Tengo tantos hermanos: antes del último adiós, Pepe Mujica recibió a Arévalo en su granja en Uruguay

Engelberth Blanco

Rodeado de libros, paredes remachadas y una tenue luz, el expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, abrió las puertas de su “chacra”, en la capital del país sudamericano, al presidente Bernardo Arévalo, antes de fallecer este martes 13 de mayo. 

En 2010, cuando tomó la Presidencia de Uruguay, Pepe Mujica tomó una de sus primeras decisiones de un gobierno de austeridad, no mudarse a la residencia oficial y seguir viviendo en su antigua chacra, como le llamaba, una pequeña granja en Rincón del Cerro, en Montevideo.

Esta misma casa acogió al presidente Arévalo en una visita a Pepe Mujica, quien en ese momento había dado un fatal anunció a principios de enero pasado. 

“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, indicó el 9 de enero pasado.

@bernardoarevalogt

Pepe, gracias por tu ejemplo, por tu calidez y por recordarnos que gobernar es, ante todo, servir. #Presidente #Guatemala #BernardoArévalo #PepeMujica #Uruguay

♬ sonido original – Bernardo Arévalo de León

 

Pepe Mujica enfatizó “Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me acosen con entrevistas al pedo ni nada más. Se terminó mi ciclo, hace rato. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”. 

MUJICA A ARÉVALO: TENGO TANTOS HERMANOS

El presidente Arévalo llegó a principios de enero a Uruguay para la toma de posesión de Yamandú Orsi, quien al igual que Pepe Mujica, logró la Presidencia de Uruguay con el Frente Amplio.

Arévalo aprovechó la visita a Uruguay, para conversar con Pepe Mujica. “Es realmente muy  especial para mí, para nosotros, pero para mí, muy personalmente poder hacer esta visita”, indicó el mandatario guatemalteco.

José «Pepe» Mujica: El legado de un líder que transformó Uruguay con humildad y convicción

“Su vida Presidente no deja huella, deja surco y en ese surco, la cantidad de semillas que van a brotar es enorme”, agregó.

Como era acostumbrado por Pepe Mujica, con una voz calmada le afirmó a Arévalo: “yo tengo tantos hermanos, que no los puedo contar, en el valle, en la montaña, en la pampa y en el mar”. 

“Cada cual con sus trabajos, con sus sueños, cada cual con la esperanza adelante, con los recuerdos detrás. Yo tengo tantos hermanos, que no los puedo contar”, afirmó Pepe Mujica en un vídeo compartido por Arévalo en marzo pasado.

ARÉVALO: LA LUCHA SE INSPIRA DE GENTE COMO USTED

En un nuevo vídeo compartido por Arévalo tras la muerte de Mujica, se puede observar que quien tendió la bienvenida a Arévalo y al secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo, en la puerta de la granja fue la esposa de Pepe Mujica, Lucía Topolansky, quien le impuso la banda presidencial en 2010 como la senadora más votada en esos comicios.

“La lucha se inspira de gente como usted, de dos personas que son inspiración, que nos animan a seguir adelante. Es realmente, muy especial para mí, muy personalmente poder hacer esta visita”, les indicó Arévalo.

@bernardoarevalogt

Adiós, querido Pepe. Ejemplo de humildad y de grandeza. De liderazgo entendido como servicio siempre a quienes más lo necesitan. Tu obra y tus palabras son legado, a la vez surco y esperanza. Un abrazo fraterno y solidario a su familia, y al noble pueblo uruguayo.

♬ sonido original – Bernardo Arévalo de León

 

Mujica le aseguró que seguían andando con un curtido de soledad. “Nos perdemos por el mundo. Nos volvemos a encontrar, y así nos reconocemos por el lejano mirar. Por la copla que mordemos, semilla de inmensidad, y así seguimos andando, curtidos de soledad y en nosotros nuestros muertos, para que nadie quede atrás”.

“Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar y una novia muy hermosa, que se llama libertad”, concretó Pepe Mujica.

FALLECE PEPE MUJICA 

Antes de llegar a la Presidencia, Pepe Mujica fue militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros entre los años 60 y 70, por lo que pasó casi 15 años en prisión durante la dictadura militar uruguaya. 

Tras recuperar la libertad en 1985, logró ser diputado, senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, antes de asumir la presidencia.

Durante su mandato, promovió políticas como la legalización del matrimonio igualitario, la regulación de la marihuana y una reforma educativa. 

Al llegar a la Presidencia, Pepe Mujica prefirió vivir en la residencia presidencial y optó por permanecer en su pequeña “chacra” en las afueras de Montevideo, manejando su viejo Volkswagen escarabajo y donando gran parte de su salario a obras sociales. 

Derivado de lo anterior, se conoció a Mujica como “el presidente más pobre del mundo”, aunque el exmandatario aseguraba que su riqueza era “tener pocas necesidades”.

Tras dejar la presidencia, Mujica fue senador hasta el 2020, cuando se retiró por motivos de salud.