Bernardo Arévalo cataloga "El Infiernito" como una "universidad del crimen"

El presidente, Bernardo Arévalo, calificó como una «universidad del crimen» al centro de alta seguridad Canadá, más conocido como «El Infiernito», en donde hizo un recorrido este miércoles 26 de junio tras haber retirado a los privados de libertad que allí se encontraban.

La visita del mandatario ocurrió en compañía del ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, y del director del Sistema Penitenciario (SP), Sergio Vela, y otros funcionarios de seguridad.

Durante la visita, el mandatario detalló que se iniciará la reconstrucción del lugar, con la intención de que sea una cárcel con el estatus que le corresponde, pues, afirmó que en las instalaciones se halló una piscina que fue construida por los mismos privados de libertad, de quienes dijo que más parecía que se encontraban de «vacaciones».

ACCIONES ADMINISTRATIVAS

A través de su cuenta oficial de X, el presidente indicó que, en total, 108 guardias del SP fueron denunciados por supuestos vínculos con actos ilícitos asociados a las pandillas que operaban desde ese centro carcelario.

En ese sentido, también se informó en el recorrido que se contrató a 160 nuevos guardias penitenciarios, los cuales serán asignados a este penal cuando se realice la reapertura del mismo.

Arévalo estimó que para fin de año se podría contar con aproximadamente 500 agentes en El Infiernito y que en tres meses podría finalizar la reconstrucción del penal e iniciar la implementación de los nuevos guardias con un nuevo programa de seguridad.

SEÑALA CORRUPCIÓN DE GOBIERNOS PASADOS

El presidente se pronunció con respecto a la situación de la referida prisión, y dijo que el actual estado de dicho centro se debe a la «corrupción» de gobiernos pasados.

«Es algo que solo se puede explicar por la corrupción sistemática a lo largo del tiempo, porque esto no es algo que se haga de la noche a la mañana. Esto tiene años de estarse desarrollando»

También indicó que: «es evidente que hace años que el Estado había perdido control de este penal, que se convirtió en una universidad del crimen. La tecnología de seguridad no servía porque la descomponían».

Detalló que dentro del recinto encontraron una piscina, edificios hechos por los propios privados de libertad, muros divisores de tabla-yeso, y fibra óptica para contar con señal de cable e internet, entre otros hechos.

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