
La investigación por la muerte de Hansel Szarata avanza ahora en una nueva línea paralela a la que ya llevó al exviceministro de Gobernación Carlos García Rubio a enfrentar juicio. Este 10 de diciembre, el juez Fredy Orellana abrió la etapa intermedia contra los jóvenes Andrés Eduardo Cano y Roberto Rafael Padilla, a quienes el Ministerio Público (MP) acusa de provocar los disparos que, minutos antes del ataque mortal, desataron el caos en el parqueo de un centro comercial de la zona 16.
La Fiscalía sostiene que ambos actuaron con imprudencia criminal y pidió que sean enviados a juicio por homicidio en grado de tentativa, además de los delitos de disparos sin causa justificada y transporte ilegal de arma de fuego. Orellana, titular del Juzgado Séptimo Penal, escuchó la imputación y programó la continuación de la audiencia para el próximo 12 de diciembre a las 8.30 a.m.
#AhoraLH | El juez Fredy Orellana abrió la etapa intermedia contra los jóvenes Andrés Eduardo Cano y Roberto Rafael Padilla, acusados por los delitos de disparos sin causa justificada y transporte ilegal de arma de fuego. Ambos enfrentan además una acusación por homicidio en… pic.twitter.com/TR9S8ruFUi
— Diario La Hora (@lahoragt) December 10, 2025
NOCHE QUE TERMINÓ EN TRAGEDIA
El caso remite a la madrugada del 5 de abril, cuando una reunión entre amigos derivó en una secuencia de disparos que acabó con la vida de Szarata, extrabajador del Congreso, y dejó herido a un joven identificado como Gerson Lemus. Aquel encuentro, que comenzó entre tragos en dos bares de la zona 16, terminó convertido en una causa penal que ahora involucra a tres hombres: Cano, Padilla y García Rubio.
Según la investigación del MP, los incidentes comenzaron cuando Cano y Padilla se separaron del grupo en el parqueo y discutieron con varias personas. Minutos después, se refugiaron en un pick-up propiedad de Padilla. Dentro del vehículo, Cano encontró una pistola —registrada a nombre del padre de Padilla y colocada allí días antes por la madre del joven— y efectuó dos disparos hacia un grupo de personas. Uno de ellos hirió en la cabeza a Lemus; el segundo, afirma la Fiscalía, buscó “amedrentar” al grupo con el que discutían.
El MP sostiene que, tras oír los disparos, García Rubio desenfundó su arma creyendo que su compañero Szarata estaba bajo ataque y disparó. Ese proyectil mortal terminó con la vida del exasesor parlamentario.

RESPONSABILIDAD PENAL
En la audiencia, la fiscalía presentará videos de las cámaras de seguridad del parqueo, los peritajes balísticos del arma 9 mm. encontrada en el vehículo y fragmentos de los testimonios que los propios sindicados ofrecieron en septiembre, cuando fueron capturados.
Cano reconoció entonces que accionó el arma, aunque insistió en que el primer disparo fue accidental y dirigido al suelo. Padilla admitió que desconocía que la pistola seguía en el pick-up.
Para el MP, no es relevante si Cano pretendía o no herir a Szarata. Lo que sostiene es que sus disparos crearon la situación de alarma y confusión que culminó con el ataque mortal. Por ello, solicitó que ambos enfrenten juicio por homicidio en grado de tentativa, además de los delitos de armas.







