Jayro Bustamante, cineasta guatemalteco: “Si consumimos lo que Guatemala produce nos invertirían más”

Jayro Bustamante, el cineasta guatemalteco de la aplaudida trilogía ‘Los tres insultos’ y ahora miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EE. UU., ejerce para el país de puente cultural a través de sus largometrajes que apuestan a narrar historias reales con su toque distintivo de originalidad, sobriedad y significados detrás de cada escena.

En entrevista para La Hora asegura que el camino del éxito no ha sido fácil en un país con mucho arte, pero con pocas oportunidades para dedicarse al cien por ciento a ese rubro, más aún la del séptimo arte que exige inversiones para construir un proyecto. 

Bustamante, de 47 años y originario de Sololá, cuenta con una trayectoria sólida que ningún otro guatemalteco ha logrado. Con la cinta ‘La Llorona’ fue nominado a los premios Golden Globes, un hecho sin precedentes. Además, el cineasta votará a los próximos nominados y ganadores de los Premios Óscar.

Su trilogía, premiada a nivel internacional, hace una reflexión de los tres insultos más comunes en Guatemala: «indio», refiriéndose a las comunidades indígenas; «hueco», un término peyorativo contra personas homosexuales; y «comunista», dirigido a los defensores de los derechos y libertades humanas.

Bustamante es comunicador social egresado de la Universidad San Carlos de Guatemala y migró a Europa, donde estudió cine en el Conservatorio libre del cine francés (CLCF) y en el Centro Experimental de Cine de Roma. A su paso, el director laboró como creador visual en moda para la casa Dior.

Su próxima obra por estrenar, ‘Rita’, retrata la historia de una joven que escapa de su casa por malos tratos de su padre, quien llega a un hogar seguro del Estado donde su nueva realidad no se aleja de la anterior.

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— Diario La Hora (@lahoragt) July 20, 2024

La Hora. ¿Quién es Jayro Bustamante, detrás del guatemalteco que marcó y sigue marcando un hito en la historia del cine en Guatemala?

Jayro Bustamante. Yo soy un cuentacuentos, a mí me gusta contar historias. El cine se convirtió en el lenguaje que más se adapta de la manera en la que a mí me gusta narrarlas. Creo que el visual tiene una fuerza muy importante y que nos puede mover de muchas maneras.

Es un reto muy grande también, porque el cine por ser visual no nos permite ciertas cosas, como en la literatura poder describir lo que siente un personaje o describir lo que piensa. Ese es el reto mostrar y conectar con el espectador. Es un lenguaje muy poderoso.

LH. Esta es una pregunta difícil de responder. Hasta ahora, ¿cuál ha sido la película o el trabajo con el que más se ha conectado?

JB. No solo es difícil, sino que no existe una con la que conecte más. Con cada una uno conecta de distintos puntos y cada película representa diferentes épocas de los directores. Somos seres que estamos cambiando todo el tiempo y no podemos ser los mismos. Yo no soy el que inició haciendo cortometrajes al que está contando ahora Rita.

No sé si existe por ahí un ADN de la personalidad, astros que me marquen, pero la evolución de cada uno es diferente. Las preocupaciones son otras las emociones y las necesidades también cambian y es desde ahí que se inicia.

LH. ¿Cómo llegó a ser miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos?

JB. Yo me imagino que pasas una selección y ahora que soy miembro, cuando me toque ese proceso lo voy a entender mejor, pero simplemente me enteré un día porque me hicieron parte y no supe cómo fue el proceso.

Me parece interesante que nos están viendo y la gran industria del entretenimiento puso los ojos sobre nosotros como país, en nuestras historias y sobre nuestro trabajo. Y nos ven con el nivel para ser parte de los grandes profesionales.

Muchas personas me preguntan “¿quiénes son los que están en La Academia?” Uno se imagina a un grupo de gente que está ahí, pero realmente la gente de La Academia somos los mismos profesionales de la industria y La Academia celebra el cine, nominando y premiando las mejores obras cada año. Apoyándolas y dándoles luz.

LH. ¿Cómo se siente y qué implica el tener la responsabilidad de votar en los Premios Óscar?

JB. Es más un placer ¿no?, porque es un trabajo muy placentero el tener acceso a todas esas obras, acceso a las conversaciones alrededor de las obras y hay algo que se nos está olvidando en el consumismo desechable en el que la sociedad está acostumbrada a consumir contenido corto, rápido que no tiene interés.

Yo crecí en una familia en donde se hablaba también de lo que consumíamos. Hablábamos de donde se había comprado, cómo se había preparado, quién era el productor que la había traído y cada cosa tenía una relevancia. No solo comías y ya estabas pensando en qué más comer, no era algo tan rápido. Me parece que es regalo.

LH. ¿Qué le falta a Guatemala para abrir oportunidades en la industria de la cinematografía?

JB. Seguramente lo que a muchos nos falta es financiamiento. Si nos ponemos a hacer la lista de lo que falta es extensa, también leyes. La gente pregunta mucho cómo nos pueden apoyar y lo agradezco, pero lo que falta en Guatemala es audiencia local.

Si nosotros consumimos lo que Guatemala produce nos empezarían a invertir más y lo digo por experiencia propia, tengo gente que quiere invertir en mí, pero haciendo productos fuera. Cada vez que yo digo ok, pero hagámosla en Guatemala y trato de jalarme acá, la gente me pregunta “¿por qué la gana de hacer cine en Guatemala si tu gente no la va a ver?”.

Hay una frase que dice “el cine de Guatemala no es de calidad” que ya no es válida. Los cineastas guatemaltecos han demostrado que nuestro cine es válido, tenemos un montón de premios, cineastas en festivales, voces que son superinteresantes y estamos haciendo mucho.

LH. Ixcanul, Temblores y la Llorona, las tres abordan problemáticas de país, ¿Cómo fue el camino para construir esta trilogía y narrarla de una manera diferente?

JB. Fue un proceso complejo, pero rápido. Yo en ese momento que estaba empezando necesitaba focalizarme en los temas que me interesaban y me puse ese challenge con esas tres películas para estar concentrado en algo y un peligro que corremos los artistas y todos los humanos es que nos distraemos muy fácilmente.

Si no nos ponemos tiempos, luego terminamos distrayéndonos e incluso yo me distraje en el camino porque la vida te presenta gente, relaciones y la vida te va moviendo, pero al menos hay una cuerda para poder volver y agarrarse para encontrar el camino.

LH. Rita es su última obra. ¿Cómo nace este largometraje? ¿Está inspirada en alguna historia real?

JB. Rita es sin lugar a duda la película más grande que hemos hecho en La Casa de Producción y más grande que se ha hecho en Guatemala y Centroamérica. Es una coproducción entre Guatemala y Hollywood, eso indica el hecho de que estamos en la mira.

La coproducción la hicimos con Concordia, Jonathan King es el productor y de sus últimas películas está Roma. Ha ayudado mucho al cine latino a ponerse donde tenemos que estar. Solo en cast tenemos 300 nuevas niñas y en colaboradores alrededor de 5 mil personas. Es un proyecto que duró seis meses entre la formación de las actrices hasta la producción.

Es una historia que habla sobre la niñez desfavorecida de nuestro país. Creo que nosotros nos escondimos muchos años por ese famoso dicho de “la niñez es el futuro” y eso solo para no tomar la responsabilidad de que la niñez es el presente y que es ahora mismo que tenemos que actuar.

Creamos un cuento de hadas que se mezcla con un cuento de horror para narrar a estas niñas que son unos ángeles con alas que quieren volar y esperan que los adultos no se las corten.

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ESTRENO DE RITA

La cinta será estrenada en la ciudad de Guatemala, en el centro cultural Miguel Ángel Asturias del Teatro Nacional, el próximo 7 de agosto a las 18 horas. Las entradas se pueden adquirir en Todoticket a Q350.

Con la compra de un boleto cinco niñas y niños tendrán la oportunidad de ver la película de forma gratuita. El evento contará con una alfombra roja en donde desfilarán los invitados, así como un coctel y la participación sorpresa de una artista guatemalteca.