Marelin Mansilla dejó en Guatemala a su familia y corazón, pero no así sus ganas de salir adelante para ofrecerles un futuro mejor, por eso trabaja a diario con mucho esfuerzo en Omaha, Nebraska y es voluntaria en una asociación que procura el bienestar de los migrantes. Su sueño es regresar al país para reencontrarse con sus seres queridos e hijos.

La connacional tiene poco tiempo de vivir en el extranjero, solo cinco años y explica a La Hora Voz del Migrante que decidió involucrarse con un grupo de chapines para ayudar a los damnificados por la erupción del Volcán de Fuego en 2018, pero esa unión los ha llevado a más y ahora gestionan apoyo para la comunidad en ese lugar.

Toda su familia se encuentra en la ciudad de Guatemala, de donde es originaria y migró para darle a su hija un mejor un futuro.

“Dejé mi familia, dejé mi casa, dejé todo para poder llegar acá y lograr que tuvieran mejores posibilidades en el futuro, esa fue mi razón”, relató.

Aunque ya está establecida en Nebraska, su meta principal es regresar a casa, con su familia e hijos, además, compartir con los guatemaltecos en general, porque estando fuera del país, retornar es lo que más añora.

En la lejanía extraña muchas cosas del país, incluso hasta el tráfico de la calle Martí para llegar al centro de la ciudad, viajar de una zona a otra en un bus público y estar al lado de sus seres queridos.

TRABAJA EN UNA BODEGA QUE DISTRIBUYE PRODUCTOS GUATEMALTECOS

En la actualidad trabaja en una bodega que distribuye productos guatemaltecos dentro de Estados Unidos, así que siente una conexión activa con el país.

“Se les surte a las tiendas guatemaltecas que están acá, prácticamente un 80% de los productos que se venden en la bodega donde yo trabajo vienen de Guatemala desde suplementos alimenticios hasta un consomé, todos los que consumimos en Guatemala lo vendemos en esta bodega donde yo trabajo”, comentó.

También recordó que la primera vez que llegó a ese trabajo, sintió como que, si hubiera cerrado sus ojos y estuviera en una de las tiendas del país, “como en una de las tiendas de la colonia o en los supermercados, es algo muy bonito porque de alguna forma me hace sentir cerca de mi casa de todo lo que Guatemala somos”.

DE GERENTE DE TIENDA EN GT A ARMAR CAJAS EN EE. UU.

Marelin recordó que durante ocho años trabajó como gerente de una tienda en Guatemala, un empleo que disfrutaba mucho, “todavía tengo en mi corazón y recuerdos de haber trabajado”.

Antes de eso, laboró para cuatro bancos, algunos ya no existen.

Aunque Omaha, Nebraska se ha convertido en su actual lugar de residencia, vivió dos años en Maryland, “el inicio fue muy difícil porque después de venir de trabajar en un lugar donde tenía una posición importante, llegar acá fue bien duro, porque me tocó armar cajas de cartón en una fábrica, un trabajo muy pesado y agotador”.

Por dos años permaneció en ese estado, pero le da gracias a Dios que pudo sobresalir en ese lugar.

Uno de sus mensajes para los connacionales, es que “nunca se olviden de dónde vienen y quiénes son, porque creo que, en este país gracias a Dios, conseguimos un país que nos ha abierto las puertas, nos da oportunidades, pero tenemos que saber aprovecharlas, cuando uno obra bien, Dios lo bendice a uno, y entonces se tienen oportunidades y puertas abiertas, esto hay que saber valorarlo y aprovecharlo”.

¿TIEMPO LIBRE? DEDICADA A AYUDAR A OTROS CHAPINES

Aunque no tiene mucho tiempo libre, porque la mayoría de este lo dedica a su trabajo, cuando lo tiene aprovecha y se lo dedica a la Asociación Guatemalteca en Nebraska, para planear acciones que beneficien a la comunidad migrante, “es muy importante para nosotros servirle a las personas y lograr que se sientan un poco en casa”.

DESTACA LA IMPORTANCIA DE LA UNIDAD

Con optimismo y nobleza evidente en sus palabras, la entrevistada menciona que se percató que las necesidades de los guatemaltecos en ese estado eran considerables y que ella podía contribuir al unirse en Estados Unidos con otros chapines para generar oportunidades y por eso decidió unirse a la Asociación Guatemalteca en Nebraska.

“Como chapines tener un lugar a dónde acudir por apoyo es sumamente importante y nosotros ese es nuestro objetivo de servir a la comunidad y traer un pedacito de Guatemala para acá”, dijo.

Sin dudarlo, resalta que la idea es ofrecer una esperanza para que los migrantes mejoren sus condiciones en ese país y por ello están formando un voluntariado; el llamado es a mantener la unidad a favor de la comunidad, “estamos ansiosos de lograr proyectos nuevos para los hermanos chapines”, puntualizó.

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