La detección de varios casos sospechosos de Parálisis Flácida Aguda por las autoridades del MSPAS, el pasado 26 de julio, hizo temer sobre un brote de poliomielitis en el país. Foto: La Hora / Vacunas y Viajes

La detección de varios casos sospechosos de Parálisis Flácida Aguda por las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), el pasado 26 de julio, hizo temer sobre un brote de poliomielitis en el país. Ningún caso fue confirmado, pero abrió la puerta para emitir una alerta epidemiológica y prevenir el riesgo de importación del virus de la polio.

Esto en seguimiento a una alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) debido a la detección de algunos casos en los estados miembros. El temor reaparece a pesar de que el último caso de polio detectado en las Américas fue en 1991.

El riesgo de ocurrencia de este virus coincide con una baja en la cobertura de vacunación en Guatemala en los últimos dos años, especialmente en las dosis de refuerzo.

Infografía La Hora

Próximo a celebrar este 24 de octubre el Día Mundial contra la Polio, el epidemiólogo Marc Rondy, asesor de inmunización de la OPS en Guatemala, comenta sobre las amenazas de nuevos brotes de este virus y la vacunación como principal recurso para proteger a los niños.

La Hora: Se han registrado nuevos brotes de polio en el continente, a pesar de que fue una enfermedad erradicada hace 30 años. ¿Qué factores provocan esta amenaza?

La poliomielitis ha sido eliminada de Guatemala y muchos otros países, pero no ha sido erradicada del mundo. Mientras se continúe con una circulación de poliovirus capaz de generar casos de poliomielitis, todos los niños, especialmente los que no tienen su esquema completo de vacunación, están en riesgo. El peligro es más alto en lugares donde el virus encuentra una ruta de circulación, la cual, en general, sucede donde hay bajas coberturas de vacunación.

LH: ¿A qué atribuye que en Guatemala y otros países hayan disminuido los porcentajes de vacunación?

Las reducciones en las coberturas de vacunación se deben a razones diferentes y complejas. Influyen factores como la dificultad de acceso a los servicios de salud, falta de información en el lenguaje pertinente, o en algunos casos miedo, entre otras. Los esfuerzos del MSPAS se enfocan en ampliar el acceso a los servicios para que todos los niños puedan recibir las vacunas necesarias de manera oportuna.

 

LH ¿Cuánto afectó la pandemia?

Los programas de inmunización a nivel mundial se vieron severamente afectados. Tuvieron la reducción más grande en aproximadamente tres décadas. La meta de vacunación para prevenir la poliomielitis es llegar al 95% de niños vacunados con 3 dosis de vacunas antipoliomielitis administradas a los 2, 4 y 6 meses.

En los últimos cinco años, la cobertura con esta tercera dosis en niños de un año en Guatemala era de 79% a 85%. En el 2021, bajó hasta 74% por la pandemia por COVID-19. Las proyecciones para 2022 sugieren que podríamos llegar a un 71% de cobertura en estos niños. Es muy importante que los padres de niños que aún no hayan completado su esquema de vacunación contra la polio acudan al centro de salud más cercano para vacunarlos.

LH ¿Qué tanto han influenciado los movimientos antivacunas en la región para reducir indicadores de cobertura de polio y otras enfermedades en años recientes?

No hay estudios sobre el impacto que producen los movimientos antivacunas en la reducción de las coberturas de inmunización. Sin embargo, es importante considerar y escucharlos para lograr estrategias de comunicación, entendimiento y acuerdos.

LH: Luego de erradicar una enfermedad viral como polio o viruela ¿por cuánto tiempo los países deben continuar con esquemas de vacunación completos en los niños? ¿Qué otras recomendaciones tienen para eliminar por completo nuevos brotes?

La poliomielitis es una enfermedad posible de erradicar ya que solo se transmite entre humanos. Existen herramientas de laboratorio para su detección y es prevenible por medio de la vacunación. Desde hace más de 30 años, muchos esfuerzos estratégicos globales se han centrado en la erradicación de esta enfermedad, los cuales condujeron a la eliminación de la enfermedad.

Este logro fue certificado en las Américas en 1994, siendo la primera región en el mundo en lograr este reconocimiento. La eliminación de una enfermedad implica la no existencia de casos por un periodo prolongado en años en un lugar geográfico determinado (país, región). Requiere continuar con la vigilancia y las medidas de prevención, como la vacunación, porque siguen surgiendo nuevos casos en el mundo.

Cuando se logra la erradicación de una enfermedad, definida como la no existencia de casos a nivel global por un periodo prolongado en años y en presencia de buenos indicadores de vigilancia, ya no es necesario continuar con medidas de vigilancia ni con medidas preventivas.

La poliomielitis puede ser causada por tipos de virus salvajes, determinados como 1, 2 y 3. El poliovirus salvaje tipo 2 fue detectado por última vez en 1999 en India. Después de años de vigilancia continua, la OMS declaró su erradicación en septiembre de 2015.

En abril de 2016 se realizó un cambio global y simultáneo de la estrategia de vacunación. Se pasó del uso de una vacuna de polio oral trivalente (con tipos 1, 2 y 3) a una vacuna bivalente (tipos 1 y 3), considerando que ya no había razón para vacunar a las personas contra un virus desaparecido del planeta.

LH ¿Cuál es la labor actual de OPS al respecto de esta enfermedad en la región?

La OPS trabaja muy de cerca con los estados miembros para reducir el riesgo inminente de enfermedades inmunoprevenibles, en particular de polio. En 2021, el consejo directivo invitó a los estados miembros a “Revitalizar la inmunización como un bien público para la salud universal”, a través de la implementación expedita y sostenida de acciones en seis líneas estratégicas:

Fortalecer la gobernanza, el liderazgo y el financiamiento de los programas de inmunización.

Mejorar el seguimiento de la cobertura y la vigilancia de la vacunación, incorporando estrategias de inteligencia digital para optimizar los análisis ordinarios.

Fortalecer la integración de los programas de inmunización en el sistema de atención primaria de salud para avanzar hacia la salud universal.

Elaborar enfoques de comunicación estratégicos e innovadores para fortalecer la concientización y la confianza social en las vacunas y aumentar el acceso a los servicios.

Fortalecer la capacidad de los recursos humanos en los programas de inmunización.

Utilizar evidencia científica para orientar la toma de decisiones y la ejecución de los programas.

 

La OPS apoya a los estados miembros en actividades relacionadas a estas seis líneas de acción y para definir planes de mitigación de riesgo para evitar que algún país de la región sea el siguiente afectado por la circulación de polio en las Américas.

También apoya a los ministerios de salud de los Estados miembros en el fortalecimiento de actividades de vigilancia de parálisis flácida aguda en servicios de salud, y de muestras de aguas residuales para detectar si circula o no el virus que causa la poliomielitis.

Adicionalmente, es uno de los proveedores de vacunas contra enfermedades inmunoprevenibles para la región a través del Fondo Rotatorio.

¿QUÉ ES LA POLIOMIELITIS? 

Llamada comúnmente polio, es una enfermedad altamente contagiosa ocasionada por un virus (Poliovirus). Ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis.

La gran mayoría de las infecciones por poliovirus no producen síntomas, pero de 5 a 10 de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar algunos síntomas similares a los de la gripe.

Doctor Marc Rondy, epidemiólogo OPS Foto La Hora/ Cortesía

En 1 de cada 200 casos el virus destruye partes del sistema nervioso, ocasionando la parálisis permanente en piernas o brazos.

Los casos más frecuentes son en menores de cinco años.

Es una enfermedad que no tiene cura, pero puede prevenirse con la vacunación.

Fuente: OPS

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