FOTO LA HORA CORTESÍA / Oswaldo Vidal Martin conversó con “La Hora Voz del Migrante”.

Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

La historia y relatos de una crisis que enfrentan los guatemaltecos que hablan una lengua maya que llegan a la Frontera Sur y son detenidos, que en parte es contada por Oswaldo Vidal Martin, un migrante guatemalteco radicado en Estados Unidos fue compartida decenas de veces en redes sociales, luego que la revista New Yorker lo entrevistara para una de sus publicaciones.

Posterior a conocerse ese trabajo periodístico, La Hora Voz del Migrante, contactó a Oswaldo, quien contó, además, parte de las experiencias que ha vivido en EE. UU., y de cómo al estar cerca de migrantes ha podido percibir que, por mayoría, las razones económicas y las condiciones de olvido de las comunidades rurales del país, motivan a que las personas decidan emprender el viaje hacia Norteamérica.

Vidal Martin, según cita el New Yorker, siempre viste con su traje de indumentaria maya y en la actualidad trabaja como intérprete en Cortes Migratorias principalmente, así que por su labor ha conocido de cerca la realidad que hace que miles de personas decida migrar de sus comunidades.

El guatemalteco explicó que llegó a EE. UU., junto a sus padres en 1999 cuando tenía apenas 4 años, sin embargo, su relación con la migración estaba presente desde que su abuelo decidió dejar el país en 1982 cuando escapó del Conflicto Armado Interno que también afectaba su comunidad, Todos Santos Huehuetenango.

“En ese año –mi abuelo- huyo de Guatemala y se vino a Estados Unidos y durante ese tiempo cuando estuvo Ronald Reagan aceptó a migrantes, años después él trajo a mi papá y luego ya entramos con mi papá, recuerdo cuando venimos y que pasamos por un río que tuvimos que cruzar y de donde parábamos para descansar”, mencionó.

APRENDIÓ INGLÉS Y ESPAÑOL

De hecho, cuando se integró a la escuela en Oakland, California, contó que no hablaba ni inglés ni español, solo la lengua Mam, aunque con el tiempo llegó a dominar los tres idiomas.

“Crecí, fui a la escuela en Oakland y en ese tiempo no había niños que hablaran Mam, pero ahora ya hay más, incluso ahora he ido a las escuelas para servir de interprete a maestros con estudiantes y familiares que hablan Mam de Todos Santos Cuchumatanes, así que depende de cada lugar porque se establecen pueblos indígenas de ciertas comunidades”, contó.

Además de su trabajo como intérprete, el guatemalteco se desempeña en el área de la construcción, labor que realiza junto a su papá. Ahora estudia ingeniería en un centro educativo de la comunidad, pues anhela convertirse en ingeniero civil.

Oswaldo, empezó a trabajar como intérprete luego que le ofrecieron un empleo que usualmente era para estudiantes, con el tiempo le brindaron más oportunidades con lo que empezó a entender más de los procesos de migración.

Según el New Yorker, fue durante la crisis de la separación de familias, que el guatemalteco recibió una llamada de la Asociación Mayab, debido a que abogados estaban buscando personas que fueran capaces de interpretar para personas detenidas.

“Empecé a ver cómo era que la gente solicita un proceso de asilo o cuando aplican por visas, pero fue hasta que descubrí a la Asociación Mayab, organización que se involucra en promover la interpretación Maya en San Francisco, California y ahí los conocí”, refirió.

Así con el tiempo, explicó que decidió trabajar más como intérprete de tribunales locales, aunque todo depende de la disponibilidad de tiempo que tenga.

“En cada interpretación revivo lo que le pasa a la gente, es muy difícil, pero aprecio la oportunidad de hacerlo porque con eso aprendo sobre mi comunidad y voy conociendo las heridas que tuvieron que enfrentar, entre pobreza, discriminación de la gente y del gobierno que les falla y no tiene propuestas para ayudarlos”, destacó.

FOTO LA HORA CORTESÍA / El guatemalteco tiene varios años viviendo en Estados Unidos y es traductor de la lengua Mam.

ALGUNAS DE SUS EXPERIENCIAS

Durante la crisis provocada por la separación de familias migrantes que ocurrió en el año fiscal de 2018, tuvo la oportunidad de conocer a un grupo de mujeres que necesitaban de intérpretes, pero al final solo dos eran de su comunidad de origen.

“Esa vez los abogados dijeron que se veía que la gente entendía más y eso los hizo más seguros y esa fue una de las experiencias que me impacto en la frontera de Texas”, refirió.

A su vez, el entrevistado recordó que tuvo la oportunidad de conversar con algunos de los migrantes que viajaban con Claudia Gómez, quien murió a causa de un disparo de un elemento de la Patrulla Fronteriza cuando intentaba ingresar a la Frontera Sur de EE. UU.

“Habían pasado dos meses desde que le dispararon después que se murió, pero tenían a esos muchachos encerrados porque eran testigos de lo que había pasado yo estuve ahí en agosto, uno de ellos sí estuvo con ella cuando ocurrió todo”, expresó.

De hecho, dijo que ingresó a ese lugar no como intérprete sino como asistente de un abogado, “ellos hablaron con los abogados en español, pero un vidrio nos dividía, uno de los muchachos, el que estaba con Claudia se veía desesperado y afectado por la experiencia de ver a su amiga fallecer”.

De hecho, lo sucedido, dice que lo conmovió porque el guatemalteco lloraba y contaba como su familia se preocupaba por él, “lo que hizo migración contra ellos tres era no más para que no testificaran en contra del agente de migración”.

Así que lo que le ha ocurrido, lo ha motivado a buscar un proyecto enfocado en la capacitación de intérpretes, puesto que ha notado un déficit en la cantidad de personas que pueden ayudar a los connacionales de esta manera, además de una serie de abusos de parte de autoridades estadounidenses en contra de migrantes.

En su mayoría, contó que trabaja con casos de asilo y ley local, a veces con escuelas, así que es más con las personas que ya están establecidas en EE. UU.

FOTO LA HORA CORTESÍA / Además de hablar Mam, sabe español e inglés.

LENGUAS MAYAS TIENEN VARIANTES

A decir del entrevistado, siempre que está dentro de sus posibilidades el ayudar a los demás lo hace, pero todo depende de si lo puede hacer porque el Mam, tiene diferentes variantes.

“Me quiero enfocar en el lenguaje Mam, me gustaría dar clases por medio de internet a intérpretes para que aprenda más variantes de otras comunidades”, refirió.

EL MAM FUE EL NOVENO IDIOMA MÁS UTILIZADO EN TRIBUNALES DE INMIGRACIÓN

Para entender la necesidad que existe en el trabajo de interpretación basta buscar las cifras de personas guatemaltecas detenidas en la Frontera Sur, que en 2019 alcanzaron puntos históricos con 264 mil detenciones, es decir, fueron decenas los que dejaron Guatemala para tratar de ingresar a EE. UU.

Lo anterior entonces, puede dar un indicio de la necesidad de intérpretes que ha surgido en casos migratorios, además el New Yorker, cita que según “el Departamento de Justicia, Mam fue el noveno idioma más utilizado en los tribunales de inmigración el año pasado, más común que el francés”.

De ellos, expresan que tres idiomas mayas guatemaltecos se ubicaron entre los veinticinco principales: Mam, K’iche ’y Q’anjob’al.

En el país, de acuerdo con el CENSO 2018 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que ha sido cuestionado por la variación de los datos, un total de 6 mil 207 mil 503 hablan una lengua maya, de ellos la mayoría están ubicados en Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango, Chimaltenango y Totonicapán (todos con índices de migración).

MIGRAN POR VARIAS RAZONES, PERO LA ECONOMÍA ES LA PRINCIPAL

Por su cercanía con la gente que llega a EE. UU., Oswaldo explicó que se ha percatado de como una serie de situaciones motiva a las personas a migrar, pero el principal radica en la razón económica.

“Creo que el Gobierno la mayoría de las veces ha fallado a la gente, entonces no hay oportunidades para sobrevivir, avanzar, en nuestros pueblos entonces mucha de la gente viene aquí, claro que no todos pueden venir porque no tiene la manera de llegar”, dijo.

Asimismo, añadió que hay otras razones que los motivan a salir de sus comunidades, porque no se sienten protegidos o se sienten acosados en su propio país.

“A veces hay gente específicamente que son indígenas que han querido hacer organizaciones, establecer un movimiento y quieren ser respetados, pero siempre por medio del Gobierno, empresas o de la política no los dejan, hay una combinación de cómo les ha fallado el Gobierno, además que EE. UU. ha acosado a nuestros pueblos indígenas desde años atrás”, puntualizó.

AFECTADOS POR TOLERANCIA CERO ENCONTRARON UNA BARRERA DE COMUNICACIÓN

El artículo publicado por el New Yorker, también señala que, durante la crisis de separación de familias causada por la política de Tolerancia Cero, en donde fueron separadas decenas de migrantes, muchos eran de origen indígena.

Lee Gelernt, abogado de la A.C.L.U., explicó para ese artículo que con el equipo que trabajaba descubrió que gran parte de los padres separados eran indígenas.

«La población indígena probablemente era la menos capaz de comprender sus derechos, y por lo tanto pudo haber sido más susceptibles de perder a sus hijos y renunciar a sus propios derechos de asilo «, señala el artículo que hace alusión a parte de la crisis y necesidad de intérpretes que surgió.

Además, la nota apunta a que la barrera del idioma, contribuyó a muchas de las separaciones entre padres e hijos.

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