
La Cámara del Agro de Guatemala (Camagro) manifestó, por medio de un comunicado, su preocupación por el impacto que podría tener la fijación que el presidente Bernardo Arévalo dicte sobre el salario mínimo para 2026 en el empleo formal rural.
En el pronunciamiento oficial, Camagro advirtió que el sector agrícola crecerá por debajo del promedio nacional y enfrenta altos costos operativos adicionales.
La gremial señaló que, según proyecciones oficiales, el Producto Interno Bruto (PIB) agrícola registrará un crecimiento de apenas 1.8 por ciento, cifra que representa menos de la mitad del crecimiento nacional estimado por el Banco de Guatemala (Banguat), que se ubica en 4.1 por ciento.
Este desempeño, explicó, contrasta con otros sectores de la economía que proyectan crecimientos de entre 8 y 9 por ciento.
🚜 El PIB agro crecerá solo 1.8 %
📊 El PIB nacional 4.1 %
🏗️ Otros sectores, 8–9 %💼 Cada punto de aumento salarial cuesta 1.4 veces más por prestaciones y hoy se suma a 🚧 carreteras destruidas y 🚢 puertos colapsados.
🇬🇹 Presidente @BArevalodeleon: proteger el empleo rural… pic.twitter.com/mqLm2yuZIZ
— Cámara del Agro (@CamagroGuate) December 16, 2025
Ante esto, Camagro hizo un llamado directo al presidente de la República, Bernardo Arévalo, para que la decisión sobre el salario mínimo del próximo año se adopte con criterios técnicos y con un entendimiento del impacto que tendría en las empresas agrícolas, especialmente en el área rural.
La organización enfatizó que el análisis no debe centrarse únicamente en el porcentaje nominal del aumento salarial.
Según el sector, en Guatemala cada punto porcentual de incremento al salario mínimo se traduce en un costo real aproximadamente 1.4 veces mayor para los empleadores, debido al efecto de las prestaciones laborales obligatorias.
Este sobrecosto se suma a otras presiones que ya afectan al sector, como el deterioro de la red vial y la congestión persistente en los puertos del país, expresó la Cámara, que son factores que incrementan los costos logísticos y reducen la competitividad de los productores.
El salario mínimo sí debe de aumentar aseguran diputados y esta es la razón que lo justificaría
“La presión acumulada impacta directamente en la capacidad de las empresas para sostener y generar empleo formal”, señaló, advirtiendo que una decisión salarial no diferenciada podría acelerar la pérdida de puestos formales en el área rural y empujar a más trabajadores hacia la informalidad.
Por ello, remarcó su postura a favor de un salario mínimo diferenciado para el agro, ajustado a la productividad real y al desempeño económico del sector, como una medida para proteger el empleo rural formal y garantizar la sostenibilidad de las actividades agrícolas.







