Guatemala se pronunció por el reclamo que Belice hizo ante la Corte Internacional de Justicia por los Cayos Zapotillos (Sapodilla Cayes, según el documento que fue remitido al órgano jurisdiccional).
De esa cuenta, el gobierno manifestó este sábado 19 de noviembre, por medio de un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), que no son ciertos los señalamientos de Belice con respecto a que los Cayos Zapotillos son parte de su territorio.
El pasado miércoles 16 de noviembre, el vecino país planteó una demanda en contra de Honduras, en la cual solicita al principal órgano de justicia de las Naciones Unidas que tiene una pretendida soberanía sobre esas islas.
La nota del Minex indica que los Cayos Zapotillos pertenecen al territorio guatemalteco.
“Al respecto, el gobierno de Guatemala reafirma que los referidos cayos pertenecen a Guatemala y que la acción del gobierno de Belice en nada afecta la soberanía guatemalteca sobre los mismos”, se lee en la nota.
Además, la administración de Alejandro Giammattei reafirmó “su confianza en la Corte Internacional de Justicia y reserva su derecho de actuar de la manera que mejor convenga a sus intereses”; pero también lamentó “la acción de Belice”.
Los connacionales quedaron detenidos para afrontar juicio y podrían recibir condena. Aquí lo que se sabe👇 https://t.co/lufsP1Lj2g
— Diario La Hora (@lahoragt) November 19, 2022
EL PROCESO EN LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA
Belice acordó con Guatemala llevar ante la Corte Internacional de Justicia el caso de la reclamación territorial, insular y marítima de Guatemala (Guatemala/Belice), que se inició el 7 de junio de 2019.
Dicho caso incluye la cuestión de la soberanía de los Cayos Zapotillos. De esta forma, Guatemala presentó su Memoria el 8 de diciembre de 2020 y Belice su Contra-Memoria el 8 de junio de 2022.
La acción de Belice resulta particularmente deplorable por ser efectuada a pocos días del 8 de diciembre de 2022, fecha señalada por la Corte para que Guatemala presente su Réplica en este caso, que constituye en principio su último acto procesal en la fase escrita del proceso.
