países Bajos, aunque el modelo es apropiado para otros países occidentales, mencionaron los investigadores.
PICO DE LA PANDEMIA PODRÍA DISMINUIR
Así que los investigadores, señalan que, si el distanciamiento impuesto por el gobierno se combinara con la conciencia de la enfermedad y los pasos personales, la altura del pico de la pandemia podría disminuir incluso después de que se levantaran las órdenes de distanciamiento social impuestas por el gobierno.
“El distanciamiento social impuesto a corto plazo por el gobierno, iniciado a corto plazo, combinado con medidas autoimpuestas, proporciona un tiempo esencial para aumentar la capacidad de los sistemas de salud y puede mitigar significativamente la epidemia”, dicen los investigadores.
Además, aseveraron que el efecto de las combinaciones de medidas autoimpuestas es aditivo y que “en términos prácticos, significa que el SARS-CoV-2 no causará un gran brote en un país donde el 90% de la población adopta el lavado de manos y el distanciamiento social que son un 25% eficaces».
La nota apunta a que incluso con el distanciamiento social autoimpuesto, los contactos con otros podrían no eliminarse por completo y que, por ejemplo, las personas que viven juntas interactuarán, aumentando la probabilidad de que alguien se enferme y que, por lo tanto, todavía son probables pequeños brotes.
El director de CDC en Estados Unidos Robert Redfield, según declaraciones que cita CNN, mencionó anteriormente que «si todos usáramos cubiertas para la cara durante las próximas cuatro, seis, ocho, doce semanas en todo el país, esta transmisión del virus se detendría”.
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ESTUDIO CONCLUYE EN QUE ESTRATEGIA PUEDE SER EFECTIVA PARA MITIGAR Y RETRASAR LA PANDEMIA
En conclusión, el estudio dice que los resultados sugieren que la difusión de información sobre COVID-19, que provoca la adopción individual del lavado de manos, el uso de máscaras y el distanciamiento social, puede ser una estrategia efectiva para mitigar y retrasar la epidemia.
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“Hacemos hincapié en la importancia de la conciencia de la enfermedad en el control de la epidemia en curso y recomendamos que, además de las políticas de distanciamiento social, los gobiernos y las instituciones de salud pública movilicen a las personas para que adopten medidas autoimpuestas con eficacia comprobada para abordar con éxito COVID-19”, afirmaron.
Por otro lado, mencionaron que una segunda ola potencial, podría llegar a evitarse por completo si la cobertura de una medida autoimpuesta en la población y su eficacia son suficientemente altas (por ejemplo, 90 y 50 por ciento, respectivamente).
