Los cinco puntos más relevantes del informe del relator contra la tortura sobre «El Lobo»

«El Lobo», como es conocido Aldo Dupie Ochoa Mejía, líder en activo del Barrio 18, recientemente declarado como organización terrorista por EE. UU., se encuentra recluido en condiciones inhumanas en la cárcel de máxima seguridad Renovación I, en Escuintla, de acuerdo con un informe circunstanciado de la Oficina Nacional de Prevención de la Tortura, hecho por el relator de la Región Sur de esa entidad, Alfredo Sánchez.

Entre las condenas que acumula «El Lobo» resalta una de 191 años de prisión por el asesinato de 11 conductores de buses, caso en el que el Ministerio Público (MP) había solicitado penas que sumaban más de 1,600 años.

También enfrenta procesos por robo, robo agravado, asesinato, tentativa de asesinato, femicidio y asociación ilícita.

Sánchez plasmó en su informe que Ochoa Mejía carece de servicios básicos y es tratado de manera preocupante, lo cual pone en peligro su vida, tanto por esto como por otros temas de inseguridad a los que se encuentra expuesto dentro del penal.

El pasado 17 septiembre, una jueza ordenó el traslado a la cárcel de Fraijanes II, basado en el informe de la Oficina Nacional de Prevención contra la Tortura y otro más de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), que no ha sido dado a conocer por esta institución.

«El Lobo» vive en malas condiciones en Renovación I, según informe de relator contra la tortura

CINCO PUNTOS MÁS RELEVANTES DEL INFORME

1. CONDICIONES PRECARIAS DE RECLUSIÓN

El informe documenta que Aldo Dupie Ochoa Mejía, alias “El Lobo”, se encuentra recluido en una celda de 3 metros de largo por 2 de ancho, sin ventilación ni acceso a luz natural.

Se detalló que duerme sobre una plancha de concreto, pues no cuenta con colchoneta, lo que le ha provocado llagas y abscesos en la piel. Además, el ambiente dentro del espacio es caluroso y húmedo, y es agravado por el clima de Escuintla, según lo dictaminado por Sánchez.

2. SIN SERVICIOS BÁSICOS

El reporte señala que el privado de libertad no cuenta con acceso a un inodoro funcional, pues no cuenta con agua y la regadera provee un chorro que es insuficiente.

«El Lobo», hizo ver que tampoco se le proveen artículos básicos de higiene personal como jabón, papel de baño o rasuradoras, lo que incrementa la insalubridad en la celda y afecta directamente su dignidad, detalla el informe.

3. NO RECIBE ATENCIÓN MÉDICA PARA ATENDER SUS ENFERMEDADES

Se conoció que Ochoa Mejía padece enfermedades como diabetes y problemas renales. Debido a esto, el Inacif lo evaluó en tres ocasiones y recomendó su traslado a un hospital, pero la orden no se cumplió por parte de Renovación I.

Según el informe, su alimentación es escasa e incluso en ocasiones se encuentra en mal estado y no es la adecuada para las necesidades derivadas de su condición médica.

Por esto, según se indicó, ha notado una pérdida considerable de peso y un deterioro en su salud general.

4. RIESGOS A SU SEGURIDAD

El relator alertó que “El Lobo” enfrenta amenazas constantes contra su integridad. El privado denunció haber sido golpeado por agentes de la PNC y del Sistema Penitenciario mientras se encontraba engrilletado durante un motín, lo que lo hizo sentirse indefenso, indicó.

También señaló que fue trasladado sin chaleco ni casco desde Fraijanes II hacia Renovación I, lo que lo expuso a riesgos en el trayecto.

Una jueza ordena el traslado de “El Lobo” a una cárcel de menor seguridad tras informes de la PDH y la Oficina contra la Tortura

Además, aseguró que en Renovación I fue colocado en el área y frente a integrantes de la Mara Salvatrucha, pandilla rival del Barrio 18, y con la supuesta incitación de una funcionaria que habría dicho “mátense”.

El informe también detalla que Ochoa ha sido amenazado en reiteradas ocasiones por otros reclusos que no forman parte de ninguna pandilla.

5. NO RECIBE VISITAS Y NO PUEDE OPTAR A PROGRAMAS O TRABAJO

El informe destaca que el interno no tiene acceso a los patios, áreas de recreación y tampoco a visitas familiares, pues sus parientes dejaron de acudir por falta de garantías de seguridad tanto para él como para ellos mismos.

Tampoco dispone de teléfono público para comunicarse con su familia o con su abogado, lo que lo mantiene en completa incomunicación.

Sumado a esto está la inexistencia de programas educativos, laborales o culturales en Renovación I, lo que aseguró es diferente en Fraijanes II, pues allí tenía un trabajo de lavandería.

El relator advierte que esta ausencia de oportunidades de reinserción condena a los internos a un encierro meramente punitivo.

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Según el Sistema Penitenciario (SP), «El Lobo» fue capturado por primera vez el 18 de abril de 2003 y recluido en el Centro Preventivo para Hombres de la zona 18. Fue trasladado a Renovación I desde la cárcel Fraijanes II el pasado 31 de julio.