La pandemia del coronavirus COVID-19 sorprendió a todo el mundo dado su alto nivel de contagio y, ante todo, por el desconocimiento sobre cómo tratar a los pacientes. De los medicamentos de forma experimental se pasó un año después a la vacuna, y ahora de acuerdo con expertos guatemaltecos también se puede agregar la terapia natural para reducir los síntomas de la enfermedad.
Con ese propósito se presentó el manual Indicaciones de formulaciones naturales ante el COVID-19, Segunda edición, por parte de la Red Guatemalteca de Medicina Integradora ante COVID (Regmic), integrada por 16 instituciones, en conjunto con la Asociación de Fitoterapia y Productos Naturales (Afitogua), el Programa de Medicina Tradicional y Alternativa del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
La presentación de este manual estuvo a cargo del profesor Emilio Manjón Muñoz, de Regmic; del químico biólogo Armando Cáceres; representante de Afitogua, uno de los autores del estudio, el cual fue revisado y avalado por el doctor Enrique Molina, por parte de la cartera de Salud.
ESPECIES ANTIINFLAMATORIAS
Los interesados pueden encontrar en el Manual nombres como el eucalipto, gordolobo, hierbabuena y sauco que tienen propiedades antigripales, mientras que la cúrcuma, jengibre, manzanilla y salvia, entre otros, son catalogados como antiinflamatorios.
Además, otras especies vegetales como ajo, albahaca, anís y orégano mexicano aplicadas en las dosis correctas tienen acciones farmacológicas para tratamientos antivirales, expectorantes, estimulantes circulatorios, inmunológicos y tranquilizantes, para lo cual ofrece una lista de casi 50 plantas que pueden usarse en Guatemala para diversos tratamientos curativos.
Todo lo anterior se presenta en un contexto de postpandemia, cuando el presidente Alejandro Giammattei adelantó que este miércoles dará a conocer una reducción en las medidas contra la pandemia del COVID-19, mientras este lunes el MSPAS reportó 81 casos positivos de 1,764 pruebas efectuadas en las 24 horas anteriores.
Asimismo, se registran 2,384 casos activos estimados, para un total de 842,653 personas contagiadas desde el inicio de la pandemia en el país; cinco decesos de fechas anteriores, y un total de 17,525 personas que perdieron la vida.
DE INFUSIONES, JARABES Y ELÍXIRES
El principal objetivo de este esfuerzo es reunir conocimientos científicos para las comunidades con escaso acceso a los servicios de salud que buscan información sobre prácticas tradicionales, alternativas o complementarias en su alimentación o salud que puedan usar ante el COVID-19, explica Cáceres, químico biólogo y autor del Vademécum Nacional de Plantas Medicinales.
El manual ofrece en 49 páginas un contenido científico con variedad de preparaciones para enfrentar los diversos síntomas: estimulantes de las defensas, antiinflamatorios, antigripales, expectorantes, antivirales y tranquilizantes, entre lo más relevante.
Entre esto detalla formas para extraer en manera eficiente las substancias activas de la planta medicinal, tales como la maceración, infusión, tinturas, aceites y convertirlos en productos útiles y simples como tisanas, jarabes, melitos, elíxires y vinos medicinales.
Por ejemplo, entre las especies antivirales están el agastache, ajo, albahaca, cúrcuma, equinácea, eucalipto, granada, guayaba, hiedra, jengibre, mandarina, naranja y orégano mexicano.
INTEGRACIÓN EN SISTEMAS DE SALUD
Emilio Manjón cuestiona cómo en un país como Guatemala, con una experiencia ancestral originaria y riqueza cultural no se puede aportar este conocimiento para contribuir en otras poblaciones golpeadas por el azote de la pandemia.
Cáceres afirma que el COVID-19 puso de manifiesto que las enfermedades requieren de una aproximación integral, no se trata solo de ir a la farmacia y tomar la medicina porque la salud debe abordarse desde un equilibrio permanente y constante.
Resalta que dos años después se ha podido evidenciar la efectividad clínica de estas terapias, facilitando la administración por los sistemas públicos de salud y se ha demostrado el interés de la población en su uso. Por lo tanto, recomienda al MSPAS fortalecer con una actitud integradora las terapias tradicionales y alternativas para dejar de depender de consorcios comerciales transnacionales.
