De acuerdo con analistas consultados, la baja recaudación impactó en mayor endeudamiento. Foto La Hora

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

El presidente Jimmy Morales informó la semana pasada que se tenía una brecha fiscal por arriba de los Q1 mil 700 millones en recaudación tributaria y se estima que puede sobrepasar los 2 mil millones. Según analistas consultados, la baja de recaudación impacta en un mayor endeudamiento y en el gasto público.

De acuerdo con Carlos Martínez, economista independiente, esa es una situación recurrente en la recaudación tributaria y ante las mismas políticas de recaudación no se puede tener un resultado diferente, “los problemas de recaudación son exactamente los mismos desde hace cinco, 10 o 15 años, porque todo sigue igual, con una alta evasión del Impuesto al Valor Agregado, alta evasión del Impuesto Sobre la Renta, un desmedido nivel de contrabando, además de eso la economía no ha tenido un repunte significativo en los últimos años”, señaló.

A la vez, indicó que para el gasto público la situación se torna más complicada, porque el Estado no tiene los recursos suficientes para financiar el gasto público, especialmente en las áreas sociales.

“Esas falencias en los ingresos tributarios está haciendo suplida con una contratación imprudente de deuda pública. Durante el Gobierno de Jimmy Morales la deuda pública pasó de Q120 mil millones a Q165 mil millones, un crecimiento desorbitado, irresponsable y significativo, por lo que la SAT necesita una reforma profunda para que los agentes económicos paguen impuestos y que responda a las atribuciones tributarias establecidas en la Ley, porque quienes invaden los impuestos son quienes precisamente están obligados a pagar, y por el lado de las instituciones públicas pareciera que son complacientes con esa evasión, la situación es grave para el país”, señaló el economista.

Asimismo, indicó que son las poblaciones menos desfavorecidas las que percibirán mayor impacto de esto, “porque además de la baja recaudación y ese bajo gasto público realmente se gasta en cosas que no necesitan las poblaciones más necesitadas, por ejemplo, en los últimos años el crecimiento de la burocracia estatal ha sido mayor mientras que el crecimiento del Estado en términos netos decreció”, añadió el economista.

Por otro lado, Hugo Maúl del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), indicó que en términos generales se debe recordar que las metas de recaudación se ha dicho desde siempre por la comunidad de analistas económicos que son sobreestimadas.

“A la SAT se le puso una meta de recaudación que claramente rebasaba todas las expectativas que uno pudo haber tenido del comportamiento económico durante el 2019, por lo tanto una brecha es de extrañar y tampoco debe de entenderse como un gravísimo problema partiendo de que la estimación era fuera de contexto, el problema es que en función a esa recaudación se compromete el Presupuesto y se establecen los niveles de endeudamiento y ahí es donde ocurre el apretón porque el país termina endeudándose más de lo que necesitamos, desde esa perspectiva el no alcanzar la meta es una implicación para las autoridades de la SAT en cuanto su posible continuidad, pero también revela la necesidad de hacer estimaciones que sean congruentes con una economía que está sujeta a grandes perturbaciones”, dijo Maúl.

Además, indicó que si se analiza el panorama, la recaudación viene creciendo desde el año anterior “pero sí alcanzar la meta, depende de lo que se quiera ver, si uno quiere ver un mal resultado uno puede ver que la meta no se alcanza y si uno quiere ser realista entonces se tiene que decir que la meta era optimista y finalmente la lección aprendida es ser más moderado para exigirle a la SAT esfuerzos que no esté en capacidad de hacer dada la situación económica nacional e internacional”, puntualizó.

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