Eleonora Muralles, quien forma parte del Movimiento Pro Justicia, considera que la seguridad alrededor del Congreso incide en la apatía de la ciudadanía para protestar. Foto La Hora: José Orozco

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

Ante la apatía que ha tenido la ciudadanía ante los procesos que los políticos han impulsado en los últimos meses, analistas consideran que esto podría ser causa de la protección que las autoridades dan a los diputados, como sucedió ayer en el Congreso.

Eleonora Muralles, de la Asociación Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro (FADS) dijo que el hecho de que no haya movilizaciones de ciudadanos ante hechos como la aprobación de leyes en el Congreso, que son un retroceso en materia de justicia, como se vivió en 2015, se debe a la represión con la movilización de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de forma desmedida que definitivamente influye en un temor a la ciudadanía.

Según Muralles, el temor de que vaya a hacer la PNC y el no permitir el acceso al Congreso de la República que es del pueblo “es una situación espantosa que estamos viviendo, que los ciudadanos no podríamos entrar a la casa que es del pueblo es una represión, es un abuso y aún cuando nosotros reclamamos y actuamos nadie más actúa de las instituciones que deben hacerlo”, manifestó Muralles.

Por su lado Mynor Alonzo, de la organización Usac es Pueblo, dijo que al hablar de la apatía como concepto pareciera que la ciudadanía u otro sector es el responsable de lo que está pasando en el aspecto político y no es así. “Hay que matizar que estas personas (diputados) lo están haciendo porque son corruptos, a su conveniencia al aceptar algunos cargos podrían evitar ir a la cárcel y que exista una justicia reparadora para la población a quienes le roban no solo la salud sino la vida” dijo.

Además, indicó que la inmovilidad de la ciudadanía tiene muchas aristas, desde que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que era la única institución con fortaleza que podría luchar contra la impunidad, la corrupción y dar valor a la gente para afrontar eso, se fue. “Eso hace que la cultura de miedo y silencio surja con más fuerza, una cultura que siempre ha estado, pero que se logró romper en 2015, porque había una instancia que nos permitía pensar en algo más”, dijo Alonzo.

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