El jefe de la Superintendencia de Bancos (SIB), Saulo De León, negó ser leal al sancionado expresidente Alejandro Giammattei, quien lo eligió en octubre de 2022 para estar al frente de la institución hasta 2026, y excusó que la docena de visitas que realizó a Casa Presidencial fueron en el marco de «informar, participar y conversar» con el entonces mandatario sobre temas financieros.
El funcionario recibió en las instalaciones de la SIB al equipo de Cara a Cara de La Hora, en el cual fue entrevistado por Pedro Pablo Marroquín, director general de este medio, para aclarar las dudas en torno a su vinculación con Giammattei y su pareja, Miguel Martínez. Ambos sancionados por Estados Unidos por presunta corrupción.
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— Diario La Hora (@lahoragt) May 3, 2024
ASCENSO A LA SIB «POR MÉRITOS»
De acuerdo con los registros de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS) de la Presidencia, del 14 de enero de 2020 al 14 de enero de 2022, período en que gobernó Giammattei, Saulo de León en su calidad de jefe de la Intendencia de Verificación Especial (IVE) visitó 12 veces al presidente en Casa Presidencial.
Las visitas continuaron y De León no fue el único de esa dependencia que permaneció en Casa Presidencial por horas. El entonces Superintendente de Bancos, Érick Vargas Sierra, también acudió en 18 ocasiones. Además, de otros intendentes.
Para septiembre de 2022, iniciaron con el proceso de elección del nuevo Superintendente de Bancos. A Giammattei se le presentó una terna de tres candidatos. Entre estos, dos de sus invitados más recurrentes: Vargas Sierra y De León. Un tercero fue Hugo Figueroa, que fungió como intendente de Coordinación Técnica de la SIB y de quien no constan registros de visitas en la SAAS.
De León, entonces lideraba la dependencia encargada de seguir el rastro de actividades vinculadas al lavado de dinero y corrupción. De la terna resultó como el favorito de Giammattei para encabezar la SIB, el funcionario le agradeció de forma pública al asumir el cargo.
De acuerdo con información extraoficial, el régimen de Giammattei y Martínez no posicionaba a actores claves en las instituciones del Estado a menos que estos les fueran leales y formaran parte de la cooptación del Estado. —Lo nombró un presidente y su pareja que buscaban que nadie llevara actos en contra de ellos ¿Cómo responde a ese nombramiento?—, se le cuestionó a De León.
«Yo valoro mucho mi reputación y prestigio para poder ceder mi voluntad y mi trabajo a un capricho o un control que no sea el de la ley y el de la Junta Monetaria», sostuvo De León y justificó que «ha trabajado en la Superintendencia de Bancos, en el sistema financiero y prevención toda su vida» como mérito para llegar a ese cargo.
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BAJA EN DENUNCIAS POR CORRUPCIÓN
La Hora también reportó que en tiempos de De León al frente de IVE, que es la unidad de inteligencia financiera en Guatemala, presentó una baja en las denuncias interpuestas ante el Ministerio Público (MP) por el rastreo de fondos que apuntan ser fruto de presunta corrupción en los últimos seis años. Desde 2018 la dependencia no presenta más de 27 denuncias y en 2023 presentó 15.
—¿Cómo se explica esta situación de la disminución de las denuncias, a qué lo atribuye usted?—, preguntó Marroquín y De León explicó que la IVE y la SIB «no tienen un mandato específico contra la corrupción», pero que un reporte de una denuncia podría derivar en que la Fiscalía abra varias investigaciones contra quienes resulten responsables.
«Hemos aplicado nuevas metodologías para en una sola denuncia incorporar mucha información. Puede haber una denuncia que incorpore 10 reportes de transacción sospechosa, lo cual antes eran 10 denuncias, siendo un reporte equivalente a una denuncia», justificó la baja de denuncias y coincidió en que es ahora el MP quien debe encargarse de investigar.
SE DESMARCA DE GIAMMATTEI
La Hora también preguntó a De León si se desmarca de Giammattei ante las dudas de su independencia en el cargo como Superintendente. «Yo estoy desmarcado desde el momento en que se me nombró. Es decir, yo tengo muy clara mi función y a quien le debo ser leal, y es al artículo 163 de la Constitución de la República y a la Junta Monetaria, quien es mi jefe», sostuvo.
El funcionario recordó que fue por él quien derivó el caso MDF, un entramado de lavado de dinero, durante el gobierno del Partido Patriota (PP). De esa cuenta, se le cuestionó por qué no se destapó ningún caso durante la administración de Giammattei, cuando EE. UU. inclusive sancionó a empresarios vinculados a Martínez.
«Todos los funcionarios de la Superintendencia de Bancos estamos totalmente desmarcados de cualquier poder oscuro actual antiguo o hiperantiguo. Cualquiera que venga, nosotros somos altamente institucionales y entiendo que mi posición es sufrir este desgaste de críticas de la población, pero me someto al escrutinio que ustedes me planteen», puntualizó.
A CONTRARRELOJ
Asimismo, el funcionario explicó que Guatemala se encuentra a contrarreloj para erradicar las brechas internacionales que en 2015 detectó el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT), una organización intergubernamental regional que agrupa a 17 países de América del Sur, Centroamérica, América de Norte y el Caribe para prevenir y combatir el lavado de activos.
«Hay materias que no hemos cumplido y tenemos pendientes de forma muy grave, que si en este momento tuviésemos una evaluación por parte de GAFILAT nos vamos a la lista gris de países no cooperantes», detalló De León sobre la situación de Guatemala.
La nueva evaluación por parte de dicho Grupo es en 2027 y hay una propuesta de ley en el Congreso presentada que busca presentar mejoras. «Esperaría que este nuevo Congreso o una bancada haga propia la necesidad de poder establecer esta ley. Esto tiene que ver con la inclusión financiera y de gestión de riesgos, les involucra a todos», dijo.