Kaliningrado, Rusia
DPA
La selección española de fútbol empató hoy 2-2 ante Marruecos en Kaliningrado mostrando su cara más gris y se clasificó como primera de grupo únicamente gracias a dos goles agónicos, uno de Iago Aspas y otro de Irán a más de 2.000 kilómetros.
Khalid Boutaib (14′) y Youssef en Nesyri (81′) marcaron para los marroquíes, mientras que España anotó por medio de Isco (19′) y Iago Aspas (91′), este último gracias al VAR. Sin embargo, la noticia más positiva para la campeona del mundo de 2010 llegó desde Saransk, ya que Irán empató 1-1 con Portugal en el minuto 94 -se jugaron ambos encuentros en simultáneo- y entregó a España el primer puesto del Grupo B.
España terminó líder con 5 puntos, los mismos que Portugal pero con mejor diferencia de goles. Así, se enfrentará el domingo en el estadio Luzhniki de Moscú a Rusia, la anfitriona, que cayó hoy 3-0 con Uruguay.
Si se dan unos resultados previsibles en los próximos días, España evitaría hasta una hipotética final a las grandes favoritas. Alemania, Brasil, Francia irían por el otro lado del cuadro, junto a otras selecciones como Uruguay, Argentina o Portugal.
Después de Rusia, en el camino de España podrían aparecer Croacia o Dinamarca en cuartos y una Bélgica, una Inglaterra o una Colombia en semifinales. Más rosas que espinas, aunque todavía faltan muchos resultados y las sorpresas están a la orden del día en Rusia.
Además, España deberá mejorar, y mucho, si quiere aspirar a algo importante en el Mundial. Hoy empató ante una selección que no se jugaba más que el honor, pues ya estaba eliminada, y repitió muchos vicios de su pasado más oscuro. Una defensa despistada, falta de claridad en el área rival y una reacción tardía, cuando el agua ya le llegaba al cuello.
Marruecos había anticipado el día anterior que iría a por la victoria y no mentía: los de Hervé Renard salieron como motos, con intensidad, pierna dura y presionando al árbitro en cada decisión. No se les podrá achacar falta de profesionalidad.
Y la primera que tuvieron, la enchufaron. Iniesta controló mal un balón y Ramos intuyó que el centrocampista iría a por él. El problema es que Iniesta pensó justo lo contrario. Y el balón, muerto en el círculo central, se lo llevó Boutaib para cabalgar sin rivales hacia el área y batir por debajo de las piernas a David de Gea.
El grosero fallo de España pareció activarla y empezó a mover el balón como le gusta. Iniesta e Isco contaron además con otro bajito de buen toque al lado, Thiago Alcántara, la única novedad de Fernando Hierro en el once titular.
No tardó en llegar el empate tras una jugada perfectamente trenzada en el área de Marruecos. Iniesta-Isco-Costa-Iniesta-Isco y gol. El centrocampista del Real Madrid abrió su cuenta goleadora en los Mundiales para traer algo de calma al banquillo español.
De Gea, muy criticado por su error en el debut ante Portugal, se resarció minutos después al repeler un mano a mano de Boutaib, que increíblemente se había quedado de nuevo solo delante del portero tras aprovechar un despiste de Piqué en un saque de banda.
Marruecos no rebajó su intensidad en ningún momento -en el minuto 31 llevaba ya cuatro amarillas-, pero sí dio un par de pasos hacia atrás. España tocaba y dominaba en campo rival sin encontrar algún agujero.
Costa tuvo en sus botas el 2-1 justo antes de del descanso. Sin embargo, apenas llegó a rozar la pelota con la punta de la bota tras una internada magistral de Iniesta.
Ahí acabó el primer tiempo y llegaban malas noticias desde Saransk, donde Ricardo Quaresma había adelantado a Portugal. Con ese panorama, España iría como segunda de grupo.
Pero ni eso espabiló a España tras el descanso. Un tremendo derechazo de Amrabat que se estrelló en la escuadra supuso el enésimo aviso para España. O reaccionaba o acabaría segunda.
Isco y Piqué tuvieron dos buenas ocasiones de cabeza, pero España no carburaba y necesitaba gol. Pedía a gritos un delantero más, alguien que se juntara con Costa para molestar a los tres -y por momentos cuatro- centrales que tenía Marruecos en su área.
Hierro no dejaba de aplaudir y animar a los suyos. Pero, tic-tac, el tiempo corría y su equipo no era capaz de derribar el muro. Reaccionó en el 73′ metiendo a Iago Aspas y Marco Asensio en el 73′ por Costa y Thiago.
Pero en vez del gol español llegó el marroquí. Youssef en Nesyri, que entró en el segundo tiempo, le ganó la partida a Ramos en un córner y cabeceó al fondo de las redes para desatar la alegría de miles de marroquíes en el estadio. Y el banquillo de los africanos saltó como si hubiera conseguido la clasificación a octavos.
Y cuando España parecía condenada a la segunda plaza, ocurrió lo increíble. Aspas metió un gol de tacón y el árbitro se lo anuló antes de validarlo de nuevo gracias al VAR. El empate no le valía a España, así que le llegó la ayuda divina de Irán. El gol de Karim Ansarifard a Portugal fue la mejor noticia de España en toda la noche.