
En el Tribunal Cuarto de Sentencia Penal comenzó este miércoles el juicio contra el exviceministro de Gobernación, Carlos García Rubio, acusado del homicidio del exasesor del Congreso Hansel Szarata, ocurrido el 5 de abril de 2025 en un parqueo de la zona 16 de la capital. García Rubio se declaró inocente ante el juez Manolo López, quien dirige el debate.
La audiencia abrió con la lectura de la acusación por parte del fiscal del Ministerio Público (MP), Josué Neftalí Ayapán. En primera fila, Sandra de Szarata, madre del exasesor, escuchó en silencio los detalles que la Fiscalía sostiene como prueba del delito. Enfrente, la defensa del exviceministro, representada por la abogada Ester Guerrero Gálvez, adelantó que su línea argumentativa apuntará a la inexistencia de evidencia científica que vincule a su cliente con el disparo mortal.
TESIS DEL MP
La acusación del Ministerio Público (MP), leída por el fiscal Josué Neftalí Ayapán, dibujó una secuencia detallada de movimientos, conversaciones y decisiones que, a juicio de la Fiscalía, llevan directamente a la responsabilidad penal de García Rubio en la muerte de Szarata. El relato, apoyado en peritajes pendientes de ser conocidos en el debate, busca probar que el exviceministro abrió fuego sin justificación y provocó el desenlace mortal.
El MP sostiene que a la 1:20 horas de la madrugada del 5 de abril de 2025, García Rubio se encontraba en el parqueo de un centro comercial en compañía de dos agentes de la División de Protección a Personas y Seguridad de la Policía Nacional Civil —los guardaespaldas asignados a su cargo— y del propio Szarata. Ambos habían salido minutos antes de un bar, donde pasaron varias horas bebiendo con amigos.
Según la Fiscalía, Szarata abordó su vehículo para retirarse, pero detuvo la marcha al ver que García Rubio lo llamaba para continuar una conversación. En ese momento llegó una camioneta tipo pick-up, conducida por Roberto Rafael Padilla Recinos y Andrés Eduardo Cano Sánchez, quienes habían estado con ellos en el bar. El MP indica que tanto el acusado como la víctima se acercaron al vehículo para hablar brevemente con sus ocupantes.
El punto clave, según el fiscal Ayapán, ocurrió después: García Rubio caminó hacia su propia camioneta, abrió una de las puertas y extrajo un arma tipo pistola calibre .40, marca Tanfoglio, modelo MAPP 1, con registro AB60811. Se la acomodó en la parte posterior del cinturón. La Fiscalía subraya que ese movimiento no está explicado por “ninguna amenaza real ni inminente”.

Szarata regresó a su vehículo para retirarse, pero volvió a descender, aparentemente para concluir una conversación. En ese instante, según la acusación, García Rubio escuchó detonaciones y, sin identificar su origen, levantó los brazos y efectuó disparos “en la dirección en que la víctima caminaba”. Uno de esos proyectiles, asegura el MP, impactó en el tórax de Szarata, perforó órganos vitales y provocó una asfixia pulmonar bilateral que derivó en su muerte, según el dictamen tanatológico.
El relato fiscal continúa con la descripción del comportamiento del exviceministro tras los disparos: García Rubio se acercó al cuerpo caído aún empuñando el arma, la guardó en la cintura y se inclinó para verificar el estado de Szarata. Los peritos de balística analizarán tres armas y múltiples casquillos recuperados en la escena.
Ayapán insistió en que el debate permitirá establecer “dos hechos esenciales”: que el homicidio existió y que García Rubio participó en él. Aunque recordó que el acusado goza del principio de presunción de inocencia, afirmó que la tesis fiscal será demostrada a través de peritajes, testigos y registros audiovisuales. La Fiscalía, concluyó, solicitará una sentencia condenatoria.
DEFENSA ASEGURA QUE NO SE COMPROBÓ
La abogada Guerrero Gálvez rechazó de plano la versión fiscal. “Hace unos años se puso de moda bautizar los casos; este debería llamarse ‘No se comprobó’. Él no disparó a su amigo”, afirmó. Sostuvo que la posición de García Rubio en la escena hacía “imposible” que hubiese realizado el disparo que mató a Szarata, y recordó que no está claro si el lugar del suceso fue contaminado.
Aseguró que su cliente —también bombero de formación— actuó para auxiliar a su amigo que cayó al suelo y que jamás abrió fuego contra él. “Él le avisó a la familia. Estaba en shock cuando habló con la hermana, incluso, no lo recuerda todo. Se puso a disposición de la justicia desde el primer momento”, enfatizó.
SE DECLARA INOCENTE
Tras meses de mantenerse en silencio procesal, García Rubio —exviceministro durante el mandato del expresidente Alejandro Giammattei— aprovechó la primera jornada del debate para exponer su propia versión de los hechos. Su intervención, cargada de emoción y dirigida en buena parte a la madre de la víctima, buscó desmontar la idea de que disparó deliberadamente contra Szarata.
“Gracias por la oportunidad de al fin expresarme”, dijo al iniciar. Recordó que, desde su captura, no había tenido la posibilidad de relatar su versión sin restricciones. “Ocho meses sin poder hablar. Fui detenido de forma arbitraria, vigilado y tratado como si hubiera intentado huir, cuando siempre estuve a disposición de las autoridades”, afirmó.
García Rubio habló de su amistad con Szarata, a quien describió como “uno de mis mejores amigos desde hace muchos años”, alguien con quien trabajó “mano a mano” en múltiples proyectos, incluido uno que, aseguró, habían logrado concretar precisamente el día del incidente. “Al despedirme sucede toda esta situación”, añadió, sosteniendo que jamás tuvo un conflicto con él.
Al dirigirse a Sandra de Szarata, su tono cambió. “Quiero decirle de frente, doña Sandra: yo lo único que hice fue auxiliar a Hansel. No lo maté… discúlpeme si alguien le ha alterado la información. Usted sabe que todos los que estábamos ahí éramos amigos. Ya no lo somos, pero lo éramos”, expresó. Su declaración provocó uno de los momentos más tensos de la audiencia.

El exviceministro insistió en que su reacción, captada parcialmente en cámaras de seguridad, obedeció a su formación profesional. “Tengo 20 años de experiencia en seguridad ciudadana. Eso me permitió reaccionar de inmediato ante lo que percibí como una amenaza, tanto para mi vida como para la de mi amigo”, justificó.
Según su relato, escuchó detonaciones y levantó los brazos de manera instintiva, sin saber quién disparaba ni de dónde provenían los tiros. Negó que sus acciones fueran dirigidas hacia Szarata. “No hay una sola prueba científica que diga que el disparo que lo mató salió de mi arma. Ni una. Y usted lo verá con el paso de las pruebas”, dijo al juez López, subrayando que el expediente balístico se encuentra incompleto.
Cerró su intervención pidiendo al tribunal objetividad y asegurando que afrontará el proceso hasta el final. “Estoy aquí porque siempre di la cara. Lo seguiré haciendo. Solo pido que las pruebas se analicen sin sesgos”, concluyó antes de ceder la palabra.
#AhoraLH | El exviceministro de Gobernación, Carlos García Rubio, asegura ante el juez que decidirá sobre su inocencia o culpabilidad que no mató a su mejor amigo y asesor del Congreso, Hansel Szarata.
✍️ Diego España
📹Daniel Ramírez pic.twitter.com/r0fGobPtrT— Diario La Hora (@lahoragt) December 10, 2025
PRIMEROS PERITOS DECLARAN
Antes de iniciar la ronda de peritos, el juez López advirtió que cualquier falso testimonio podría acarrear penas de entre dos y seis años de prisión.
Declararon tres especialistas: Víctor Salguero, perito en identificación de vehículos del Inacif; Joseline Sánchez, perito en tanatología; y Carlos Enrique González, ingeniero mecánico y forense.
Los peritajes serán clave en un caso marcado por vacíos técnicos, testimonios contradictorios y un video que, según una resolución previa del juez Fredy Orellana, no muestra evidencia de un ataque armado previo, pero sí registra a García Rubio disparando y a Szarata cayendo al suelo.
El debate continúa con la declaración de peritos y testigos, mientras el tribunal intenta reconstruir minuto a minuto la secuencia que terminó con la muerte de Hansel Szarata.







