Por Eder Juárez
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Durante las últimas semanas el Gobierno del presidente Jimmy Morales, por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores a cargo de Sandra Jovel, ha realizado una serie de nombramientos para el servicio exterior en los que destacan los nombres de los dos viceministros de dicha cartera, Pablo García y Jairo Estrada, así como la designación política del diputado Luis Hernández Azmitia, nombramientos que a consideración de analistas y exdiplomáticos deberán ser revisados por el nuevo Gobierno.
El excanciller Eduardo Stein indicó que cerca de 50 nombramientos en el exterior dejan una serie de dudas sobre la idoneidad de algunas de las personas designadas, “ya será el nuevo Gobierno que tenga que discernir y decir de acuerdo a su propia política exterior si esos nombramientos se van a mantener o se van a revisar”.
Según Stein, “un aspecto que llama la atención es que algunos y algunas funcionarias de planta de la Cancillería aquí en Guatemala también fueron trasladados, se ha evaluado en mi opinión de manera errónea que se les confunda con estos nombramientos de última hora, son gente que uno conoce, competentes y correctas; es posible que estos movimientos se hayan hecho para dar lugar a nombramientos locales, pero lo conoceremos a partir del miércoles cuál será la posición de la nueva administración respecto a los nombramientos de última hora”, dijo Stein.
De acuerdo con el excanciller, los nombramientos de personas que no son miembros de la Cancillería y que no están escalafonados supondrán si se echan para atrás una carga financiera para la Cancillería que cubrirá boletos, mudanza, etc. Pero aquellas personas que sí están escalofonadas y que sí son parte del servicio exterior y cuyos cargos fueron modificados, suponen también otro tipo de gastos.
Según Stein, se debe hacer una revisión profunda de estos nombramientos de última hora. A criterio del exdiplomático hay “necesidad de recuperar y reconstruir algunas relaciones bilaterales mal logradas durante esta administración de Sandra Jovel”, señaló.
MENSAJE DE CONTINUIDAD
Úrsula Roldán, Directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) de la URL, señaló que si el Gobierno entrante consiente los nombramientos de última hora, “tristemente sería un mensaje de continuidad de uno de los peores Gobiernos calificados en la historia de Guatemala, marcaría una desconfianza con respecto de la nueva agenda internacional y mataría la esperanza que muchos guatemaltecos tienen que este Gobierno cambie algo de lo que hizo la administración saliente”.
Además, indicó que la administración de Jimmy Morales “desestructuró la carrera diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores, además de poner en riesgo a Guatemala con respecto a la imposición de políticas de parte de Estados Unidos; adicionalmente la no defensa de sus connacionales migrantes que tiene tantas demandas y que hay que reconocerles el gran esfuerzo de duplicar las remesas en este último año. Si el nuevo Gobierno no pone atención a estos últimos nombramientos sería un mensaje muy lamentable que marcaría un inicio de desconfianza y de poca credibilidad de la población hacia este Gobierno”.
Según Roldán, se quisiera un Gobierno que tenga más seriedad con respecto de una agenda internacional, “que tenga una cierta legitimidad frente a su propio país, que tenga una agenda para superar los grandes déficit sociales y económicos que tiene el país, hay una comunidad internacional que está cansada de todos los ataques que hizo el Gobierno de Jimmy Morales a la propia comunidad internacional. No es conveniente que siga únicamente pegado a la agenda del presidente Trump, sino que debe de ampliar su espectro con una política internacional seria que coloque al país en una mejor posición con respecto a inversión, cooperación en temas sociales y económicos”, manifestó.
Además, señaló que la Cancillería queda muy mal, porque destruyó los esfuerzos que se han tenido en carrera diplomática, “mal que bien todos los Ministros de Relaciones Exteriores habían tenido un desempeño positivo, quizá no todos de la misma manera eficiente y en función del país pero no al nivel que llegó Sandra Jovel de defenderse ella, de defender la agenda de Morales y de esa estructura criminal y de corrupción que se creó, hasta el hecho de sacar a la CICIG, creo que es urgente reestructurar el Ministerio de Relaciones Exteriores, limpiarlo y darle una cara diferente”, dijo Roldán.
FALTA DE PRIORIDADES
Entre tanto Hugo Novales, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) dijo que, cuando se toman decisiones de política exterior se supone que son decisiones de largo plazo y que trascienden Gobiernos, “lo normal sería que el Gobierno entrante sostenga los nombramientos y las grandes líneas de política exterior que ha tenido este Gobierno”.
Además, índico que hay que recordar que el Gobierno entrante es afín al saliente y no precisamente antagónico u opositor al de Morales.
“Lo que genera ruido o lo problemático que sucede es que los nombramientos recientes parecen ser arbitrarios y no necesariamente decisiones de política exterior, por ejemplo, el nombramiento del diputado Hernández Azmitia como embajador de la OEA, en un foro regional donde se están discutiendo temas relevantes como la estabilidad de la democracia en el continente o donde podría ser un espacio propicio para discutir temas tan importantes como la migración”, dijo Novales.
Asimismo, dijo que el que la Canciller haya tomado esa decisión “demuestra una falta de alineación de lo que debiera de ser las prioridades de política exterior y las decisiones del Gobierno, es posible que el presidente electo esté esperando tomar posesión respecto a esto, el que permanezca en silencio no quiere decir que esté necesariamente de acuerdo con ese tipo de nombramientos, es posible que esté esperando el momento propicio para formalizar las decisiones, puede ser que el presidente electo no tenga claro a qué personas designar en estos cargos de igual manera”, dijo Novales.
Agregó que esos nombramientos tardíos del Gobierno saliente le pueden resultar una oportunidad para tomarse más tiempo y decidir a quiénes va a colocar en esos puestos el nuevo Gobierno,” son posibilidades que no sabremos hasta que ya estén en el cargo y tomen decisiones”, dijo.
Novales indicó que aunque no conoce al interior la Cancillería, “es lamentable la manera en que en los últimos años el Presidente y la Canciller que tenían un argumento nacionalista de soberanía para cuestiones relacionadas con la CICIG, la relación con Suecia o en algunos momentos la relación con Estados Unidos, y ya en los últimos seis meses con el asunto de la firma del acuerdo de tercer país seguro, parecieran contradecir esos argumentos de soberanía y simplemente permitir lo que es un abuso de parte de los Estados Unidos en nuestras relaciones bilaterales”.
“Es lamentable en la posición que nos dejan ante quienes deberían ser nuestros aliados que son los países centroamericanos, particularmente Honduras y El Salvador”, señaló el analista.